Capitulo 6

1.4K 74 21
                                    

Si se trata de ti,
siempre arriesgaré
mi corazón.

Porque hay amores
que no son tiempo
ni circunstancia.

Hay amores
que siempre seran hilos rojos
torpes.

Pero tambien,
hilos rojos
que no se rompen.

Hilos que se han
quedado sin permiso
enredados a tu alma
y que cuando no puedes
evitar echar la vista
hacia atrás,
te vuelven a mostrar su inmarchitable magia.

                                      -Isabel Polgach-
                                  Ig: @ isabelpolgach

—¿Es verdad que Benjamín Rojas se encuentra hospitalizado, con graves traumatismos? — Me pregunta una mujer de baja estatura y cabello rubio a la vez que sostiene un micrófono ante mi

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Es verdad que Benjamín Rojas se encuentra hospitalizado, con graves traumatismos? — Me pregunta una mujer de baja estatura y cabello rubio a la vez que sostiene un micrófono ante mi.

Otros dos hombres se me tiran encima, haciéndome perder el equilibrio. Pedro me sostiene del antebrazo, evitando que me caiga al suelo. Miro a mi alrededor, una vez que mis ojos se acostumbran a los flashes, y noto que hay no menos de veinte periodistas amontonados en la puerta, sin contar las cámaras.

Escucho a alguien al lado mío hablarle en voz baja a alguien más.

—¿Ves? ¡No me mintieron! Es Camila Bordonaba. Seguro que adentro está Felipe Colombo también. ¡Era verdad!

—¡Camila! ¡Camila! ¿Qué nos podes contar de Benjamín? ¿Fue apuñalado en un intento de robo? — Me pregunta el hombre que segundos atrás se tiró encima mío.

En ese momento se desata una ola de flashes imparables y de preguntas ininteligibles, ya que todos hablan a la vez. Otra persona cercana a Cris Morena tocada por la desgracia.

Asqueada, empujo con toda la fuerza que me queda para escapar de ahí, con Pedro detrás de mi, rodeándome entre sus brazos. Me tapo el rostro como puedo aunque sé que es demasiado tarde, todos saben quien soy.

Cuando entro al auto, me tapo con mi campera hasta que recuerdo que está manchada de sangre seca. La tiro al asiento de atrás y me cubro con mis propios brazos. En el camino ninguno de los dos emite sonido.

Cuando llegamos, mi mamá corre a abrazarme.

—¡Camila! ¿Que te pasó? ¡Tenés sangre en la ropa! ¿ Es verdad lo que dicen en la tele?

Miro la pantalla y está puesto en Crónica TV. Hay una placa roja con nuestros nombres.

—Encontramos a Benjamín herido. Lo llevamos al hospital. Lo operaron para parar la hemorragia. Está mejor. Creo que quisieron robarle — Musito mecánicamente, ansiosa por irme a la cama.

—¡Ay este país! ¡Cada vez estamos peor! No se salva nadie. Encima en este barrio la cosa se está poniendo muy peligrosa…

Esquivo las siguientes preguntas de mi mamá con respuestas monosilábicas y voy directo a ducharme. Abro el agua y dejo que corra un solo minuto por mi cara. De verdad que lo necesito. Dejo que se vaya la sangre seca y con ella, este día.

Cuando lo escucho hablar me sobresalto, ya que no me habia percatado de su entrada.

—Ya sé quien es ese flaco…. — Dice Pedro, con voz ronca.

Al ver que no pienso contestarle, continua.

—¿Tuviste una historia con él, no?

—¿Qué importa? Estoy cansada, no me jodas.

—Te vi cómo te pusiste… era increíble. Nunca te vi así. Se te re notaba… estabas…estabas… — Su enojo de a poco se va convirtiendo en ira.

Corro la cortina de un golpe y lo enfrento.

—Estaba, ¿Qué?

Me mira por unos instantes. Veo indecisión en sus ojos.

—¿Todavía sentís algo por él? — Pregunta finalmente.

Su voz suena apagada. Triste. Esperando la confirmación de algo que, mas allá de lo que le conteste, ya sabe.

—¿Porque hacés de todo un melodrama? ¡Cáncer tenias que ser! Tenés luna en piscis también ¿no? Porque…

—¡No lo puedo creer! — Grita interrumpiéndome, mientras pone los ojos en blanco — ¡Nunca se puede hablar bien con vos! Siempre querés tener la razón.

Cierra la puerta y se va.

Cuando por fin me acuesto, todavía no pude contestar ni para mi misma la pregunta de Pedro. De vez en cuando siento a la antigua Camila querer salir y tomar decisiones por si misma, pero nunca la sentí tan inquieta como hoy. Parte de su vida reapareció ante sus ojos. Vida que yo intenté matar, o al menos olvidar.

Sin embargo, hoy se me ríe en la cara y mientras trato de buscarle algún sentido a todo esto, mi cuerpo ya sabe la respuesta.

                       

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

                       

𝗠𝘂𝗿𝗮𝗹𝗹𝗮 𝗮𝗹 𝗖𝗼𝗿𝗮𝘇ó𝗻 [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora