-Os eche en falta- dijo entrecortado por las lágrimas que mojaban mi sudadera.
Le bese la cabeza, su olor, joder como me gustaba, note como mis pulmones se emborrachaban con su aroma.
-Te amo, os amo como no llegas a imaginar- dijo aun llorando, pero ahora más calmada que antes.
Trate de contestar pero fui incapaz de lograrlo, las palabras se atascaron en mi garganta. Por ello alce su cabeza y nos fundimos de nuevo en otro beso, esta vez ella poso sus brazos en mis hombros y hundió sus dedos en mi nuca, enrollando el pelo y tirando de él. La obligue a subirse sobre mi cadera y así quedar a la misma altura.
-Gracias por salvarme, otra vez- dijo y escondió su cara en mi cuello.
-Siempre mi princesa- reí para quitarle importancia. ^No, mentira, su respiración te hace cosquillas^. Matices.
-¿Y Zack?- preguntó bajando de mí.
-Está en aquella casa- señala la casa de la "tía" de la plana-. Dormido.
-¿Cómo ha estado?
-Ya sabe leer y escribir en varios idiomas- se giró mirándome-, ya te gana. También está aprendiendo a multiplicar números grandes- sus ojos estaban abiertos como platos- y sabe lo basico de medicina. Tu hermana le enseñó los modales que a ella la dieron y me pidió que le enseñase lo mismo en japones para cuando le sea necesario.
-Entonces ¿te han ayudado?
-No solo ella, todos en casa cuidan de él, ¡hasta Jane! Pero los que más le atienden son mi cuñada, mi hermano, la copiota, el payaso, el ciego y el fideo pero solo si es necesario [en orden son Angi, Liu, Niña, Laughing Jack, Eyeless Jack y Slender].
-¿Crees que me odia?
No pude evitar descojonarme ¿Zack?¿Odiarla? El día que eso pase se acabara el mundo. Al ver su cara trate de calmarme.
-No es que te odie, es que te adora. Eres algo así como su superhéroe preferido- la acerque a mí de nuevo y pose mi barbilla entre sus cuernos.
-No me lo creo.
-Vamos y lo compruebas- dije poniéndome en modo ilusión, por lo que mi ropa también cambio a la que me puse esta mañana.
Por cierto es una camiseta blanca con una serpiente en negro y unos vaqueros, azules claro rotos, además de mis converse claro. Ella llevaba una falda roja por los muslos con unas medias negras debajo y un jersey blanco roto, con unos botines negros, por lo que ya la diferencia de altura no era tan notable. Los dos aparentaban unos dieciséis o diecisiete.
La cogí la mano y entrelazo nuestros dedos, sonrió y yo también. Sorteamos el cuerpo y caminamos hasta la casa. Entramos juntos por lo que la vieja la vió.
-Buenos días.
-Hola- saludamos al tiempo.
-Vaya qué rápido haces amigos. Aunque tu no eres de por aquí, ¿cierto?- negó con la cabeza.
-Es la madre de Zack- solté sin más.
La cara de la mujer era un poema pero no nos quedamos a admirarla, corrimos al cuarto donde estaba el pequeño. Al entrar Nina y Sally estaban en la cama leyendo un libro en voz baja para no despertar al demonio de la otra cama.
-¡¡¡Tata!!!- Sally prácticamente saltó de la cama para abrazar a D y Nina se acopló un segundo después.
El chillido de la castaña alertó a los otros tres, que no tardaron en aparecer y unirse al abrazo. Fue entonces cuando me dí cuenta de que su partida nos había afectado a todos. Pero deshicieron la bola que había formado cuando un "¿Mamá?" se escuchó, aunque era un tono bajo todos lo escuchamos claramente. Cuando me quise dar cuenta estaba convertida (del todo) y con Isaac entre los brazos. Todos nos quedamos viendo la escena, Niña abrazada a Jack, Liu con el brazo sobre los hombros de la p/h y yo apoyado contra la pared. Sally la abrazaba de la cadera, Zack del cuello, ella abrazaba al pequeño y con su cola acariciaba la cabeza de la niña. Mi peq... Nuestro pequeño cada poco se alejaba un poco, la miraba y la volvía a abrazar.
Estaba tan embobado mirándolos que cuando Jack posó su mano en mi hombro me exalté.
-Estarás contento, ya no te falta nada- dijo Nina.
-Os dejamos intimidad- añadió Jack un segundo después.
Se marcharon y un momento más tarde Zack se bajó para enseñarle a su madre el dibujo que la había hecho. Sally salió en ese momento del cuarto y no se cuando se marchó mi hermano y la plana pero no estaban cuando Jack me despejo.
-Vaya...- se quedo como yo-. Es genial.
El pequeño agacho la cabeza, rojo como un tomate, me rei y me acerque a ellos. Cogí al pequeño en brazos y le mordí un cachete, con cuidado de no hacerle daño por supuesto, él apoyó la cabeza en mi clavícula tapándose la cara con las manos. Miré de nuevo a D, lloraba mirándonos por lo que estiré la mano y la apreté contra mí. Sentía como temblaba mirando en dirección contraria a su bebé, aunque no tardó en serenarse y mirar en su dirección. Beso su cabeza y después mis labios. Estuvimos un rato así, hasta que la puerta se abrió de golpe y D se transformó al instante.
Un señor de unos cincuenta calvo y con los ojos marrones se hizo presente. Zack agarró mi camiseta más fuerte y la mano de su madre en cuanto lo vio.
-No Zack, es Slender en modo ilusión.
Entonces la soltó y el fideo abrazo a mi novia.
-Me alegro de que ya hayas vuelto.
-Y yo de estar aquí- nos miró a nosotros-, con vosotros.
Se separaron y ella volvió nuestro lado, la volví a abrazar.
-Supongo que esto no lo habéis planteado, pero ¿vais a volver a vivir en vuestra casa o os quedais en la mansión?- nos miramos pero Zack se adelantó a contestar.
-A esta asa ofis [A nuestra casa porfis].
Slender nos miró a ambos esperando la afirmación.
-¿Dónde prefieres?- ella miró al pequeño y sonrió.
-A nuestra casa porfis- contestó poniendo la misma cara que el pequeño.
-Bien. En la cabaña teneis las cosas, tal como las dejasteis así que cuando querais podeis iros- Isaac aplaudió emocionado-. Pero tu- me señalo a mí- debes seguir asistiendo a las clases.
La verdad eso no me importa, no pensaba asistir antes con que ahora... Pero es mejor no llevarle la contraria ahora.
-Vale.
El fideo salió de la habitación dejándonos solos.
(1064 palabras).
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Whims of fate.
RandomPolicia: Nombre completo. -Diabla Foster. Policia: Porque estas aquí? -No me acuerdo muy bien pero no mentiré, no estoy segura de quién soy después de tantas revelaciones, siempre había pensado que era Charo una chica normal, dentro de lo que cabe...