Pasaron unos días y hoy la medianoche era Navidad. Estamos en una casa de playa muy grande, con la familia de todos los chicos y Carolina.
La madre de Purre también vendría con Mica. Todo sería perfecto con mis padres aquí, pero desafortunadamente están haciendo su Navidad en otro país.
Purre y yo éramos normales el uno con el otro, no éramos una pareja. Bueno, hoy deberíamos estarlo. Pasamos el día organizando la comida, conociendo a las familias. Alrededor de las ocho de la noche me estaba preparando con Carolina. Yo elegi un vestido azul claro, era largo y tenía una abertura hasta el muslo. Me maquillé y me ondulé el pelo y pongo un salto.
Salimos de la habitación y fuimos a la sala de estar y Manuel nos miró y sonrió. Carolina se veía hermosa con un vestido rojo.
- Wow. Él vino a nosotros. - Ustedes son las chicas más hermosas que he visto en mi vida.
Él sonríe y nos abraza.
Manu y Caro se besan y yo sonrío. Estoy segura de que Manuel será un gran padre y la ama mucho.
Voy a la cocina y decido dejarlos a gusto. Abro la nevera, tomo una botella de agua y la vierto en un vaso. Cuando cierro el refrigerador me asusto con Purre.
- Dios mío, Purre.
Hablo con mi mano sobre mi corazón y suspiro. - Casi me matas.
- Que pasó?
- Sigues apareciendo así de la nada
- Vine a buscar comida para poner sobre la mesa. Pasó junto a mí y abrió la nevera - No es mi culpa que te haya encontrado aquí. El sonríe.
Cerró la puerta del refrigerador y se paró a centímetros de mí.
Siento tu aliento cerca del mío ..
- Tienes razón ... hablo casi en un susurro.
Cuando él iba a decir algo o hacerlo por su cara. Suena el timbre.
- Yo contestaré.
Se acerca a mí y toma la botella de agua detrás de mí, pegando nuestros cuerpos aún más. Respiro hondo y él se aleja.
Me apoyo en el banco porque mis piernas estuvieron temblorosas por un momento.
La casa ya estaba llena, todos hablando juntos, la madre de Simon contando varias historias sobre él de las que me estaba riendo. Mica corriendo por la casa y tirando de mí. Yo estaba abrazando Mica y ella me estaba tocando el pelo.
- Tia pili quiero mis regalos
Ella dijo riendo.
- Solo puedes ganar la medianoche
Ella hizo un puchero. Saqué mi teléfono celular e hice una historia sobre nosotros dos.
" Te quiero Mica 💙"
En esto Santi pasa por nosotros.
- Pili, la madre de Purre quiere hablar con ustedes dos.
El sonríe. Le devuelvo la sonrisa y pongo a Mica en el suelo. Miro a Purre y señalo que vaya al balcón.
Fernanda viene a mí.
- Pilar, qué hermosa te ves.
Ella sonríe.
- Gracias, yo digo lo mismo de ti, Fernanda.
Ella se sienta en el sofá del porche.
- Entonces, Pilar. Hablé con Purre ahora. Ella me mira. - No te di aviso en estos días porque estaba trabajando muy duro en la fiesta. Quería decir que ustedes están mejor de lo que imaginaba. Incluso son portadas de revistas para adolescentes.
Dice emocionada.
- Pilar, lamento haberte involucrado en mi negocio, pero no pasará mucho tiempo ... Me toma la mano suavemente. - Muchas gracias.
Yo sonrío
- Nada.
Por fin hablé. No tenia nada que decir.
- Lo supe hasta besaste, ella ríe fuerte. Haciéndome sonrojar. - Y no ibas a involucrarte, no es verdad?
- Madre, deja eso.
Purre habla nerviosamente.
- Está bien, buscaré a Mica. Pueden estar solo. Ella se ríe.
Purre me mira.
- Pilar ... lo siento por eso... yo..
Lo interrumpo.
- Está bien, Purre.
Yo sonrío
Él va a la mesa de bebidas y recoge una botella de champán.
- Vamos a dar un paseo?
- Qué? ahora?
- Sí. Se encogió de hombros. - Regresamos antes de la medianoche, todavía es temprano.
- Nos echarán de menos.
- Para nada, se entretienen en conversaciones.
Silencio.
- Vamos, Pilar, te ves hermosa para quedarte en casa?
Me rié. Él habla
- Voy a tener que rogar?
Me llama la atención.
- Dale, vamos.
Yo suspiro.
Salimos de la casa hacia la calle.
Lo miro
- A dónde vamos?
Pregunto
- No sé, caminemos por la playa.
Asiento y camino hacia la arena, el mar estaba muy tranquilo, casi sin olas.
No estaba logrando mantener este salto.
- Espera
Lo llamo y me apoyo en su hombro para quitarme los talones. Lo dejo cerca de una piedra. Caminamos de nuevo en silencio, pero no fue desagradable, por el contrario, estábamos disfrutando de la compañía del otro.
- Estaba recordando cómo nos conocimos.
Él rié
- Digamos que no fue uno de los mejores comienzos. Me río en voz alta. - Fuiste demasiado duro conmigo.
- Deja de mentir Pilar, se ríe. - Nunca te traté mal
- Ah, quieres que te recuerde?
- Querías qué? Me despertó con un teléfono celular que me arrojó.
Me mira y yo me río.
- Desconectaste mi celular
Comenzamos una discusión hasta que terminamos riéndonos el uno al otro.
Caminamos un rato más, hablando de varios temas.
- Dios mío Purre, qué hora es?
Pregunto desesperada. Él saca su celular y mira
- Dos minutos para la medianoche
- QUÉ? Mierda, el tiempo Purre, pasó tan rápido que no habrá tiempo para llegar a la casa
- No es lo mismo
- Y ahora?
Yo preguntó
- UN MINUTO.
Se ríe.
- No tonto, me reí. - Qué vamos a hacer ahora?
- Vamos quedarse aquí.
Él me mira.
- Es la manera.
Lo miro y lo veo mirando la hora en su teléfono celular.
Me sorprende que tu cuerpo haya llegado a abrazar el mío, de nuevo me toma por sorpresa. Me toma un tiempo a pensar pero le devuelvo el abrazo.
- Feliz Navidad, Pili.
El habla en voz baja.
"Feliz navidad, Purre!!!
Me suelta lentamente y me mira, su mano permaneció en mi cintura. Tu rostro se encuentra claramente con el mío, cierro los ojos y siento nuestras respiraciones.
Me besa.
El beso fue lento y tranquilo con una mezcla de deseo, su mano envolvió mi cintura y acercó mi cuerpo al suyo.
Nos separamos por falta de aliento, y él me acaricia la cara.
- Me alegro de haber traído esta campaña.
Él sonríe mientras recoge el champán que yacía en la arena.
Hubo algunos incendios en el cielo, que colorearon la playa. Fue hermoso
Purre sacudió el champán y estalló
- !FELIZ NAVIDAD!
Me hizo girar en el suelo haciéndome reír. Estaba encontrando este Purre extraño ahora.
Me pone los pies en la arena
- Vení Pili.
Me toma de la mano y jalame hacia el mar
- No, no Purre, va a arruinar mi vestido.
Tira su teléfono celular en la arena y se quita el zapato.
- Deja de frescura.
En cuestión de segundos me levantó y se dirigió al mar. Tan pronto como deja de correr, me tira al agua.
Y así, fue mi ropa, mi maquillaje y mi cabello.
- Purre, te voy a matar.
Le echo agua, estaba parado mirándome a centímetros de mí. Me pongo de puntillas. Su mano va a mi cara y pega sus labios a los míos, su lengua pide un pasaje para entrelazar los míos. Purre acerca su cuerpo al mío, alrededor de mi cintura y envolviendo mis piernas alrededor de su cintura. Con nuestros labios aún pegados el uno al otro, sale del mar.
Nunca olvidaría este Navidad, está siendo lo más loco de mi vida.
- Feliz ...
Él sussura, mordiendo mi labio lentamente y luego besándome de nuevo.
No estaba pensando en nada malo ... al contrario, el clima se estaba calentando mucho.
- Purre ... nuestras cosas ...
Dije casi en un susurro, necesitaba controlarme.
Me baja con cuidado y caminamos hacia nuestras cosas.
- Todo está aquí ..
Se sienta en la arena y toma el champán tomando un sorbo.
- Menos mal..
Me acuesto en la arena sintiendo que la arena se me pega. El cielo estaba lleno de estrellas y me quedé allí admirando la compañía de Purre.
Y sin que me diera cuenta, mis ojos estaban pesados y terminé durmiendo allí mismo.
Esta fue sin duda una de las mejores Navidad que he tenido en mi vida.
