Capitulo 8

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Somos demasiadas
coincidencias para
ser casualidad,
demasiadas similitudes
para ser diferentes,
demasiadas intenciones
para ser solo
un accidente.
Estefania Toro
@ estefania_toro

                                       Estefania Toro                                       @ estefania_toro

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Recuerdo la primera vez que vi a Benjamín.

Estábamos en el casting de Chiquititas en 1998. Éramos un grupo bastante grande de chicos de entre seis y catorce años. De a poco, fuimos quedando los que íbamos a actuar en la tira de ese año.

Al principio no le presté demasiada atención, era solo un chico más. Hasta que a él y a Luisana les tocó hacer una escena juntos. Fue en el momento culmine del casting, donde se probaban las parejas y la química ante la cámara. Pasaron al frente de la ronda que habíamos formado entre todos y recuerdo haberme llamado la atención su seguridad al encarar una escena pero su desconcertante timidez fuera de ella. Era como ver dos versiones de la misma persona, versiones que se complementaban y no se anulaban entre sí. Ese era Benjamín. Un chico simple, con talento y vocación por lo que hacia a pesar de sus cortos once años.

Recuerdo tambien la primera vez que esos ojos tan celestes, casi transparentes, me miraron. Transparentes casi como él mismo. Esas mariposas que sentí, con el tiempo, se transformaron en algo mucho más fuerte, irónicamente cuando ya no se me estaba permitido sentir algo por él.

Relajo la mandíbula e intento abrir mis manos puestas en puños. ¿Qué significa eso de qué no puedo entrar a verlo? ¿Esta mina quién se cree que es?

Voy de un lado al otro, imposible de quedarme quieta. En el fondo, sabía que esto podía llegar a suceder, pero igual no deja de sorprenderme. ¿Martina no me deja verlo? ¿Está celosa de mi? Esto es de locos.

-Ya hablé con ella - Avisa Felipe al entrar a la sala de espera en planta baja.

Felipe había ido a pedirle a Martina que me dejara pasar a verlo por las buenas. Si eso no funcionaba, yo me encargaría del por las malas.

-¿Pudiste verlo? - Le pregunto.

-Un ratito nada mas. Sigue durmiendo.

-¿Cómo lo viste?

-Ni bien ni mal. Pero está mejorando...

¿Exactamente qué significaba eso? Me convenzo de que si quiero saber realmente como está, tengo que verlo con mis propios ojos.

-¿Hablaste con Martina?

-Si, pero no la pude hacer entrar en razón...

-¿Qué le pasa a esa mina? ¿Por qué hace esto si sabe que...

-Veni para acá - Me dice Felipe, tomándome por los hombros y obligándome casi a sentarme en la fila de sillas en la sala de espera - Martina es buena madera. Entendela. Es una situacion difícil. Tiene a su hija chiquita. El marido internado... no lo hace a propósito.

𝗠𝘂𝗿𝗮𝗹𝗹𝗮 𝗮𝗹 𝗖𝗼𝗿𝗮𝘇ó𝗻 [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora