Stephen
Golpeo una papelera que hay junto a una farola y grito de la rabia. ¿Como ha podido besarse con ese?
-Stephen, para.-dice Trevor detrás de mi.
-Voy a volver y lo voy a matar.-digo lleno de rabia.-No puedo sacarme de la cabeza el momento en el que lo he visto besarla.-digo respirando agitadamente.
-Eso mismo, él la ha besado. No entiendo porque has tratado a Mel de esa manera.-lo miro frunciendo el ceño y niego.
-Ese tío la ha besado porque ella le ha dado pie a eso. Me ha dejado tirado por irse con él, más claro agua Trevor.-me apoyo en la farola y suspiro.
-Te estas equivocando. Sara ya te explicó que Mel es así, no se habría sentido bien si lo llega a ignorar después de que ese tío ha venido de tan lejos solo por verla. También te ha dicho que siempre lo ha rechazado. ¿Por que iba a querer tener ahora algo con él cuando te ha dejado claro que le gustas?.-asiento arrepentido y lo miro.
-Tienes razón.-digo y este asiente.
-Tranquilízate y ve a buscarla. No dejes que pase más tiempo o la cosa se enfriará.-vuelvo asentir y lo abrazo.
-Gracias por hacer que ponga los pies en la tierra una vez más y no dejarme en perdido en el universo.-este suelta una carcajada y yo hago lo mismo.
-Venga vamos.
Llego a la habitación de Mel y veo que la puerta está entreabierta. Escucho unas voces procedentes de adentro y decido quedarme para escuchar.
-Siento mucho haberte besado Mel.-dice el hijo de puta de Dylan y aprieto mis puños.-Se que no sientes nada por mi, siempre me lo has dejado muy claro, pero no quería aceptarlo. Hasta que te he visto llorar por ese tío.
-No pasa nada Dylan.-dice la voz rota de Mel y siento un nudo en el pecho.-Solo te pido que no le comentes nada a mi madre sobre esto.-Se escucha un silencio y la ira se hace más presente en mi.
-Si me prometes pensar si te conviene de verdad estar con un tío como ese.-el silencio vuelve a invadir la habitación y siento como mi corazón se para.-Mel, ese tío es peligroso.
Niego con la cabeza y decido marcharme antes de cometer otra locura. Bajo las escaleras a toda prisa y cuando salgo Sara y Trevor me miran confusos.
-Nunca he entrado ahí.-digo antes de montarme en mi coche y salir de allí.
Miércoles por la mañana. Han pasado tres días desde que no veo a Mel, a mi muñeca y creo que han sido los tres peores días de mi vida que pueda llegar a recordar.
Me bajo del coche mirando hacia todos los lados fijándome en que nadie me ha seguido y me subo en el coche que hay justo al lado. Un Mercedes clase a negro.
Cuando dejo la ciudad atrás conduzco unos veinte quilómetros más hasta que me desvío por una salida. Veo a lo lejos el polígono industrial y me meto allí.
Saco un mando de la guantera del coche y le doy al único botón que hay en el. El portón gris enorme que tengo justo enfrente de mi se abre y meto en coche mirando a los lado asegurándome que no hay nadie alrededor.
Una vez dentro, me bajo de coche y ando por un pasillo que me lleva directamente a un ascensor. Me monto en él y le doy al botón del primer piso.
Las puertas se abre dejando ver a dos hombre vestidos de negro.
-Buenos días señor Stephen.-dice uno de ellos y yo asiento.
-Buenos días chicos.-digo pasando por su lado.
Pego dos veces en la puerta que está justo detrás de ellos y la abro cuando escucho un "adelante".
Mi abuelo me recibe con una sonrisa y se acerca a mi para abrazarme.
-Felicidades.-dice y yo sonrío al saber a que se refiere.-Has hecho que cerremos el negocio del siglo. Sabía que tú lo conseguirías.
-Tampoco fue tan complicado.-digo acercándome a la mesa donde están todos los whiskys y me sirvo uno.
-Sírvele otro a tu abuelo, vamos a celebrar por todo lo alto que seremos el doble de ricos Stephen.-sonrío de lado y asiento mientras le echo whisky en otro vaso.-Por nosotros, por ti en especial y por que el día de mañana serás mi heredero. Uno de los mayores narcotraficante del país. Stephen James.-dice levantando la copa y brindando conmigo. Se lo bebe de un trago y yo hago lo mismo.
Dejo el vaso en la mesa y me siento en el sofá que hay en su despacho. Este me mira confuso y se sienta a mi lado.
-Ahora dejemos los negocios a un lado. Hablemos de abuelo a nieto. ¿Qué te pasa Stephen?.-pregunta serio y preocupado.
Apoyo mis codos en mis rodillas y hundo mi cara en mis manos. Suspiro y de repente ella viene a mi mente. Sus ojos, su sonrisa, sus carcajadas...
-Me he enamorado abuelo.-digo de repente y este abre los ojos de la sorpresa.
-¿Y por eso estás así? El amor es lo más bonito de este mundo.-dice levantándose para servirse otro vaso de whisky.
-Yo no pienso lo mismo.-digo y este me mira confundido.
-¿Es un amor no correspondido?.-pregunta llevándose el vaso a la boca y encojo los hombros.
-No lo se, porque aún no me he declarado. A ver, le he dicho que me gusta, que me vuelve loco pero no le he dicho que estoy enamorado de ella.-se vuelve a sentar a mi lado y me mira.
-¿Y a qué estás esperando hijo?.
-Soy peligroso para ella. Nunca me perdonaría que le pasara algo por mi culpa, por este mundo por el que me muevo, por el mundo al que pertenezco.-este niega y mira.
-Yo estuve casado con tu abuela cincuenta y cinco años, que se dicen pronto pero son demasiados. Y nunca, nunca deje que le pasara nada porque mi amor por ella hizo que la defendiera y la protegiera de cualquier peligro que mis negocios podían causar. Además de que ella me aceptó tal y como era y también aceptó todas las consecuencias de estar conmigo. Stephen escucha tu corazón, ese es el que nunca se equivoca y si él te dice que es la correcta, hazle caso.-siento como mis ojos se llenan de lágrimas y pestañeo todo lo que puedo para que estas no salgan. Me acerco a él y lo abrazo muy fuerte.
-Gracias abuelo.-este niega y se levanta.
-Y otra cosa, nunca olvides que no hay nada más peligroso que una persona que te haga estrenar un sentimiento. Y ella lo ha hecho, así que el peligroso no eres solo tú, si no los dos.
Y ahora si que si me despido. Buenas noches mis amores🥰. Espero que os haya gustado este capítulo a mi me ha emocionado escribirlo. Besos enormes😘

ESTÁS LEYENDO
DANGEROUS
Romance-Eres peligroso.-digo con la voz temblorosa. - No hay nada más peligroso que una persona que te haga estrenar sentimientos. Por eso aquí la única peligrosa eres tú, por que has hecho que estrene un sentimiento. El amor.-dice y estampa sus labios con...