Melissa
-Bueno creo que ya va siendo hora de volver a la residencia.-digo levantándome y Dylan me mira extrañado.
-Si solo son las ocho de la tarde y además de que hoy es viernes.-dice extrañado.
-Ya pero como te he dicho antes estoy cansada de toda la semana. Y la verdad quiero ducharme y ver una peli.-digo andando hacia la salida.
-Si quieres podemos verla juntos.-niego de inmediato y la imagen de Stephen durmiendo en mi cama viene a mi cabeza. Una sonrisa tonta se dibuja en mi cara y Dylan me mira extrañado. Me pongo seria y vuelvo a negar.-No dejan entrar chicos.-este asiente no muy convencido y salimos de la cafetería.
-Nos vemos mañana Mel.-sonríe y se acerca para dejar un beso en mi mejilla. Le devuelvo la sonrisa y me despido con la mano.
Cuando veo que su coche desaparece por la entrada de la universidad, ando hacia la parada de autobús para coger el que me deje más cerca del apartamento de Stephen.
Respiro hondo antes de pegar en el timbre del apartamento de Stephen, pero antes de que pueda hacerlo la puerta se abre dejando ver a una chica morena, con el pelo largo y con tatuajes en los brazos y parte del pecho, que hacen que se vean más atractiva de lo que es. Está me mira con una sonrisa y se gira hacia Stephen que está detrás de ella.
-Hola muñeca.-dice con media sonrisa y mis ojos pasan a la chica. Esta frunce ligeramente el ceño y me sonríe confundida. ¿Quien es esta tía?
-Bueno Stephen, llámame para lo que necesites.-le guiña un ojo descaradamente y siento como me pongo roja de la rabia.-Adiós.-dice saliendo del apartamento moviendo sus caderas y me doy cuenta de que lleva un maletín. Frunzo el ceño y niego con la cabeza quitándome la idea de que ahí pueda llevar juguetes sexuales. Que asco.
-¿Vas a pasar?.-pregunta Stephen sacándome de mis pensamiento y asiento entrando.
Miro el salón buscando alguna pista de si este ha presenciado una escena de sexo y respiro aliviada al ver el sofá ordenado al igual que todo.
-¿Quien era?.-pregunto dejando mi bolso y mi chaqueta en el sofá y me giro.
-Una amiga.-dice mientras anda hacia la cocina. Lo sigo y lo veo abrir la nevera para sacar una Coca Cola.
-Mmm, ¿qué tipo de amiga?.-este se sorprende y sonríe mientras bebe.
-¿Qué tipo de amigo era con el que ibas hoy tú en un coche?.-abro los ojos de la sorpresa y cruzo mis brazos mientras sonrío.
-Ya te ha salido la vena de hermano protector.-noto como este aprieta la mandíbula y suspira mientras me esquiva y sale de la cocina.
Salgo detrás de él y lo miro extrañada al ver cómo se sienta despacio y con cuidado en el sofá.
-Era mi vecino.-digo de repente y este me mira confuso.-De la casa de mi madre. Nos hemos criado juntos y ha venido a visitarme.
-Y está colado por ti.-dice y yo lo ignoro.
-¿Y quién era ella?.-vuelvo a preguntar y este vuelve los ojos.
-Mi tatuadora.-frunzo el ceño y veo como se levanta la camiseta. Abro los ojos al ver cómo un papel transparente, similar al que mi madre utilizaba para liarme los bocadillos, cubre sus costillas del lado derecho.-Me ha repasado alguna cosas.-se baja la camiseta y yo asiento.-No tienes porque ponerte celosa muñeca.-suelto una carcajada falsa y lo miro.
-Yo no estaba celosa.-este respira hondo y asiente.
-Si lo estabas muñeca.-siento como me pongo tensa y como la rabia se apodera de mi, ya que tiene razón. Estaba celosa, que digo celosa, estaba muy celosa.
Me levanto cogiendo mi bolso y mi abrigo, y ando hacia la puerta. Siento como si mano rodea mi brazo tirando de mi y me giro quedando muy cerca de él.
-Estabas celosa, pero no tienes porque.-dice en un susurro y veo como sus ojos se posan en mis labios.
-A lo mejor el que estaba celoso eras tú.-digo posando yo esta vez mis ojos en sus labios y este pasa su lengua por el inferior haciendo que tenga unas ganas inmensas de besarlo.
-Pues si, lo estaba.-dice sorprendiéndome y yo me echo hacia atrás para mirarlo.-Estaba jodidamente celoso. De solo pensar que ha podido rozarte, abrazarte o besarte.-dice esto último entre dientes y siento como mi corazón se dispara.
-¿Por qué?.-pregunto y este respira hondo.
-¿No es obvio?.-frunzo el ceño y suspira.-Porque tengo que protegerte de los tíos como hermano mayor que soy.-mi corazón se para y sin pensarlo me giro corriendo hacia la puerta.-Es broma muñeca.-dice agarrándome de la cintura.-Es broma, es broma.-dice girándome y uniendo nuestras frentes.
-Eres un idiota.-digo cerrando los ojos y este asiente.
-Un idiota que está loco por ti.-abro los ojos sin poder decir una palabra y sonríe.-Desde esa noche que te vi en el bar ese de mal muerte no he podido parar de pensar en ti. En tus ojos, en tu sonrisa, en tu inocencia e incluso en tu torpeza.-suelto una risa y hace lo mismo.-Me vuelves loco Melissa. Estoy loco por ti.-noto su respiración agitada al igual que la mía y se acerca a mi muy despacio. Roza sus labios con los míos y siento algo dentro de mi explotar. Sin pensarlo lo agarro de la nuca y estampo mis labios contra los suyos.
-Yo también estoy loca por ti Stephen.-digo separándome pero este vuelve a besarme, cogiéndome en brazos.
Opinen, díganme que es lo que piensa que va a ocurrir a partir de ahora. No se jajajaja, decidme que piensan. Me encanta leer todos vuestros comentarioooos!!!!

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DANGEROUS
Roman d'amour-Eres peligroso.-digo con la voz temblorosa. - No hay nada más peligroso que una persona que te haga estrenar sentimientos. Por eso aquí la única peligrosa eres tú, por que has hecho que estrene un sentimiento. El amor.-dice y estampa sus labios con...