Capitulo 45

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Tantas guerras estallando a cada instante,
tantos planes formulados para masacrar al débil,
tantas falsas treguas firmadas por callar conciencias,
y tú,
que con mirarme
me desarmas por completo,
rompes cada uno de mis esquemas
y hasta me haces perder los papeles...
¿Por qué no miras al mundo y lo haces sanar?

-Martalar-

Mi mamá mira a Benjamín sorprendida por su entrada tan... especial en la sala, y luego me mira a mi significativamente, como si esperara que corra a tapar su desnudez o algo.

Pero yo me quedo inmóvil mientras percibo como mi sangre se concentra en mis mejillas.

Sin embargo, llamativamente, el mayor problema no es mi mamá viendo a un hombre semidesnudo en el living de su casa sino Felipe.

Él aún tiene su tostada a medio morder en su boca y nos mira a ambos.

Su expresión va de la sorpresa a la incredulidad.

- Tapate un poco - Le digo a Benjamín con voz tan baja que no me escucha.

Él aún no se percató del ambiente incómodo de la sala y continúa estirándose como si estuviese solo en su casa.

Tomo un almohadón del sofá y se lo tiró a la altura de su pecho. Él lo ataja con facilidad y me mira sorprendido.

- Tapate - Le repito.

Por primera vez repara en la presencia de mi mamá y corre a mi habitación a cambiarse.

- ¿De qué me perdí? - Pregunta Felipe.

- Lo mismo me pregunto - Exclama mi mamá.

- ¿No estabas enojada con él por lo que dijo en la radio? - Continúa Felipe, tratando de entender.

- ¿Qué dijo en la radio? - Pregunta ella.

Frunzo el seño y reprimo el impulso de salir corriendo de ahí.

- Nada, nada - Replico.

Continúo batiendo el café y hago de cuenta que no hay nadie en el comedor. Me dedico a prestar atención a mi actividad y finjo no darme cuenta de las miradas que me lanza Felipe.

- Disculpe, Nora - Exclama Benjamín y se sienta a la mesa - No sabía que usted estaba acá...
- No pasa nada - Contesta ella mientras yo ruego que sea amable con él - Ya habíamos perdido la costumbre de ver hombres en paños menores por la casa...

Felipe se ríe y yo quiero que me trague la tierra.

Benjamín solo frunce un poco el seño pero no contesta.

- No se preocupe Nora - Dice Felipe - vaya acostumbrándose a ver a este sinvergüenza semi desnudo por acá...

Aprieta el hombro de Benjamín y me guiña un ojo a mi.

𝗠𝘂𝗿𝗮𝗹𝗹𝗮 𝗮𝗹 𝗖𝗼𝗿𝗮𝘇ó𝗻 [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora