Capítulo 3

1.1K 68 1
                                    

- Juré que te habías ido.
Yo resoplo
Se ve aún más bonito, acaba de ducharse, tiene el cabello mojado y usa pantalones cortos azules, con una camiseta sin mangas que revela sus bíceps. Veo que él va a la cocina a preparar su desayuno y solo sonríe, pero luego aparto la vista y vuelvo mi atención al teléfono.

Después del desayuno, estaba en el sofá viendo la televisión mientras Purre hacía el ruido más fuerte en la cocina.
Se abrió la puerta de la casa, entraron cuatro personas, Manuel, Carolina, Simon y Santi. Me saludarán y dejaron todas las compras en la cocina, estaban muy contentes. Por la cantidad de bebida y comida, estoy seguro de que no es una fiesta solo para nosotros. Carolina viene a mí con una sonrisa amistosa en sus labios y se sienta a mi lado.
- Conocías el Purre? Preguntó con una sonrisa traviesa. - Te llevaste bien?
Ella preguntó con curiosidad.
Apuesto a que Manuel no comentó sobre lo que sucedió en la mañana.
- No.
Dije y ella se confundió
- Cómo no? Está bien que Purre sea un poco gruñón pero es muy amable.
Él sonrió revelando sus hoyuelos.
- Como dijiste que es gruñón, no me caía bien y tampoco le caía bien a mí.
- Entendido, tienes algún plan para hoy?
- No, porque?
- Hagamos una fiesta aquí, tal vez no puedas encontrar un chico.
Dijo empujando mi hombro ligeramente.
Me gusto ella,
- Oh si se ve bien
Los dos nos reímos.
Simon viene a nosotros en el sofá con una mirada curiosa y se sienta.
- Aparentemente ya son amigas y ya están en esta aburrida conversación de chicas.
Dice riendo.
- Simon callaté ni siquiera sabe de qué estamos hablando.
Dijo Carolina.
- No importa que estan hablando, la conversación de chicas siempre sea aburrido.
Se levantó riendo y le revolvió el pelo de Carolina. Pude ver que ambos tenían una gran amistad.
Purre estaba en la cocina preparando cosas para a fiesta y mi hermano en su teléfono celular, apuesto a invitar a todos a la fiesta.Tenía ganas de salir un poco de la casa, decidí dar un paseo por la calle.
- Voy a dar un paseo, volveré pronto.
Le advertí a Carolina que ella sonrió y asintió.
Estaba caminando por las calles de la ciudad, el cielo estaba azul, el día era muy caluroso, no estaba tan acostumbrada a este clima de Argentina.
Mirando hacia la calle siento un cuerpo chocando contra el mío, haciendo que nuestros hombros se golpeen.
- Lo siento, te lastimé?
Siento que sus manos me sostienen por el brazo, miro hacia arriba y encuentro hermosos ojos verdes.
- No, no me hizo daño.
Él todavía me sostenía y realmente muy guapo, no he visto a un chico feo desde que llegué.
Se da cuenta y me libera.
- Lo siento una vez más.
El sonrió.
- No hay problema, solo ten cuidado la próxima vez.
Dije riendo
- Déjalo. Me tengo que ir ahora. Llego tarde a una cita, pero lo siento mucho.
Él sonrió y se apresuró.
Además de ser bello, era educado.
Decidí volver al apartamento después de una buena caminata, sudaba y necesitaba un baño.

Estaba parada frente al espejo de mi habitación, secándome el cabello. Algunas personas ya habían llegado y la música ya estaba sonando. Me puse un vestido blanco, no demasiado apretado.
La fiesta en casa, yo podría ir en pijama.
La puerta del dormitorio se abre y Purre entra con el ceño fruncido.
Siempre está de mal humor así?
- Qué es todo este humo en mi habitación?
Él fue a la ventana y la abrió.
Oh Dios mio.
- Me estoy secando el pelo, no lo viste?
Le señalé la secadora para que la mirara.
- En serio? Ni siquiera me di cuenta.
Dice burlonamente.
Me volví a secar el pelo y lo miré en el espejo.
Maldición, se veía aún más bonito.
Con unos shorts negros es una camiseta blanca. Abre el cajón de la cómoda junto a él, saca su cigarrillo y sale de la habitación.
Yo resoplo.
Después de un rato estoy lista, miré en el espejo y dale me gusta al resultado. Estaba en el enorme balcón del departamento comiendo carne que Santiago preparó. Él es excelente en esto, he comido varias.
El apartamento estaba lleno de gente que no tenía idea de quiénes eran.
- Aceptas?
Carolina se acerca a mí con un vaso de jugo.
Tomé el vaso y tomé un gran trago.
Ella comenzó a reírse de mi cara.
- Hay alcohol en eso?
Pregunté con una mueca.
- Bien, si tiene obvio
Ella se inclina a mi lado en el porche.
- No bebo.
Sonrie
- Qué? Qué quieres decir?
- Digamos que yo tengo una cierta falta de control sobre las bebidas. Sonrío. - Así que prefiero no beber.
- Pero es tan débil que parece un jugo ...
- Aun así, mejor evito
Los dos nos reímos.
- Así que solo estar en el refresco es mejor. Ella sonríe. - Voy al baño ya veni, Pili
Realmente estaba disfrutando de ella parecía muy genial. Puedo pensar que eres mi cuñada?

