Capitulo 40

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Si ya sabes lo bella que eres,
¿Por que necesitas oirlo de alguien más?

El inservible ego nos juega en contra.
Si ya sabes lo valiosa que eres,
¿Por qué la duda?
Preguntas cuyas respuestas
viven en ti.

-Acappella-

Felipe se queja en dormido mientras descansa uno de sus brazos sobre el hombro de Benjamín

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Felipe se queja en dormido mientras descansa uno de sus brazos sobre el hombro de Benjamín. Abro la puerta del departamento y lo ayudo a llevarlo con cuidado hasta el sofá del living. Lo recostamos y luego lo tapo con una manta. Apenas apoya su cabeza en el respaldo del sillón, vuelve a quedar profundamente dormido.

- Gracias… - Le digo a Benjamín.

- No hay porqué –Contesta fríamente– Felipe tambien es mi amigo. Actúas como si lo hiciera por vos…

Frunzo el seño. Sus palabras me hieren y trato de ocultarlo.

- Ya sé – Le digo – Solo intento ser amable.

No contesta y  se dirige en silencio hacia la puerta.

- De esto nada a Cecilia – Le pido.

Él se limita a asentir casi sin mirarme y luego cierra la puerta tras él.

Me enfurece su actitud infantil pero a la vez sé que me la merezco. Aunque si supiera mi verdaderos motivos al rechazarlo, quizá me comprendería mejor.

Le saco las zapatillas a Felipe y me aseguro que duerma en una posición cómoda. Luego me voy a mi cuarto e intento conciliar el sueño. Sin éxito.

Al otro día los dos estamos con unas ojeras terribles y un aspecto digno de un tren fantasma.

- Necesito una olla de café – Masculla Felipe con la voz ronca.

Tiene los pelos alborotados y su ropa desalineada. Se sienta a la mesa, donde preparé el desayuno, y cierra los ojos con fuerza ante los ladridos de la perra de mi mamá.

- Pedile que se calle – Me ruega.

- ¿Algo mas, mi Lord? – Le digo mientras le pongo una taza de café bastante fuerte frente a él.

- ¿Qué pasó ayer?

- ¿De enserio no te acordás?

- Algunas cosas… después de que te fuiste del galpón con Nico… fuimos a un bar con Willy… y bueno… él tenia ganas de tomar algunos shots de tequila… no pude negarme. Trago va, trago viene… nosé cómo termine en la casa de Luisana… - Explica y luego toma un trago largo de café amargo.

Niego con la cabeza.

- Casi llama a la policía ¿Sabias? – Le recrimino.

- Siempre tan exagerada Luisana…

𝗠𝘂𝗿𝗮𝗹𝗹𝗮 𝗮𝗹 𝗖𝗼𝗿𝗮𝘇ó𝗻 [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora