Con lo normal que había empezado la mañana.

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(Leer descripción de la historia). 

Era una mañana como todas las otras, me levanté, me vestí, me peiné, desayuné, me lavé los dientes y caminé hasta la parada del autobús. Tardó unos minutos, no demasiado, subí y dejé la mente vacía, miraba por la ventana hasta que una chica de pelo corto, castaño, se sentó a mi lado. Me saludó y como siempre se quejó de que sus (mini)manos estaban frías, cuando el bus arrancó se puso a hablarme de Pokémon, de Roy mayormente, me dijo que tenía una cadera amorfa.

En esto llegamos al instituto, me despedí de ella en la verja como todos los días, fui a ver de qué estaban hablando Vera y sus amigos y nos preguntamos porque hacían las clases tan pronto. Quedamos en que era solo por joder, ella y yo decidimos entrar en el edificio y en uno de los radiadores estaban mis amigas.

Nos pusimos a decir tonterías sobre una mandarina (Hermenegildo se llama) y Marina se marchó porque no la dejábamos estudiar (un minuto de silencio por ella). Yo aproveché para apoyarme en la pierna de María y pasado uno o dos segundos me reprochó que dormir en el instituto era ilegal. Entonces tocó la campana (para mí que estamos confundidos y que en vez de las 3 am esta es la hora del diablo) y entramos a lengua. 

Pasada media clase llamó a la puerta Fidel con un chico castaño detrás suyo. Fidel entró con paso decidido avanzó hasta el encerado y esperó a que el muchacho llegara a su altura, este avanzó cabizbajo, todo el tiempo mirando al suelo, pero cuando llegó a la altura del jefe de estudios (Fidel) alzó la mirada en su dirección y a la clase. Nos miró uno por uno parecía que nos estuviese analizando... Jaja eso me recuerda a cuando de pequeña iba a casa de aquellos dos niños... mmm ¿cómo se llamaban?

De repente sentí un escalofrío recorrer mi espina dorsal miré al frente y me choqué con su mirada vacía pero como si hablará, además de que ese azul es HERMOSO, como un mar revuelto. Ahora que me doy cuenta es el mismo no sé qué que tenía el pequeño de los hermanos con los que pasaba el verano... ¿y si...? Imposible, no recuerdo qué ocurrió pero algo grave porque tengo muy claro que ya nunca los volveré a ver... Bueno, volviendo a la realidad, me seguía mirando yo le mantuve la mirada porque a tozuda no me gana nadie y punto. Debimos pasar así un rato porque Estela (mi amiga la de la mandarina) me pisó el pie y aparté los ojos del chico nuevo para lanzarle una mirada asesina, volví a mirar al chico, este sonrió victorioso a lo que yo rodé las ojos y continuó su "expedición".

Cuando terminó miró de nuevo a Fidel y este le pidió que se presentase:

-Hola a todos, me llamo Jeffrey Woods pero me gusta más Jeff a secas, tengo casi dieciocho años y como habréis notado por mi nombre no soy de aquí, sino que me he mudado hace...

Dejé de escuchar, eran demasiadas coincidencias, tenía que ser él. Pero hay algo en mí que no lo cree, de verdad me gustaría saber que le ocurrió a aquellos niños.

-... Charo (pondré mi nombre pero leeréis lo que os dé la gana, es solo porque cuando ponen TN yo lo leo así y no mi nombre entonces quiero poner mi nombre y punto. La verdad no sé a qué vino esta explicación pero ya no la voy a borrar)- me dijo Fidel en un tono bastante extraño.

-Mmm...¿Si?- como sea que no...

Recuerdo.

Estoy cerca del mar en una playa ayudando a mi madre, cerca nuestro hay niños jugando en el agua, parece que se lo están pasando muy bien.

-Oye Charo vamos a las rocas- dijo una de las niñas.

-Vale- yo debo de tener seis años.

-Tener cuidado, no os acerquéis mucho que os podéis caer- no faltaba la advertencia de mi madre.

-Está bien- dijimos al unísono por lo que después nos reímos.

Corrimos hasta el otro lado del acantilado, cuando llegamos allí nos sentamos en el borde de las piedras mirando al mar y vimos que había una pequeña playa (una que estaba tapada entre las rocas), intentamos llegar a ella, aunque sólo Cristina y yo porque somos las dos que menos les importa hacerse daño y a las que más nos gusta explorar. Estaba mirando si una de las rocas aguanta nuestro peso cuando...

(808 palabras).

Whims of fate.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora