Capitulo 4

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Me despierto con algunos gritos provenientes de la sala de estar, lentamente abro los ojos y me levanto, me pongo las zapatillas, voy al baño y decido desayunar antes de la ducha.
Hoy es sábado y el día promete ser largo. Cuando llego, veo a Carolina retenida por mi hermano, ella está totalmente molesta gritando con otra chica.
- Eres una serpiente, quién te dio el derecho de hablarme así de mí?
Carolina gritaba y trataba de liberarse de los brazos de mi hermano.
-  Soy Joana y digo lo que quiera...
Ella resopló y su mirada se dirigió a mí, mirando desde mis pies hasta mi último cabello. Al final hizo una cara de asco.
Creo que ya escuché a Carolina hablar de Joana, es muy hermosa.
- Quién es esta? Me miró de arriba abajo. Y por qué dejó la habitación de PURRE? Ella gritó su nombre. - No me digas que es una de las pequeñas putas que trajo aquí?
Qué? Quién cree ella que es para hablar así de mí? Ella ni siquiera me conoce!
- Escúchame tú eres....
Mi hermano me interrumpe antes de que termine la oración.
- Mira cómo hablas de mi hermana, Joana. - Di algo de ella otra vez que nunca más pisarás esta casa.
Su tono era muy serio.
Ella se rio y se cruzó de brazos.
- Realmente, tu hermana Manuel? Eres tan hermoso ... Ella caminó y pasó la mano sobre el pecho de mi hermano. - Ella es tan ... sin sal, sin gracia.
Ella sonrió y fue al lado de Purre.
- No sé cómo pueden manejar este desastre aquí en casa.
Dijo Carolina pasando y dando un pequeño empujón en Joana.
- Mira, Joana, el día apenas ha comenzado y ya te estás metiendo en problemas. Purre fue con ella a la puerta. - Mejor vete.
- Pero Purre ...
Ni siquiera la deja terminar la oración y cierra la puerta.
Me puse la mano sobre la boca para reír.
- No me gusta de ella.
Dije sentándome a la mesa y recogiendo mi cereal.
- A Caro tampoco le gusta. Dijo Santi, sentado a mi lado. - Es un poco loca pero es genial.
Él se encogió de hombros, levantando su teléfono celular.
- Y caliente
Simon completa, tomando un pedazo de pan y mordiendo después.
- Qué quería ella contigo Purre?
Preguntó Manuel arrojándose en el sofá
- No sé, una loca piensa que porque tenemos sexo quiero casarme con ella.
- Mejor busca otra chica
Dice Manuel.
- Estoy de acuerdo.
Yo digo y todos me miraron, me di cuenta. - Oh chicos, estoy de acuerdo en que ella está loca.
- Lo que sea.
Dijo Purre tomando el control remoto del televisor y arrojándose junto a mi hermano.