Estaba viendo la vista de la ciudad desde el balcón de mi hermano cuando escucho una voz familiar.
- Acepta?
Puso un plato de carne frente a mí, alcé la vista para ver quién era. Era lo rubio de ojos verdes que conocí en la calle.
- Si, claro.
Sonreí tomando un trozo de carne.
- Parece que no te gustan estas cosas..
Él habla refiriéndose a la fiesta que obviamente yo tenía una cara terrible.
- Y no me custa.
- Y qué haces aquí?
Preguntó con curiosidad.
- Yo vivo aqui.
Sonrie
- En serio? Nunca te vi aquí ..
Tomó un sorbo de su bebida.
- Quizás porque llegué aquí ayer? Mi tono de voz era un poco pesado. - Lo siento ...
- Todo bién.. Me interrumpio
Estuvimos un poco en silencio y me di cuenta de que era grosera sin ninguna razón, el chico está siendo amable.
- Soy hermana de Manu
Dije sonriendo.
- En serio? Sabía que tenía una hermana, pero no sabía que era tan hermosa ...
El habló. Sentí mi cara arder.
- Soy su amigo.
Nos quedamos en silencio otra vez.
- Lucas, pensé que no vendrías.
Escuché la voz de Carolina y ambos nos volvimos hacia ella.
- Caro. Fue hacia ella y la abrazó. Desapareciste ...
Comenzaron a hablar y me fui para hacerlos más cómodos.
Estaba aburrida.
Fiesta aburrida.
- Veo que conociste al gilipollas de mi primo.
Miro hacia un lado y veo a Purre con una botella de cerveza en la mano.
- Primo?
Pregunto
- Sí, Lucas.
Él responde molesto.
-Son primos Purre y Lucas? Pero no se parecen ... bueno, los primos son muy diferentes, pero los dos. Nunca me lo imagino.
- Sois primos?
Sigo preguntando un poco confundida
- Sí. Se encogió de hombros hacia el porche. - Será mejor que no estés tan cerca de él, no es una buena persona.
Tomó otro sorbo de su cerveza.
Qué le pasa a este chico conmigo? No puede tratarme normal? Ahora quieres alertarme? Ah por favor.
- Ah, y tú eres Purre?
Con cierta dificultad pronuncio su nombre y levanto una ceja.
- No, Pero admito que no soy. Se pasó las manos por el pelo. - Es solo una advertencia.
Él habló y me dejó allí solo.

Estaba tan aburrida que fui a mi habitación, tomé mi computadora y llamé a mis padres, los extrañé.
Los llamé por Skype.
- Hola!!!
Hablé tan pronto como apareció y pude ver la sonrisa en los labios de mi mamá
- Amor, ven aquí! Pilita está aquí! Ella gritó y parecía emocionada. - Hola mi amor, ya extraño a mi pequeña.
Dijo sentado al lado de mi madre.
- Yo también extraño, y papá, no soy tu pequeña charla como si aún fuera un bebé.
Nos reimos
- Siempre serás nuestro pequeña bebé, qué es ese ruido? No me digas que tu hermano está haciendo una fiesta?
- Sí, papa, una "mini social "
Hice con mis dedos.
Pasamos mucho tiempo hablando y los extrañaba mucho, era una rutina estar con ellos todos los días. Y ahora estoy lejos.
Me despedí de mis padres y apagué la computadora
Se abre la puerta del dormitorio y entra Purre, sin ninguna delicadeza.
- Mira lo que te traje.
Sacó un adaptador de enchufe de su bolsillo.
- Por qué?
Encontré tu actitud extraña
- Porque no quiero despertar con algo que me arrojan. Y para mi tranquilidad, ahora tienes tu adaptador.
Dijo arrojándose sobre la cama.
- Y te vas a quedar allí? No vas a quedarte allí en el soci...
Me interrumpe
- Algún problema?
Levantó las cejas mirándome.
- No es eso...
Me interrumpe otra vez
- Así que listo. Se quitó las zapatillas y giro hacia un lado. Buenas noches Pilar, apaga la luz.
Arghhh !!! Qué odio.
- Idiota.
Hablé en voz baja pero lo suficiente como para que él oyera.
- Yo oí
Salí de la cama irritada con él, ya era una rutina. Agarré mi pijama y fui al baño a cambiarme y no apagué la luz.

LAS VACACIONES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora