Capítulo 27

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Hoy finalmente vamos a caminar todos  juntos y mañana íbamos a una fiesta con un espectáculo aquí en España. Tendría dos días más aquí y quería quedarme para siempre. Estaba encantada por acá.
Hoy no hacía tanto frío, hacía unos dieciseis grados.
Llegamos al lugar donde íbamos a encontrarnos con el amigo de Simon. Caminamos hacia el chico que Simon estaba señalando.
Dios mío, qué chico muy hermoso.
Sus ojos eran azules, rubio, un cuerpo musculoso y una hermosa sonrisa.
- Este es Joaquín, mi amigo.
Simon lo presenta. El niño nos mira y luego abre una hermosa sonrisa.

Me impresionó su belleza.
- Está todo bien, Pilar?
Purre me empuja, haciéndome desviar mi atención del apuesto hombre frente a mí.
- Ah ... si
Yo sonreí.
- Hm.
Joaquín comienza a hablar sobre el lugar en el que estábamos, es un lugar enorme. Joaquín siguió mirándome, confieso que estaba un poco avergonzada.
Caminamos unos veinte minutos.
Purre ha tenido una expresión seria desde que llegamos. O más bien, desde que vi a Joaquín, le hice algunas preguntas, y fue muy grosero conmigo. Decidí no decir más.

Narra Purre

Ya estaba irritado por esas miradas de este Joaquín con Pilar, ella devolvió la sonrisa luciendo hermosa. Y ese imbécil seguía mirándola.
Ese chico es un idiota.
Él habló, puse los ojos en blanco, ni siquiera quería escuchar su voz.
Miro hacia un lado y veo que Pilar me está mirando, pero pronto aparté la vista de ella.
- Purre?
Ella vino de mi lado. Ella recordó que yo existía.
- Qué es lo qué quieres?
- Por qué me estás evitando?
- No te estoy evitando
- Si está.
- No lo estoy, tal vez estás mirando demasiado a Joaquín
- Ahh, qué tiene esto que ver?
- Lo estás mirando demasiado, así que no le prestes atención a nada. Así que crees que te estoy evitando.
- No tiene ningún sentido, Purre.
- Por supuesto que sí
- Realmente me estás evitando?
- No estoy, jorder
- Esta sí.
- No, Pilar
Ella resopla.
- Qué aburrimiento, Purre
Ella me agarra del brazo y me arrastra a un rincón vacío.
Cruza los brazos y me mira
- Estás celoso?
Ella pregunta.
- Celoso?
Juego tonto
- Sí, celoso.
- No me siento celoso.
- Y cuáles son estas payasadas, Purre?
- Qué travesuras?
- Dios mío, Purre. Deja de actuar como un niño.
Ella estaba muy enojada
- No estoy, Pilar. Mucho menos de ti.
Salió un poco ignorante. Ella suspira y baja la cabeza.
- Todo bien entonces.
Ella habla suavemente y se da vuelta para irse. La tomo del brazo y la acerco a mí.
- Lo siento, se suponía que no debía hablar de esa manera.  La miro
- Sí, estoy celoso.
Decido ser sincero
Nuestros cuerpos estaban demasiado cerca, nuestras caras estaban a centímetros de distancia. Me moría por besarla hace uns días, desde nuestra discusión en el auto, extrañaba sus labios muy cerca de los míos.

Y no quería otros labios, otras chicas, solo la quería a ella. La extrañé, a pesar de que pasamos horas juntos hablando, riendo, incluso peleando.
Extrañaba tu cuerpo pegado al mío.
Quería su cuerpo, alma y corazón. Lo necesitaba
- Entonces yo...
Corté lo que iba a decir, juntando nuestros labios y finalmente matando mi deseo de sentir su beso nuevamente.
El beso fue una mezcla de sentimientos de anhelo, de deseo.
Presiono su cuerpo más cerca del mío, y mi mano baja dos espaldas hacia sus caderas, presiono su cuerpo contra el mío, muerdo su labio lentamente. Y nos miramos a los ojos.
Tenía una mirada de deseo como la mía. La besé de nuevo esta vez con más decisión, apoyé su cuerpo contra un pilar frío, y ella regresa con un gemido bajo. Mi lengua entrelazó la tuya en perfecta armonía.
- Licencia ...
Escuchamos una voz lejos de nosotros, pero en realidad estaba cerca. Pilar pone su mano sobre mi pecho y me aleja.
Ambos nos dimos la vuelta para ver quién se interpuso en nuestro momento.
Tenía que ser ese imbécil.
No creo.
- Qué quieres, hombre?
Me soplé mirando a Joaquín con los brazos cruzados mirándonos.
- No vas a ir al siguiente lugar?
- No te interesa
Yo resoplo
- Purre ... Pilar pone su mano en mi brazo, - Nos vamos sí.
Ella sonríe torpemente
Él asiente y se da la vuelta
- Imbécil. Respiro hondo,  podemos volver a donde lo dejamos?
Pregunto esperanzado
- No ..
Pero su rostro decía todo lo contrario. Sus ojos mostraban deseo.
- Estás segura?
Coloco mi mano en su cintura presionando mi cuerpo contra el de ella en la pared.
- Si..sí..

Paso mi mano por tu cara, mi dedo por tus labios perfectos. Ella suspira y cierra los ojos, luego te quitó el cabello y beso su cuello. Y la veo temblar
- Está segura?
- No ...
Ella se ríe y tira de mi cuello, juntando nuestros labios, comienza un beso lentamente. Me encanta cuando ella toma el control y me sorprendió con esos besos.
Pero se detiene, ella me da besitos cortos
- Mejor nos vamos
- Qué es Pilar? Esperé días para besarte y ahora te escapaste?
Yo resoplo
- Vamos Purre.
Ella se ríe y toma mi mano, arrastrándome a donde estaban los demás.

Sí, ella me estaba volviendo loco.

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