Como hacía mucho calor hoy, decidimos ir a la playa. Todos votaron Necochea para disfrutar el fin de semana también. Me puse mi bikini blanco, pantalones cortos de mezclilla y fui a empacar mi bolso con algunas cosas para la playa. Arreglando mi cabello, lo estaba sujetando y Purre entra a la habitación sin camisa.
Wow!! Necesito tiempo para recomponerme hasta que escuche lo que dice. Pero mi mirada se dirigió directamente a su abdomen perfectamente definido y noté que me estaba mirando con una sonrisa muy maliciosa.
Sentí mis mejillas arder.
Entonces miré hacia otro lado.
- Cambios en los planes.
Habló de sentarse en la cama.
- Por qué?
- Vamos a Mar del Plata, está más cerca y queremos volver hoy. Se puso las manos en la cabeza y se acostó. - Está cerca de aquí.
- Y por qué no preguntaste mi opinión?
Me hizo una cara de "lo siento"
Arghhh!!
Se levantó de la cama, se puso las zapatillas y sacó la llave del coche.
- Ya estas hermosa, no tenemos todo el día para esperarte, pequeña
Y salió de la habitación, arrojando su camisa sobre su hombro.
Voy a golpear a este chico.
Murmuro.
Bajé al estacionamiento y todos estaban listos. Manuel está tratando de poner cosas en el maletero. El esta en problemas.
Cuando finalmente él haga.
Me pongo a su lado.
- Pon mi bolso
Digo apoyándome en el auto
- Jorder Pilar, solo vamos a la playa, no vamos a viajar por 3 días.
Me miró con seriedad.
- Oh, vamos Manu, tengo lo básico y te garantizo que usaré todo.
Yo sonrío
- No cabe aquí. Ponlo a los pies de Lucas.
El dice.
- Está bien, puedo entrar? Estoy caminando y me detiene- Qué pasa, Manu?
- No vas en ese auto, está lleno de gente y tengo que cuidarte, hermana.
Habló como si fuera obvio.
Odio que mi hermano me trate como si aún fuera una ninã.
- Bueno, a dónde voy entonces?
Pregunté irritada ya.
- Ve con Purre en su auto.
El se encoge de hombros.
- Mira Manu, no sé si te diste cuenta, pero Purre y yo no nos llevamos muy bien.
Me cruzo de brazos
Y se ríe.
- Lo siento Pilita, pero Lucas y Purre también se odian y necesito mantenerlos alejados, nadie cambiará de auto. - Vas con Purre.
Me dejó en pie y subió a su auto. Fui a la ventana y lo vi ponerse el cinturón
- Por favor, Manu.
- Deja de frescura Pilar, si no vas con él te quedarás en casa.
Miré a Lucas y él me sonrió. Yo correspondí, pero pronto escuché la bocina del auto de Purre.
- Tardarás más?
Me preguntó en cuanto subí al auto. El olor de su perfume hizo que el auto, cerré la puerta con un poco de fuerza, pero no fue intencional.
- Realmente se rompe.
Se queja
Lo ignoré y prendí la radio para no tener que hablar con él.
- Quiero escuchar mi lista de reproducción.
Se quitó las gafas y me miró con una sonrisa. Respiré profundamente y presioné todos los botones posibles en la radio. Estaba un poco nerviosa.
- Ponte el cinturón, Pilar
No me puse el cinturón porque él preguntó. Si por mi seguridad
Tan pronto como llegamos a la playa, salimos juntos del auto. Y veo a mi hermano estacionarse un poco más adelante.
Caminamos por la playa hasta que encontramos un lugar vacío y todos querían ver la puesta de sol.
Todos nos sentamos juntos, pusimos las bebidas en hielo.
Vi que Carolina estaba sentada en la silla de playa con sus lentes de sol y fui a sentarme a su lado.
- Hola! dije poniéndome las gafas de sol. - Carolina pasa protector que el sol está muy caliente.
Ella sonrió
- Quiero broncearme y tú también, Pilar, toma el sol en ese hermoso cuerpo.
Ella dice sonriendo.
- Los dos entonces.
Mi hermano se acerca a nosotros dos y veo a Carolina resoplar.
- Puedes protegerme, Pili?
Me da el protector
- Si claro!
Se sentó en la arena frente a mi silla, puse un poco en mi mano protectora y comencé a frotar su espalda.
- Ya vengo, Pili.
Dijo Carolina dejando y ignorando totalmente la presencia de mi hermano, y se va a quedar con los chicos. Veo a Manuel resoplar y decido preguntar qué hay en mi cabeza.
- Están peleando?
Yo pregunto
- Si.
Bajó la cabeza cuando pasé un protector sobre su hombro.
- Por qué?
- Solo porque antes dije que no necesitaba tener todos esos gritos por Joana. Le di una palmada en la espalda. - Jorder Pilar.
- Manuel, ella tiene razón. No sé qué le dijo esa chica a Carolina, pero nunca me había visto y me había llamado de puta.
Él se levanto
- Entonces crees que debería ir a hablar con ella?
Me preguntó
- Sí, ahora! Le di el protector solar. Manu, ustedes están juntos, no?
Me levantó de la silla y protegiéndome la espalda.
- Por supuesto que no, solo me quedé unas veces. Me da el protector. Ya te he pasado la espalda, terminás? Preguntó y yo asentí. - Voy a hablar con a Caro. Dicho y se fue.
Comencé a aplicar protección en mis piernas, muslos. Y me quité los pantalones cortos.
Vi a Simon y Santi acercarse a mí con una bolsa de papas.
- Lo quieres?
Santi me lo ofrece y lo niego.
- Quieres una ayuda allí, Pili?
Preguntó con una mirada traviesa, pero luego se rió, yo también me reí.
- No, pero gracias Santi.
Los dos nos reímos.
Se sentaron a mi lado y comenzamos a hablar. Simon era demasiado divertido. Me reí de todo lo que dijo. Miro hacia atrás y veo a Purre hablando con algunas chicas en la arena.
- Vamos al agua?
Preguntó Simon y pronto Santi se levantó también.
- Bora, dijo Santi.
Me miraron.
- Pero acabo de pasar el protector, iré más tarde.
- Sí, lo harás ahora, Pilar.
Santi se acercó a mí y me arrojó sobre su hombro con facilidad.
Empecé a gritar.
- SANTIAGO NO, MI PELO. Deja de reír y haz algo, Simon.
Grité con él.
No me escucharon y me arrojó al agua
Estábamos jugando arrojándonos agua el uno al otro.
Miré a Purre, él me miró de inmediato, volví mi atención a los chicos.
Después de un rato, salí del agua, me até el cabello y me senté en la silla.
Lucas acerca una silla a mi lado.
- Ni siquiera hablamos hoy.
El sonrió.
- Eso es verdad, como estás?
Abrí una sonrisa.
- Bien, crees que todavía no sé tu nombre? Se rió.
- Pilar. Sonreí
- Es un placer Pilar. Se levanta y se va con los chicos al mar.

Vi que Purre finalmente estaba sentado en una silla un poco más lejos de la mía, me senté a su lado.Estaba bebiendo una cerveza embotellada y me miró quitándose las gafas de sol.
- Estás conduciendo y bebiendo?
- Sé cómo controlarme, relajarme
- Por qué estás más raro de lo habitual?Pregunté y él me miró. Qué fue?
Me rié.
- Nada.
- Es por Lucas?
Hablé y él me miró de nuevo
- Sabías que eres una pequeña muy curiosa?
- Si, yo sé.
Me encojo de hombros
La tarde fue muy agradable, Manuel con Carolina. Lucas se había ido, lo que hizo a Purre mucho más agradable. Salimos de la playa por la noche, estaba muy cansada de estar al sol todo el día.
Después de un rato siento que alguien me está empujando, miro hacia un lado y veo a mi hermano mirándome con una cara aburrida.
- Pensé que iba a tener que recogerte y llevarte a tu cama, tal como lo hizo papá.
Él se rió.
- Qué? Ya llegamos?
Pregunté rascándome los ojos.
- Sí, oh ... arrojó la llave del auto en mi regazo. Cuando sube, cierra el auto.
Y me dejó allí, claramente molesto.
Apoyé mi cabeza contra el asiento y miré el techo del auto sin darme cuenta nuevamente, terminé durmiendo.

Escucho ruidos de golpes en la ventana, lentamente abro los ojos y veo a Purre golpeando la ventana luciendo preocupado.
- Ábrelo aquí.
Él habló y vi que el auto estaba cerrado, olvidé que se bloquea automáticamente. Abrí el auto y Purre entra al lado del conductor.
- Quieres morir, Pilar? Todo está cerrado aquí, podrías morir asfixiada
Prácticamente me gritó
- Porque tú estás gritando,Purre? Calmate.
Apoyé mi cabeza contra el asiento del auto mirándolo.
- Todos están durmiendo ahora, si no hubiera te extrañado y hubiera venido a buscarte, estabas muerta.
- Hmm, entonces quieres decir que me extrañaste? Dije riéndome y me miró seriamente. - No iba a morir, deja de ser exagerado, Purre.
- Exagerado? Nunca viste muertes dentro de un ...
Lo interrumpí.
- Cómo supiste que estaba aquí?
- Entré en la habitación de tu hermano y lo enojé, hasta que me lo dijo.
Se pasó las manos por el pelo.
- Manuel tiene un sueño pesado.
- Ahora salgamos de este auto antes de que yo te mataré.
Él salió del auto y yo hice lo mismo.

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