Hay La Playa...

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Resbalé de esta y caí a la arena (por cierto parece blanda pero no lo es para nada) sentí mis huesos crujir y pegué un grito. Miré a Cristina y le dije que fuera a por mi madre, ella me hizo caso y yo traté de ponerme en pie pero dolía mucho y chillé otra vez dejando caer lágrimas por mi rostro, en ese momento sentí una presencia miré a los lados y un muchacho estaba bajando por las piedras debía sacarme uno o dos años, no le conocía pero no quería que se hiciese daño así que le chillé que tuviese cuidado porque se podía patinar.

Él se hizo el sordo y yo traté de levantarme de nuevo, pero me volvió a doler la pierna y me tiré al suelo de manera que me pudiese colocar la pierna para que no me volviese a doler (por lo menos en lo que llegaba Cristina con mi madre) pero al moverla gemí por el dolor en eso el chico que antes descendía las piedras me tendió la mano inclinó la cabeza a un lado dejando ver sus azules ojos y una sonrisa coqueta.

-¿Te ayudo?

-Pero no te conozco. 

-Ni yo a ti, pero por lo que veo no eres capaz de levantarte por ti misma. Además yo sé cómo salir de aquí sin caer.

-Pero como has dicho yo no me puedo levantar.

Él me cogió en brazos y me sentó en una roca, se dio la vuelta y agarró mis piernas enganchadoras en su cintura, pero cuando me tocó la pierna derecha gemí de nuevo por el dolor. 

-Lo siento- dijo preocupado.

-Si no fuera por ti aún estaría intentando levantarme- le contesté para que no se preocupase. El chico rio suave y yo rodeé su cuello con mis brazos. 

Él avanzó hasta la parte derecha de las rocas y empezó escalar. Cuando llegamos arriba el chico me preguntó que con quien había venido. 

-Con unos amigos y mi madre- ahora que lo pienso es muy maduro para tener más o menos mis años-. Oye tú ¿cuántos años tienes?

-Casi ocho, por cierto ¿cómo te llamas?

-Charo y tengo seis años ya.

-Yo me llamo Jeff.

-Gracias por ayudarme Jeff- le abracé.

En eso vi a Cristina, mi madre y el resto de mis amigas venir hacia nosotros.

-¡Jeff!!- dije sacudiéndome.

-Dime. 

-Aquella mujer es mi madre. 

-Pues...- fue interrumpido por un chico no mucho mayor que yo, castaño de ojos verdes.

-¡Jeff!! Al fin te encuentro llevamos media hora buscándote. ¿Dónde estabas?

-Tranquilo hermano, me iba a esconder entre las rocas del acantilado...- vuelve a ser interrumpido. 

-Sabes que es peligroso Jeffrey- ambos se miraron como si estuvieran discutiendo con la mirada, hasta que el que parece ser el hermano de Jeff se dio cuenta de que cargaba conmigo-. ¿Y ella?

-Por eso no me escondí, me la encontré en la arena, debajo de la piedra roja, y la ayudé a salir.

-Siendo así bien hecho- nos sonrió.

-Así que os acercasteis al borde que será que no os lo he repetido cincuenta mil veces- recrimino mi madre enfadada mirándonos a tod@s-. Y en cuanto a ti- refiriéndose a Jeff- gracias por ayudarla.

-No ha sido nada- contestó a la vez que me bajaba de su espada pero me agarró de la cintura para que me apoyara en él y así no forzará la pierna.

-Hombre nada nada- repuse desviando la mirada hacia la derecha.

-Nada dije. Oye ¿a qué lado de la playa os habéis puesto?

-¡Jeff!! Disculpale es que...- se empezó a disculpar el ojo-verde cuando Jeff lo interrumpió.

-No. ¿Y si nosotros estamos más cerca que ellos? No tendrá que caminar tanto.

-No hace falta que te preocupes más.

-Pero quiero hacerlo.

-Está bien...

Fin del recuerdo.

No sé en qué momento Fidel se marchó pero debió de pasar un rato porque solo quedan cinco minutos de clase. De la que volví la cabeza para mirar a la pizarra me di cuenta que Zabala estaba un puesto a la derecha y Jeff en su antiguo sitio, miré donde había colocado Bea (la profesora) a Rubén y este estaba en las filas de atrás. 

En el cambio de asignatura prácticamente toda la clase rodeo a Jeff no siendo unos pocos, entre los cuales estábamos Estela y yo. 

-Pobrecito debe de ser tímido y le están atosigando. Oye ¿sabes si a venido con alguien?

-¿Me has visto hablar con él?

-Pero ¿se lo preguntas tú?

-Esta bien- rodé los ojos. 

En el recreo.

(796 palabras).

Whims of fate.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora