Capítulo 35

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Narra Pilar

Hoy fue simplemente una de las experiencias más increíbles de mi vida.
Estos niños ganaron mi corazón.
Ver su alegría al recibir juguetes y canastas básicas me hizo muy feliz.
Pasamos todo el día con los niños, jugamos muchos juegos con ellos, cantó Purre. Fue un dia increible.
Nunca lo olvidaría.

Estábamos en el automóvil con el conductor ahora camino a un lugar diferente para que cenamos.
- Está todo bien?
Purre me atrae hacia él y mi cabeza toca su hombro.
- Oye, ya dije que sí.
Le sonreí.
- Lástima que nos vamos mañana. Quería quedarme aquí contigo más. Solo nosotros dos.
- Yo también quería..
Y no podía relajarme porque cada vez mis pensamientos iban al pasaje. Quería decírtelo pronto, pero algo me detuvo. No quiero que esté triste tampoco, el viaje está siendo tan bueno. Estoy muy confundida sobre qué hacer.
No puedo hablar con él al respecto.

Después de un rato llegamos al restaurante. Fue en otro barrio que me encantó. Porque conocemos diferentes lugares. Nos sentamos en una mesa con una vista muy bonita de la ciudad.
Me imagino que debe ser uno de los restaurantes más caros aquí.
Miro a Purre, él está mirando el menú.
- Ya sabes lo que vas a pedir?
- Si.
Hablo con entusiasmo y hago mi pedido directamente con el camarero. Me mira un poco confundido, sí, pedí un poco de todo.
Él toma la orden y nos deja solos.
Mi mirada se dirige hacia la puerta del restaurante que se abre y el que menos quería ver ahora entra.
Esto solo puede ser una broma.
Estoy seguro de que está chica está seguiendo nosotros.
- Purre, mira esto.
Tomo su brazo con algo de fuerza y mira a la persona con la que estaba hablando.
Ella le sonríe.
Ella ha estado caminando lentamente con su sonrisa a nuestra mesa.
- Qué coincidencia, Pilar y Purre! Dios mío!
Ella sonríe y mira a Purre.
Odio a esta chica
- Sí, una gran coincidencia.
Yo también sonrío.
Ella va a Purre y lo besa en la mejilla, y por mí. Ella extiende su mano. Quería golpearla. Volar alrededor del cuello de esta chica.
- Me puedo sentar?
Ella se sienta al lado de Purre.
Y él no hace absolutamente nada, quiero golpearlos a ambos ahora.
Le sonrío a ella.
- Ya te sentaste.
Resoplo y saco mi teléfono celular, enviando mensajes de texto para decirles a las chicas lo que hizo.
- Qué hacen aquí?
Ella pregunta
- No te interesa, pero mi respeto es diferente al tuyo. Estamos haciendo lo que hacen los novios, disfrutando juntos.
Purre sonríe y le devuelvo la sonrisa.
No voy a caer en su juego, mucho menos perder mi tiempo. Pero también me di cuenta de que Purre no mueve un dedo para salir de estas situaciones.

*****
Narra Purre

Pilar me frunció el ceño el resto de la noche, no hice absolutamente nada.
Ahora estamos en la habitación del hotel.
- Realmente te vas a quedar así?
Me acuesto sobre ella y la beso con calma, pero pronto se da vuelta para mirarla en cualquier rincón de la habitación.
Ella esta callada.
- Pilar.
Ella resopla y me empuja fuera de ella, y se sienta en la cama.
- Purre, no crees que es una coincidencia lo que pasó?
Pongo los ojos en blanco
- Claro que es.Pero tengo la culpa de eso?
- Nada, Purre, nada.
- Vamos a salir?
- No estoy de humor
- Jorder, Pilar
- No quiero, Purre
Dios mío, dame paciencia.
- Pili, nos regresamos mañana, disfrutemos la última noche aquí juntos.
Ella pone los ojos en blanco y se levanta
- Vamos a donde?
- No sé, paseemos para ver la ciudad
- Muy bien vamos
Ella sonríe
La veo vestirse y cuando veo que el perfume está puesto. Me pongo los zapatos y ella toma su bolso.
Me mira y sonríe.
- Dale?
Camino a ella
- Te ves hermosa. La beso lentamente y susurro: - Y mía.
Ella se ríe y entrelaza sus dedos con los míos, salimos del hotel y decidimos caminar por las calles cercanas al hotel. Sin rumbo. Solo disfrutando de la compañía del otro Caminamos por varios lugares, había una plaza, bailamos allí, la di vuelta en el aire. Y luego corrimos como dos niños, nos besamos. Cuando regresamos al hotel ya era tarde, nos perdimos un par de veces, pero al final todo salió bien.
Fue increíble.

***
Cuando abro la puerta del dormitorio, Pilar corre y se tira sobre la cama. Voy hacia ella y me tiro encima de ella.
- Ah! Purree! Gritó riendo y trata de arrojarme al otro lado. - Sal de aquí
- No.
Me paro encima de ella y la beso.
El beso comenzó lentamente y con deseo, pero pronto se profundizó. Tenía un poco de miedo porque la última vez que tuve sexo con Pilar, ella pensó que solo quería tener sexo con ella. Y realmente no quiero que penses eso, yo quiero ella.
Si ella no quiere, lo entenderé.
- Oye ... detengo el beso lentamente. Y la miro a los ojos que transmiten deseo. - De verdad vos quieres hacerlo?
Ella pone los ojos en blanco, claramente sin paciencia.
Tenía mucho miedo de perderla de nuevo. Quería hacer todo bien esta vez.
- Lo sé Purre, crees que nunca más volveré a tener sexo contigo?
- No quiero que pienses nada, no quiero solo sexo contigo, Pilar. Lo sabes? Si no lo sabes, te lo digo ahora.
Soy sincero con ella.
Ella me agarra del cuello y me besa.
Ella susurra
- Olvida todo, Purre, seamos solo nosotros aquí. Mañana, es el otro día.
Ella sonríe y me besa de nuevo. Se ve muy sexy con esa sonrisa maliciosa, Dios mío.
Cambio de posición y la llevo hacia mí. Y mis manos van directamente a su trasero, presionando su cuerpo contra el mío. Pegando nuestros cuerpos.
- Me gusta así, dejé de hablar y actué.
Ella se ríe y me siento un poco ofendido, pero luego lo resuelvo y la beso de buena gana de nuevo.

Mi mano se desliza por tu pierna, lentamente sube hasta tu cintura y aprieto tu cuerpo contra el mío. Me siento en la cama y la acerco a mi. La besé sin parar, nuestras lenguas estaban en perfecta armonía. Sus piernas están envueltas alrededor de mí, la apreté más fuerte haciendo que mi deseo por ella se sintiera. Ella deja escapar un gemido entre el beso. Mi boca baja por tu cara hasta tu cuello, camino con mi lengua y beso lentamente sobre esa región, haciendo que se estremezca.
Me beso todo el camino hasta que llege a tu camisa. Miro a Pilar y nuestros ojos se encuentran. Te arranco la camisa y la tiro a cualquier lugar de la habitación. Nunca me cansaría de verla así en un sostén, es muy hermosa.
- Te gusta lo que ves?
Ella me pregunta riendo, y me doy cuenta de que pasé demasiado tiempo admirándolo.
- Yo amo todo en ti, Pili.
Se muerde el labio y la beso de nuevo, mis manos van a sus senos, masajeo lentamente mientras juego con su lengua. Pilar acerca su boca a mi oído y gime suavemente.
Me volvió loco.
Ella mueve sus caderas lentamente en mi regazo.
Pierdo el resto de mi autocontrol que tenía hasta ahora.
La acuesto de nuevo en la cama, estoy encima de ella, mis manos van a sus pantalones cortos de mezclilla. Me lo quito sin ceremonias, sus manos corren por mi brazo, incluso mi camisa se quita rápidamente y sonríe. En segundos nos deshicimos de todas nuestras prendas faltantes.

Solo quería hacerlo mía,  y no tardó mucho en suceder.

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