Capitulo 48

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Mujer de acción

¡Ey! Perfecta guerrera de corazón.
Mis cordiales saludos para usted.
Solo vengo a ofrecer
mis humildes palabras de corazón.

Si me permite la deseo enaltecer
Como debe ser... usted llena de fuerza
Llena de fuego y de pasión
Pero tan frágil como la mas bella flor

No se enoje, ni tampoco me mire extraño.
Es que usted es radiante.
Sobretodo al momento de mirarme
con ese desafío constante.

Las ganas de vida.
Y la alegría desbordada
simplemente para hacer mover
al alma más perdida y desganada

Que bella es tu esencia.
Desbordando alegría, fuerza y a veces pereza.
Pero nadie dijo que existe lo perfecto
Aunque se nota, que usted, lo busca.

Detallista y constante hasta donde más puede.
Con la humildad para pedir ayuda.
Pero con la ferocidad para avanzar sola.
Tu fuerza es la acción.

Siga siempre moviendo corazones
Empujando a los trotadores para que comiencen a correr.
Ayudando al mundo a descubrir sus alas.
Dejando en el mundo personas capaces de volar.

Muchas gracias por aparecer
Tu acción y motivación
Han sido mi más grande placer
Sin ti, la vida, dormida hubiese podido parecer.

-Piero Brull-

No logro comprender las palabras de Nicolás. Él me mira expectante, esperando alguna reacción por mi parte, pero yo me quedo inmóvil en el suelo.

Las personas encargadas de llevarse todo de mi teatro continúan en su labor, sin inmutarse. Miro a mi alrededor y todo es tan diferente y sin vida…

El escenario está en su lugar de siempre, pero ya no es lo mismo. No hay instrumentos ni lo cubre el típico decorado de pinturas con dibujos extravagantes y coloridos que alguna vez hicimos con los chicos, cuando recien lo inaugurábamos.

Las estanterías de libros que antes estaban repletas, ahora están desoladas. Todos nuestros elementos de trabajo ahora ya no están. El espacio parece aún mas grande que antes, pero yo me siento asfixiada.

Veo a un policía llevarse uno de los equipos de sonido, el cual nos costó mucho conseguir y que fue gracias a la donación de los vecinos.

Inmediatamente percibo un fuego que comienza a subir por mis extremidades hasta instalarse en el centro de mi pecho. Ese calor me impulsa a moverme.

- ¡Soltá eso! – Exclamo, deteniéndolo con una fuerza desconocida.

El oficial se tambalea ante mi empuje y deja el pesado artefacto en el piso. Me mira con incredulidad por un momento. Luego con rabia.

𝗠𝘂𝗿𝗮𝗹𝗹𝗮 𝗮𝗹 𝗖𝗼𝗿𝗮𝘇ó𝗻 [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora