Vaya, me alegro de que ayuda a esa niña y lo del cuento... se que son ella y Jeff, creo que eso será el día que se marcharon del cielo. Estoy deseando de ver el siguiente, esto es flipante, como una sola persona puede tener tantas cosas acumuladas y que viva tantos años, porque el año de esto dijo que era 1779 y ya tenía más de mil con que ahora?
Recuerdo.
Estoy en el cuarto de Angélica, está saliendo el sol, tengo puesta una camiseta de otōsan que me llega por la mitad del muslo más o menos, estoy apoyada en una pared mirando a mi hermana, aun dormida y una sonrisa sincera adorna su rostro. En una mano tengo mi cuchillo, haciendo que gire entre mis dedos. Pase un rato así y escuche unos pasos, mire a la puerta la cual se abrió dejando paso a dos muchachas. Me transforme y me quedé quieta, ni siquiera se percataron de mi presencia, despertaron a mi hermana y ella se estiró tocando el sitio donde yo me había echado a dormir, o eso pensaba ella porque fui incapaz de conciliar el sueño. Se levantó alterada y miro el lugar.
-¿Dónde está?
-...- una de las mujeres iba a hablar pero yo la interrumpí.
-Aquí.
-Uff- dijo tocándose el pecho- ¿menudo susto?
-Pensaste que me había comido el coco?- bromee.
-Deben vestirse e ir a desayunar- dijo la mujer posando dos vestidos sobre la cama [portada].
-Si lo prefieren el cuarto de enfrente está libre, puedo pedir a los guardias que se retiren un momento para que una de ustedes cambie de cuarto- añadió la otra mujer.
-Agradezco el esfuerzo pero no será necesario- me miró y asentí.
-Bien entonces...- la mujer rubia se quedó un poco cortada.
-Diabla, ellas nos ayudarán a ponernos los vestidos- interfirió mi hermana.
-Es obligatorio usar vestido?
-Es más adecuado, aquí los pantalones son de hombre y los vestidos de mujer.
Cogí aire y lo solté al tiempo que me acercaba a ellas, dejando el cuchillo tras el espejo que había a mi lado.
-Bien, pero no será así siempre. Amo usar pantalones.
-En el desayuno lo hablamos con los demás.
-No es una pregunta, hoy por ser el primer día no voy a poner mucha resistencia, pero a partir de mañana voy a ser yo- dije sacando una braga de la mochila.
Vi cómo ambas mujeres se miraban alucinando cuando me cambie la braga, a continuación me quite la camiseta y me deje el sostén. Giré y cogí un vestido.
-¿Puedo él que quiera o tiene nombre?
-No, puedes escoger- me respondió mi hermana con una cosa, primero creí que era un corpiño (un body o como lo llames) pero pronto me di cuenta de que estaba equivocada.
-¿Qué es eso?- pregunté aguantando la risa.
-Se llama corsé y es para mantener la espalda recta- elevé las cejas-. Aquí no usamos braga y sujetador, usamos esto.
-Pues esta vez cedéis vosotros yo ya tengo que usar un vestido por cojones.
Las mujeres no daban crédito a lo que salía de mi boca. La más mayor me tenía miedo, se le notaba en la mirada, la otra también me temía pero trataba de ocultarlo. Agarre un vestido (el oscuro) y le baje la cremallera con cuidado de no romper la tela o pillarla con el enganche, metí un pie primero, después el otro y metí los brazos.
Iba a decirle a Angélica que me subiese el cierre, pero bastante tenía con las dos mujeres perdiendo el tiempo para no acercarse a mí así que me agarre el pelo y termine de ponermelo sola. Cuando ya me había puesto el vestido entre al vestuario de ella y escogí unos zapatos, la verdad es que Gimiko me pego su amor por los tacones así que no hubo problemas por ponerme unos. Salí y al angel aún la estaban atando el vestido.
Cuando terminó ambas muchachas hicieron una reverencia y se marcharon. Nosotras salimos cuando ella se puso las joyas que tanto le gustaban, yo lo primero que hice según me levanté fue ponerme mi corona y unos pendientes de aro de Gimiko. En lo que ella se terminaba de arreglar yo escondí el cuchillo con el que antes jugaba y mi caja de tabaco en mi ropa. Al fin salimos del cuarto, dos guardias nos seguían a un par de pasos por detrás, el hecho me molestó bastante pero me lo callé.
Al llegar al comedor me senté al lado de mi hermana, ambas dimos los buenos días al entrar en el lugar y ellos nos respondieron con una sonrisa. Vi caras nuevas, una mujer y tres niños todos menores que nosotras, o eso dijo Angélica anoche cuando una pareja de niños irrumpió en el cuarto, ella dijo que eran dos hermanos mellizos, que son hijos de Thor y Sif, después una chica vino a por ellos les regañó por escaparse y se los llevó tras presentarse. Para ser sincera creo que no me voy a llevar del todo mal con Trud, que así dijo que se llamaba, y al igual que los mellizos es hermana de Angi, solo que a le sacó tres años en vez de seis como a los otros dos, pero aquí solo se encontraban los pequeños, que por cierto se llaman Magni y Odin, tienen el pelo rubio y los ojos verdes. No tardó en aparecer una chica morena con los ojos verdes, réplica exacta de Sif además no solo físicamente también trataba al resto como si fuésemos mierda, se llamaba Samantha y solo con eso ya la pude identificar, Thor la hizo pedirme disculpas por insultarme y ella obedeció no del mejor modo pero lo hizo.
Empezaron a traer comida y en poco tiempo la mesa estaba repleta de brillantes bandejas llenas de alimentos con muy buena pinta, se me hizo la boca agua sin necesidad de probar nada. Al fin llegó Trud y empezamos a comer.
Hablaron de hacerme un tour por el lugar para enseñarme lugares que me podrían interesar, anoche me lo hicieron por el castillo. Me habían matriculado en la escuela, hoy me presentaré ante los profesores, además debo recoger libros y después de eso ya daremos la vuelta, por último iremos a que me tomen medidas para hacerme ropa a medida, mañana ire de compras con Angi después de clase, lo hablamos por telekinesis así que nadie más sabe esto.
(1085 palabras).
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Whims of fate.
RandomPolicia: Nombre completo. -Diabla Foster. Policia: Porque estas aquí? -No me acuerdo muy bien pero no mentiré, no estoy segura de quién soy después de tantas revelaciones, siempre había pensado que era Charo una chica normal, dentro de lo que cabe...