Wings Flap ➳ Minsung

«Capítulo 18»

Habían pasado dos días más, y la búsqueda seguía sin dar sus frutos. Chan y Youngjae se turnaban para visitarlos dos veces al día y nunca traían buenas noticias.

—Seguramente ya no se encuentre por aquí —comentó Changbin a Youngjae, que asentía.

—Vamos a cancelar la búsqueda —dijo Chan. Tenía los brazos cruzados y estaba apoyado en la pared más cercana a la cama con el ceño fruncido—. Nos centraremos en mejorar la seguridad, para que no vuelva a ocurrir. Así podremos atraparlo si se atrevea actuar de nuevo...

—Espero que así sea —dijo Minho.

Changbin se mostró afectado por esa noticia. Esas palabras fueron las últimas que se dijeron en la habitación hasta que Youngjae y Chan se fueron. Cuando los dos chicos se quedaron solos se miraron, preocupados.

—¿Crees que...?

—¿Que volverá? Sí. Pero yo ya no estaré aquí.

—No creo que sea conveniente que andes lejos de aquí solo, Changbin.

—No tengo miedo, Minho —se levantó y se asomó por la ventana—. Además, aún debo averiguar muchas cosas sobre... Sobre eso.

Minho asintió, dando a entender que lo había comprendido. Estuvieron en silencio durante unos minutos, pensando cada uno en sus cosas. Minho se examinaba su herida procurando no tocarla. Tenía mucho mejor aspecto que el último día.

—Creo que ya es hora de que probemos a andar un poco, ¿no crees? Tienes que fortalecer esa pierna o te seguirá doliendo y tendremos que seguir retrasando tu vuelta a la ciudad, con Jisung.

Minho había intentado aplazar ese momento todo lo posible, por miedo al dolor, aunque tenía que reconocer que se sentía inválido y muy dependiente en ese estado. Además, extrañaba demasiado a Jisung, y si para verlo debía enfrentarse al dolor, lo haría.

Changbin le ayudó a incorporarse y sentarse en la cama, siempre pendientes de la herida. Que los puntos se abrieran era un riesgo muy pequeño a esas alturas, pero posible.

—He traído un bastón para que puedas apoyarte —anunció y se lo pasó, apartándose un poco de él—. Vamos, inténtalo.

Minho lo hizo. Sentía que había perdido mucha fuerza en la pierna, y que esta no le soportaría si soltaba la muleta. Changbin iba cerca de él por si surgía cualquier contratiempo. Los pasillos estaban vacíos de gente. Aunque aún se respiraba en el ambiente el luto y la pena por la pérdida, todo el mundo estaba en el exterior, paseando, entrenando y disfrutando después de tantos días de búsqueda agotadora. Salieron al patio principal. Changbin buscó a alguien con la mirada, sin dar con él. Con una voz llamó a un novato que pasaba por allí, el cual fue corriendo hacia el veterano. Estaba a punto de saludar a Minho, pero el pelinegro lo interrumpió.

—¿Sabes dónde está Chan, Taehyun? —preguntó Changbin.

—No lo sé —contestó con extrañeza.

—¿Y Youngjae?

El muchacho se encogió de hombros por respuesta. Changbin le dio las gracias y le mandó retirarse, y se quedó pensativo durante unos segundos. Minho le observaba.

—¿Qué ocurre? —acabó preguntando.

Changbin volvió de su ensimismamiento, negando con la cabeza.

—Nada, nada... Sigamos paseando. ¿Qué tal va tu pierna?

—Me duele la herida al cargar el peso en ella —Minho echó a andar con el bastón. Decidió no insistir más en el tema, aunque no fue por falta de interés.