Capítulo 36

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Narra Pilar

Dios mío, nuestra primera vez fue mágica. Pero ahora...dios ...
Estaba terminando de secarme en el baño, Purre y yo nos duchamos juntos y definitivamente había más sexo. No creo que alguna vez me canse de él.
Me miro en el espejo del baño y tenía una sonrisa tonta en la cara y no pude evitar esa sonrisa.
Me quito la toalla de mi cabello y envuelvo otra toalla alrededor de mi cuerpo. Purre había salido del baño hacía unos cinco minutos. Abro la puerta del baño y Purre está acostado en la cama de calzoncillos.

Me mira y sonríe. Solo podía admirarlo con calzoncillos delante a mí.
- Vas a venir aquí? O voy a tener que recogerte?
Le sonrío.
- Puedes venir.
Hablo riendo y me miro con una sonrisa maliciosa traviesa que ya se levanta de la cama.
Escucho golpes en la puerta del dormitorio.
- Salta por la puerta
Me eché a reír.
- Quien es?
Pregunto caminando hacia la cama.
- Comida.
Me responde abriendo la puerta. Agradece al hombre que nos mira riendo.
Que vergüenza.
Puré solo en calzoncillos y yo en una toalla. Él no necesitba mucho para entender.
Ya me estaba poniendo roja
- Disfruta de la noche!
El hombre habla y se va.
Purre pone la comida en el mostrador y viene a mí con un puchero en la cara.
- Que pasó?
Me abraza con fuerza, presionando su cuerpo contra el mío.
Me río
- Quiero quedarme aquí contigo más.
Me sostiene la cara y me besa rápidamente.
- Aburrido irse mañana
- Entonces, disfrutemos el resto de la noche hoy.
Me levanta y hace que mi toalla se caiga de mi cuerpo al suelo. Camina hacia la cama y recuéstame encima de mí.
Agarro su cuello y sonrío.
- Lo aprovecharemos al máximo.
Le sostengo la cara y lo beso.

***
- Por fin en casa
Purre habla presionando el botón del elevador.
Entramos al departamento y saludamos a todos, conversamos con ellos y les contamos sobre el viaje. Purre se quedó con los chicos.
Fui a la habitación, me acosté en la cama y le envié un mensaje de texto a mi mamá. La extrañé mucho. Pero pronto estaremos juntas.
Después de hablar con ella, fui a ducharme. Tan pronto como abro la ducha y espero que el agua se caliente un poco. Miles de pensamientos invaden mi cabeza. Yo tenía miedo. Todo iba muy bien con Purre y conmigo.
Seguía sintiéndome extraña. Corté mis pensamientos, no es nada. Estoy feliz con él y eso es lo que importa.
La puerta del baño se abre y me asusto, pero luego me calmo cuando veo quién es: Purre.
Él tira de la cortina riendo.
- Creías que era quién?
Se quita la camisa
- No sé, mucha gente vive aquí ... podría ser cualquiera.
Me encojo de hombros, mirándolo cómo se quita los pantalones y luego los calzoncillos.
- Voy a ducharme contigo. Le sonreí, y él cierra la cortina, viene hacia mí y envuelve sus manos alrededor de mi cuerpo, siento que el agua cae por nuestros cuerpos. - Está todo bien? Te ves preocupada?
Él pregunta, y pone una mano en mi cara.
- Sí estoy bién, debe ser tu impresión.
Yo sonrío
- No me convenció...
Acercó nuestros cuerpos y puedo sentir su cuerpo vivo.
- Purre...
Nos reímos juntos, y él comienza a besar mi cuello.

Y rápidamente mis pensamientos pesimistas se fueron.

****
Salimos del baño envueltos en toallas, y él me tira, haciéndome parar a su lado.
Lo miro y él resopla
- Mañana proporcionaré una cama doble.
El habla y yo me río
- Sin exagerar, Purre
- La manera será que yo duerma en tu cama hasta que tengamos la nuestra.
Él sonríe y me tira sobre mi cama.
- Hey, cálmate, déjame cambiar.
Trato de levantarme
- No es necesario.
Él fácilmente arranca mi toalla de mi cuerpo y la tira.
- Estás loco Purre? Qué pasa si alguien entra?
- Cerré la puerta, mi hermosa. Él sonríe y me besa lentamente. - Cálmate y relájate.
Nos acomodamos en mi cama individual. Besa mi cuello y su mano baja por mi cintura obviamente con otros motivos
- Purre...
Me río
- Que pasó?
El ríe suavemente.
- Vamos a dormir por favor
- Pero yo no hice nada
Él rie
- Te siento, Purre, y estás desnudo.
- Y qué quieres que haga?
- Ah, contrólate
Giro la cabeza y lo miro
- No tengo la culpa de que vos sea perfecta y caliente.
Me muevo y le doy una palmada en el brazo.
- Ve a dormir, Purre, si no, ve a la sala de estar.
Lo escucho reír y abrazarme más por mi cintura. Me concentro en dormir también. Acerco mis manos a las de él y las entrelazo.

***
- Oh, cómo extraño ser así solo nosotros tres.
Carolina tomó una manzana de la canasta y se la comió. La vi sentada frente a mí, el vientre embarazada comenzaba a aparecer. Ella estás aún más hermosa.
Éramos Renata y Carolina en un picnic en el parque.
- Yo también extrañe, vine de un viaje, fui a otra. Pero quiero saber, cómo estás Santi y tú, Rena?  Son novios?
Pregunto y ella sonríe
- Oh, estamos juntos. Ella se ríe. - Pero él es muy lento y no puedo hacer nada.
- Oh amiga, los chicos todos son iguales.
Carolina se ríe.
- Mira, Renata, por qué no haces esto?- Pídele que Santi sea tu novio. Sé una chica diferente.
Sugiero y se ríen
- Sabes? Voy a pedirle a Santi.
- Essaa!! Actitud chica, me gusta eso.
- Pedirías a Purre?
Ella me mira riendo.
- Por supuesto que sí. Tuve la actitud de nuestro primer beso, crees?
Comenzaron a reir
- Mira, nunca vi a Purre ser lento, pero Pilar,  qué le hiciste al chico? Dice Carolina.
Renata completa:
- Está enamorado, Santi dice que habla de ti todo el día.
Me empiezo a reir
- Yo también me gusta mucho Purre.
Nos preguntamos qué podría hacer ella para sorprender a Santiago. Lo considero demasiado, entonces. Quiero que sea algo perfecto para ellos dos. Pensamos en hacerle una sorpresa en nuestro departamento con flores, globos y todo lo más romántico.

*****
Ahora estaba en una florería buscando un ramo de flores perfecto.
- Qué opinas de esto?
El florista me mostró uno.
- Muy simple, quiero algo muy hermoso.
- Así que ya conozco uno que va a ser perfecto.
Se va y a buscar.
- Pilar?
Ah, esto no es posible.
- Qué haces aquí?
Ella abre una sonrisa cínica
- Realmente no te importa, no crees, Juana?
- Credo qué ignorancia. Ella se ríe. Apuesto a buscar un ramo de flores para Purre
- Juana...
Ella me corta.
- Lo que una persona no hace, no? Por una relación que no vale nada. Ella da un paso. - Pero, como soy una buena persona, te ayudaré.
Ni siquiera me da la oportunidad de responder y comienza a hablar nuevamente:
- Si yo fuera su novia, le daría un reloj de marca. Porque lo conozco y sé que le encantaría, nunca le daría un ridículo ramo de flores, eso es cursi. Sonríe, - Oh, otra cosa que le gusta mucho a Purre. Sexo, no hay nada que él guste más.
Eso es suficiente, ella usó el resto de mi paciencia con ella.
- Primero Juana. Sonrío, como dijiste tú mismo." Si él fuera mi novio. "Pero no lo es. Resoplo. - Segundo, no necesito dar regalos caros para impresionarlo o conquistarlo. Y tercero, ofrecer sexo como recompensa? Juana, ahora, mi consejo para ti. Mientras el sexo sea un regalo para ti, no habrá nadie que te valore. El sexo no es solo que importa en una relacción. Es el amor lo que guarda. Y Ah, una cosa más, sal de mi vida.
La sonrisa en su rostro desapareció y ahora parecía enojada.
- Te odio niña.
- No puedo decir lo mismo, porque el odio es un sentimiento muy fuerte y no siento nada por ti, quizas te desprecio.- Pero espero que algún día encuentres a alguien que te haga feliz como Purre me hace a mí.
Ella recoge algunas flores y las tira al suelo, deja a la florista muy nerviosa.
Miro al florista avergonzada.
- Perdóname por eso. Señor. Quédate con ese dinero debido a este daño.
Agarro el ramo y me voy, respiro hondo y camino de regreso al apartamento, necesitaba respirar.

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