Whims of fate.

Vecinos nuevos

La campana me sobresaltó, me levanté del suelo y de la que caminaba para clase alguién me agarro la mano (seguimos) me di la vuelta y vi a Jeff.  

-¿Oye en qué pensabas? Parece que la campana te asustó.

-Recuerdas que te dije que me recordabas a un amigo- asiente-. Pues estaba pensando en él. Bueno que me ibas a decir.

-¡¡¡Ahhh!!! es verdad. ¿Qué tienes ahora?

-Física y química, ¿por qué?

-Porque yo tengo lo mismo y no se donde está el aula.

-La mayoría de las clases son en el aula donde te presentaste. No siendo tic, educación física y la optativa, ¿cuál tienes?

-Mmmm...- pensó un momento- filosofía.

-Entonces también es allí- pensé un momento en las asignaturas que teníamos-. Tic es allí- señalando el pasillo de enfrente- y educación física en el pabellón de la entrada.

-Mejor que así no hay que caminar.

Entramos a la clase y la profesora le mandó sentarse atrás con Nina, la clase paso normal. Después tocó Biología y casi no dimos clase por que la profesora preguntó de todo. Volvió a tocar recreo y se vinieron hablaron de algo pero yo no me enteré porque estaba rotando de grupo.

En tic le sentaron al lado mío, la verdad va a acabar por caerme bien, hablamos y cómo se quejó de que todo el mundo le estaba atosigando a preguntas cambiamos papeles y él me pregunto a mí, lo único que me dejó que le preguntase fue su número y no me le dio, le tuve que dar yo el mío y dijo que él me escribiría. 

Cuando tocó el timbre nos levantamos todos a la velocidad de la luz porque ya volvíamos a casa. Llegué al autobús y espere a Olga, cuando se sentó hablamos de tonterías varias, cuando se acordó de algo de que en su clase había empezado una chica me habló de ella y cuando terminó le dige que Jane había estado con nosotros en los recreos. También le conté de la discusión que tuve con Jeff, ella me dijo que podía ser que ellos hubiesen tenido algún problema. Para cuando quisimos darnos cuenta ya se tenía que bajar del bus, yo me quedé pensando en lo que dijo Olga...

Recuerdo.

Estaba en la sala de hospital de antes agarrando la mano del chico de la camilla, pero ahora solo estábamos él y yo. De pronto siento que me aprietan la mano, miré hacia el chico que trataba de bajarse de la camilla, por lo que me acerque a él.

-Oye, oye tranquilízate.

Giró la cabeza y estiró la mano de forma brusca.

-¡¡¡Para!!! Te harás daño imbécil.

Puse mis manos en sus hombros con cuidado para ayudarle a tumbarse de nuevo, cuando ya estaba completamente tumbado me subí a la camilla y me tumbé a su lado y le abracé.

-Nunca pensé que  iba a decirte esto a ti, pero me preocupaste estúpido- me reí suave.

Pude notar su respiración y sus manos posadas sobre mí. Pasamos un tiempo así, empecé a llorar pero me di cuenta cuando sentí su mano en mi mejilla, me senté y me las limpié bien. Me volví a tumbar a su lado, puse su brazo como mi almohada y una idea pasó por mi cabeza.

-Haber para decir que sí pones la mano así- le coloque la mano-, así para algo negativo- le coloque la mano- y así- le coloque la mano- para algo que no sabes, ¿si?

Él: sí.

-Vale entonces ¿te duele?

Él: no se.

-Eso es un ¿a veces?

Él: sí.

-Ok, tu hermano me contó lo que ocurrió ¿tú te acuerdas?

Él: sí.

-Me hubiese gustado estar allí para defenderte- revolvió mi pelo-.¿Cambiarías algo de lo que hiciste?

Él: no.

-Y...

El sonido de la puerta me cortó, entró una enfermera y me regañó por tumbarme con él, me estaba levantando pero el chico se incorporó un poco, pasó el brazo que tenía debajo de mi cabeza por delante de mí y me empujó hacia la camilla, pasó su brazo debajo de mi cuello otra vez. La enfermera se quedó muda, se acercó a nosotros y pensé que me levantaría de su lado, me acerqué más a él, le agarré la mano con la que me empujó antes, apretó mi mano y me abrazó, ella me miró muy enfadada le inyectó algo en uno de los tubos que le acababan en los brazos.

-¿Qué es eso?

-Suero.

-¿Qué es el suero?

-Como tu amigo...

-Mi novio.

-Como TU NOVIO no puede comer solo, hay que alimentarle de otra manera.

-O sea que ¿es cómo comer?

-Cuando comes y tu estomago lo digiere y lo lleva a la sangre y esto, que va a las venas, por eso se lo inyectó en una intravenosa.

La enfermera me volvió a mirar con asco yo la sostuve la mirada esperando a que se fuese. Cuando cerró la puerta me giré para ver al chico.

-Gracias por evitar ella me levantase de la camilla.

Él acercó mi rostro al suyo y- aunque nuestros labios no se llegaron a juntar porque él tiene el rostro vendado- me beso.

-Te amo imbécil.

Fin del recuerdo.

Volví en mí cuando sentí el autobús parar, me bajé y vi que detrás de Claudio bajaba un chico con camisa suelta (debe de llevar una camiseta debajo), pantalones y mochila negra. Las siguientes fueron dos chicas, la primera tenía vestido pegado rosa y una chupa de cuero que le quedaba grande, la otra tenía camisa blanca por dentro de una falda azul marino. El último en bajar fue un chico de pantalones marrones, una camiseta blanca con algo escrito... Ahora que lo pienso se parecen mucho, no, no se parecen a los nuevos, son ellos.

-¡¡¡Oye!!!- los cuatro se giraron- ¿Vivís aquí?

-Por ahora...

(970 palabras).