Capitulo 34

1.1K 71 8
                                    

Lo que de veras fue no se pierde. La intensidad es una forma de eternidad.

-Jorge Luis Borges-

Felipe llama varias veces al teléfono de Benjamín pero éste lo tiene apagado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Felipe llama varias veces al teléfono de Benjamín pero éste lo tiene apagado.

- ¿Le habrá pasado algo? - Dice preocupado.

- Lo dudo - Mascullo entre dientes.

- ¿Vos sabés algo? - Me pregunta.

Arrugo la nariz.

- Hoy... tuvimos una especie... de discusión.

Felipe pone los ojos en blanco.

- ¡Cuando no ustedes dos peleando!

Me cruzo de brazos en la mesa y no digo nada.

- ¡Y vamos a buscarlo! - Propone Willy - ¡Hace mucho no lo veo al cabezón!

- No vive muy de lejos de acá... - Replica Felipe - Bancame que voy a buscar la camioneta. La dejé acá a unas cuadras...

Felipe se levanta de su silla y busca en los bolsillos de sus pantalones las llaves.

- ¡Voy con ustedes! - Digo impulsivamente.


Una hora después nos encontramos en la puerta de la casa de Benjamín. Decido bajar de la camioneta yo sola y asi hablar con él y pedirle disculpas. Lo conozco y sé que no va a aceptar ir con nosotros si yo no me disculpo primero.

Toco timbre y al rato me atiende Martina. Tiene puesto un vestido de color beige de una tela similar al satén, el cual es bastante sugerente. Arriba de él lleva puesto solo un saco de hilo fino color negro.

Me mira con sorpresa y luego frunce el seño.

- ¿Está Benjamín? - Pregunto.

- Se está bañando.

- Lo espero, entonces. Necesito hablar con él.

- ¿Sobre qué?

- Algo sobre... el galpón en el que trabajo - Miento.

- ¿Tan urgente es para que vengas hasta acá?

- Si.

Ella levanta una de sus cejas y me mira, esperando una explicación.

- Tengo algo así como... una propuesta... laboral para él.

Ella me mira de arriba abajo, indecisa. Pero luego me ofrece pasar para esperarlo dentro. Nos conduce al sofá y me ofrece algo para tomar.

- No gracias... disculpá la hora...

- No estábamos durmiendo igual...

Se produce un silencio incómodo.

Me dedico a observar el lugar y descubro fotos familiares por doquier. Hay una en particular que me llama la atención. Es de Rita recién nacida.

- ¿Y Rita? ¿Duerme? - Pregunto para matar el silencio.

𝗠𝘂𝗿𝗮𝗹𝗹𝗮 𝗮𝗹 𝗖𝗼𝗿𝗮𝘇ó𝗻 [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora