Capitulo 17

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Qué dificil es
mirar tu futuro
de frente,
cuando tienes
tantas causas
perdidas
dentro
del presente.

Qué de obstaculos
te encuentras por
querer avanzar
cuando las raices
del ayer
te agarran
por el alma.

Pero debilidad,
no significa
triunfo.

Mañana saldrá
de nuevo el sol
y estarás
llena de heridas
pero tambien
desnuda,
dispuesta a
entregarte
a su calor.

Y es que
no pasa nada
nada por no
estar entera
si necesitas
caminar.

Porque si visitas
el fondo
de tus ruinas
entiendes
que a tu "todo"
ya solo le queda
suspirar e ir
hacia mejor.

-Isabel Polgach"

-	Benjamín, durante el rodaje de "4 Caminos" hubo rumores que te involucraban con una famosa modelo de Tucumán

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- Benjamín, durante el rodaje de "4 Caminos" hubo rumores que te involucraban con una famosa modelo de Tucumán. ¿Qué nos podes contar de tu presente amoroso?

Benjamín se sonroja visiblemente. Luego me mira a mi, pero yo desvío la mirada avergonzada. ¿Qué acaba de hacer? ¡Nos puso en evidencia delante de todos!

- Estoy solo por ahora - Alcanza a decir.

Luego de la entrevista, cada uno va a su habitación, cansados de recorrer la ciudad promocionando la pelicula.

Sin embsrgo, más tarde, Benjamín entra a escondidas a la mia.

Me sorprende con un beso al instante en que abro la puerta y lanzo risitas nerviosas entre besos por el temor de ser descubiertos. Lo hago pasar de inmediato.

- Feliz cumple – Me dice y me da un ramo de jazmines blancos. Vuelve a besarme, pero esta vez es un beso más prolongado y menos dulce. Muerde mis labios con la misma necesidad que ayer por la noche y yo ya veo las estrellas.

Cuando separamos nuestros cuerpos, no puedo evitar sonreír. ¿Cuándo iba a acostumbrarme a sus besos sin que el corazón quisiese salirse por mi boca?

- Gracias. Pero, si ya me saludaste hoy temprano…

- Si, pero ese fue un saludo de amigos. Y este – Me dá un beso fugaz – es de novios.

No logro disimular mi incomodidad y él lo nota.

- Ya sé, no te gusta esa palabra…

- No es eso… es que… no quiero que la gente se meta en mi vida. Estamos mejor así ¿No? – Digo y paso mis manos sobre su hombro, acercándolo aún más a mí.

Percibo su perfume y mi cabeza comienza a dar vueltas. Benjamín acaricia la piel desnuda de mi espalda debajo de mi remera mientras me besa y me aprieta contra su cuerpo.

- Hoy no… - Le digo con la respiración entrecortada.

- Ayer fue hermoso – Me dice al separarse unos centímetros de mi – siempre me imaginé como seria ese momento. Pero fue mucho más perfecto que cualquiera de mis más vivas fantasías.

Me sonrojo por su cursilería y lo beso nuevamente sin poder creer que finalmente estaba al lado del hombre que tanto amaba.

Me despierto de golpe con la respiración entrecortada. Mi frente está poblada de sudor. Siento un gran vacío justo ahí donde segundos atrás se encontraba mi amor por Benjamín.

Fue un sueño tan real, que casi puedo volver a sentir la presión de sus labios sobre los míos. Y su perfume, casi puedo volver a olfatear sus toques amaderados.

Me levanto del sofá notando todo mi cuerpo entumecido. ¿Cuanto habré dormido?

Afuera ya casi está oscureciendo y la casa está sumergida en el silencio. Supongo que mi mamá todavía no volvió de su clase de yoga. 

Me levanto con dificultad, mareada del dolor de cabeza y me encamino hacia el balcón, y así tomar aire fresco y acomodar mis ideas.

Es curiosa la forma en que mi cerebro se empecina en  traerme recuerdos en contra de mi voluntad. Ese dia cumplí 20 años durante la gira de la promoción de la pelicula en 2004. El dia anterior habíamos hecho el amor por primera vez con Benjamín y recuerdo cómo no podia caberme tanto amor en el pecho. No podia creer que después de tanto sufrir los dos, finalmente nos habíamos jugado por lo que sentíamos.

Nunca más pude volver a sentir tanto con un hombre que no sea él en mi intimidad. Recuerdo haber pasado el resto de la noche observándolo dormir, deseando ingresar en sus ensoñaciones y disfrutando ver su expresión de paz, como tantas veces hice antes. Pero aquella vez era diferente de todas las demás: él estaba en mis brazos.

Luego del llanto de horas atrás mi cuerpo está debilitado. Siento como si me hubieran extraído toda la energia que antes cabía en él. Me ducho pero eso no me reconforta, la sensación de vacío aun continúa ahí. Por la noche, llega mi mama con Aurora y Cecilia y preparamos la cena. Ellas notan que no estoy bien, pero de todos modos no preguntan. Felipe llega más tarde, luego de visitar a Benjamín en la clinica. Nos cuenta que se encuentra mucho mejor y que mañana le darían el alta. Sonrío genuinamente por primera vez en el dia y el resto de la noche me siento un poco mejor.

Al otro dia, con energías renovadas, decido ir a visitar a unos amigos del teatro Mandril donde antes funcionaba Arcoyrá. Me reencuentro con amigos de hace años que no veía hace mucho. Me invitan a participar en las actividades del dia, las cuales me ayudan a despejarme y sentirme mucho mejor. Vuelvo a sentir un poco de la paz de hace dias atrás, cuando ni por asomo imaginaba todo lo que iba a suceder y cómo mi vida se iba a poner patas para arriba tan rápidamente.

Detengo mis pensamientos, trato de poner mi mente en blanco y me dejo llevar por la música. Bailamos, cantamos y reímos. De pronto, vuelvo a ser esa mujer  de 25 años, conociendo este nuevo mundo y llena de energíajuvenil. El dolor de ayer tan pronto como afloró en mi pecho, lo liberó, dejándo espacio para sensaciones nuevas.

Y es entonces cuando me prometo a mi misma olvidar a Pedro, olvidar a Benjamín y olvidar mi pasado. Soltarlos para que cosas nuevas lleguen a mi predente. Ya lo habia hecho antes. ¿Por que no ahora?

Embriagada por la sensación de júbilo que sentí ayer, acepto la invitación de los chicos y vuelvo a visitarlos hoy. Esta vez hay un espectáculo de acrobacia en tela y no dudo en subirme otra vez en ellas antes de que la función comience. Enriedo un extremo de la suave tela en una de mis piernas y con los brazos comienzo a treparme. Mis músculos sienten el ardor por el esfuerzo pero no es doloroso en absoluto, por el contrario, me dá vida. Continúo trepando cada vez más hasta que estoy a casi dos metros del suelo.

Cuando miro hacia abajo y me dispongo a soltarme para desenredarme junto con la tela, veo a Benjamín entrar por una de las puertas del galpón.

Sin querer, mis manos pierden su fuerza por un segundo y caigo al suelo.

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𝗠𝘂𝗿𝗮𝗹𝗹𝗮 𝗮𝗹 𝗖𝗼𝗿𝗮𝘇ó𝗻 [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora