Capítulo 2

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Finalmente en Buenos Aires, respiro profundamente mientras el avión aterriza lentamente en la pista.
Mis vacaciones apenas comienzan y tengo la ligera impresión de que puede ser una de las vacaciones más locas de mi vida, pero para fin de mes estoy regresando a México.
Nunca viajé solo fuera del país, tenía un poco de miedo y aprensión. Pero ya tenía 18 años, ya era hora de asumir la responsabilidad. Es extraño y genial al mismo tiempo.
Soy muy apegada a mis padres, ya que mi hermano se fue temprano de casa y terminé siendo la pequeña bebé. No sé quién lloró más en mi "despedida".
Cuando me bajo, tomo mis maletas.
Miro a un chico alto con cabello rubio, ojos azules y fuerte, muy fuerte.
És Manuel. Dios mío, qué guapo es. No lo he visto en cinco años.
Miro hacia abajo y veo que está sosteniendo un cartel de "Pilar Pascual". Comienzo a reír, dejo caer mis maletas en el suelo y corro hacia él. Él abre los brazos y yo salto a su regazo y le doy un fuerte abrazo lleno de anhelo.
- Dios mío Manuel! Cómo estás hermoso!
Lo solté y lo miré fijamente.
Él se rió.
- Y tú Pili? Ya ni siquiera se parece a mi pequeña bebé, es una mujer!
Tomó mi mano y me hizo girar
- Te extrañé mucho.
Suspiro y lo abrazo de nuevo.

Nos pusimos al día con nuestra conversación, él me ayudó con mis maletas y fuimos a su automóvil.
Manuel me dijo que no vive solo en su departamento, vive con otras cuatro personas, había tres chicos y una chica.
Su apartamento es un desastre, no silencioso por un minuto.
Dijo que conoció a estas personas en una fiesta y terminó convirtiéndose en amigos y viviendo juntos hoy.
Vivía en el piso quince. Puso la llave en el pomo de la puerta y abrió la puerta del apartamento.
- Primero las damas
Manuel sonriendo y espacio para entrar delante de él.
- Desde cuándo eres todo cortés?
Lo pasé por la puerta y entré al departamento, era un lugar grande. hermoso, bien ventilado Con una sala de estar muy grande, un sofá y una televisión aún más grande. Una chica aparece en la sala de estar y se sienta en el sofá sin desviar la atención del teléfono celular en la mano.
- Chicos, mi hermano llama la atención de la chica que estaba y otros dos chicos, que estaban en la cocina hablando, o más bien gritando. - Esta es mi hermana, recuerden que les dije que vendría a pasar las vacaciones con nosotros.
La chica de su teléfono celular se levanta con una sonrisa en sus labios y viene hacia mí.
- Placer Carolina, extendió la mano,Tú hermano habló mucho de ti ...
- Hola soy Pilar
Sonreí estrechándole la mano.
- Dijo mucho sobre ti, Pilar
Ella completó.

Carolina es hermosa, tiene los ojos claros como los míos. Tiene el pelo rojo, pero un tono más claro. Y tiene un cuerpo hermoso. Ella se parece a una muñeca. Los dos chicos en la cocina también son muy guapos.
Wow, son muy.
Uno era rubio, realmente argentino, y su ojo estaba despejado. Muy hermoso.
El otro su piel más oscura también. Y una sonrisa encantadora.
Qué hermosos son los argentinos.

- Uouw Manuel, por qué no dijiste que tu hermana es tan hermosa? El par de ojos azules me miró con picardía. - Placer Santiago Saéz
Tomó mi mano y la tomó.
Sonrie
- Placer Pilar Pascual
Miré a mi hermano y él ya estaba frente a Santiago.
- Hola Pilar! Me saludó abrazándome, lo cual me pareció extraño. En México no abrazamos tanto a la gente - Soy Simon.
Le sonreí.
- Pili, también me pareció extraño cuando me mudé aquí, pero te acostumbras ... Extrañando a un chico pero no sé dónde está ...
Dijo Manuel.
- En realidad, dije que encontraría la vaca de Joana.
Carolina dijo molesta con eso.
- De todos modos, conociste a todos los que están aquí. Mi hermano me toma de la mano. - Te mostraré la habitación.

En el apartamento tiene tres habitaciones, encontré poco. Lo que me lleva a la conclusión de que comparten habitaciones. Dijo que me quedaría con Carolina, pero de hecho comparte con ella.
Hmm ... es así, mi hermano y Carolina?
Luego se dividen las habitaciones: Carolina y mi hermano, Simon y Santiago. Yo y el chico que aún no conozco. Manuel me dijo que este chico compartía una habitación con otra chica pero que ella tenía que regresar a su ciudad. Así que tenía su propia habitación, bueno, hasta el día de hoy.
- Siéntase libre
Puso mis maletas en el suelo y salió de la habitación.
La habitación era hermosa, un poco pequeña para compartir. Pero estaba contenta con mi nueva habitación. Y dentro de la habitación había un baño, que me encantó y me facilitó la vida.
Al salir de la habitación e ir a la cocina, encontré a Carolina sentada en la mesa del comedor.
- Estoy segura de que te gustará Purre.
Ella dijo sonriendo.
- Purre? Ni siquiera podía decir ese nombre bien ... qué diferente ...
Pregunté confundida
- Sí, José. El chico con el que vas a compartir habitación.
Dijo ella mirando su teléfono celular.
- Oh, espero por eso.

Todos en el departamento se habían ido a dormir, pasadas las 2 de la mañana, y me estaba muriendo de sueño. Ya tenía la luz apagada, solo la lámpara encendida, tenía en mi pijama y me levanté agarrando mi cargador del teléfono en el último enchufe libre de la habitación.
Regresé a mi cama y dormí.
La luz de mi habitación está iluminada sin ninguna bondad que me haga despertar y poner la manta en mi cara para evitar la luz en mi cara.
- Quién eres tú?
Una voz gruesa suena desde mi habitación.
Me molestó encender la luz de mi cara y tenía tanto sueño que preferí no contestar.

****
Abrí los ojos lentamente y había una luz en la habitación. Me rasco los ojos y me acomodo en la cama, veo que hay una mujer de unos 40 años barriendo el piso.
- Lo siento, no quería molestarte
Dijo yendo a cerrar la cortina
- No me despertaste. Sonríe. - Puedes dejar la cortina abierta
- Y buenos días, debes ser la hermana de Manuel, no?
- Buenos días, sí soy 
Digo levantarse de la cama
- Ya limpio aquí, te dejaré estirarte. Nos reímos juntos, Placer Rose.
- Pilar, gusto en conocerte.
Ella sonrió y salió de la habitación.
Voy al baño, me lavo los dientes y la cara, cuando voy al enchufe que había puesto mi teléfono celular. No estaba cargando, tenía otro teléfono celular cargando en lugar del mío.
Me invade un odio, levanto mi teléfono celular y estaba completamente sin batería.
Miro para otro lado y en la cama hay una persona durmiendo, creo que debería ser "Purre"
Me acerco a él con un resoplido y taco el teléfono celular que lo llevaba
- Joder, se despierta cuando el teléfono toca su hombro y se sienta en la cama. - Quién eres vos? estás loca?
Gritó con la mano donde lo golpeé.
- Quién eres tú ? Que sacó mi teléfono celular de la toma de corriente que estaba cargando?
Dije gritando
Se levanta y toma mi mano para que ya no le arroje nada.
- La próxima vez que me despierte con algo que me arrojaste ...
Fue interrumpido por la puerta del dormitorio que se abría.
Mi hermano entra a la habitación con una sonrisa en los labios.
- Veo que ya te conociste. Manuel sonrió. - Purre, esta es mi hermana, Pilar.
Purre soltó mis manos dejando incluso la marca de su agarre, ya estaba molesta por mi teléfono ahora él me deja así, quién él cree que es.
- Bueno, vine a advertir que voy al mercado con amigos, hagamos una fiesta hoy en casa, sonrió. Quieres ir Purre?
- No, gracias.
Él  sonrió y se arrojó de nuevo a la cama y se recostó.
Mi hermano sale de la habitación dejándonos solos otra vez. Crucé mis brazos y lo vi acostado en la cama con los ojos cerrados. Es aburrido, grueso pero muy guapo. Dios mío, qué hermoso.
Es moreno, su tono de piel también aunque parece que no sale de la playa, tiene labios muy rojos, una sonrisa ... Muy hermosa...
Ya sabía que no nos llevaríamos muy bien. Pero el lado positivo es compartir una habitación con un chico tan guapo.
Abrí mi bolso y agarré un atuendo, fui a ducharme y a hacer mi rutina matutina.

La casa estaba tontamente vacía, Rose parece haberse ido también. Fui a la cocina a preparar mi desayuno, con huevos, leche y cereales. Manuel compró mis comidas favoritas. Me encantá.
El olor proveniente de los huevos era muy bueno, me recordó al desayuno en mi casa y ya extrañaba ellos, un día lejos de ellos, Pilar.

Me siento a la mesa y empiezo a desayunar, una voz ronca llena la habitación y me hace levantar la cabeza para ver quién es.

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