Whims of fate.

Parte 5

-Es raro que estés tan callada.

-No aguantaste ehhh! Tenías que romper el momento.

-No pude soportarlo, me estaba tentando demasiado.

-Eres único en el mundo.

-Hombre por supuesto que sí.

Soltó mi mano para agarrar mi mandíbula y besarme, yo solo me deje llevar. Caímos de nuevo al colchón se puso encima de mí, aproveche para pasar mis manos por todo su cuerpo, note cómo se reía entre mis labios. Los besos cambiaron, ahora eran muchos de poco tiempo.

-No podemos hacer ruido- la dije entre beso y beso.

-A no?- me contestó llegando a mi cuello.

-Tu hermana está abajo- paró.

-¿Comó que está abajo?- se sentó sobre mi barriga.

-Que se iba a venir con medio escuadrón, tu tío y tu padre. Sabía que sería más difícil cuidar de ella si venían todos ellos entonces cogí a tu hermana y vinimos.

-¿Y no os han atracado?

-No, pare para coger ropa. Y casi la violan- trate de no darle importancia.

-¡¡¡¡¡Qué!!!!!

-Tranquila, llegue a tiempo.

-¿Quién fue?

-Recuerdas que anoche dejaste encerrados en el cuarto a Nicolas, Sebastian y Peter.-Asintió.- Bueno pues la confundieron contigo.

-Joder sabía que tenía que haberlos matado. Es tu culpa.

-Mía porque?

-Por que fuiste tú quien dijo que no lo hiciera.

-Claro ahora yo soy el malo.

-Sí.- Me dio un beso en los labios y se levantó- Gracias por defenderla.

Camino al armario se puso ropa interior y saco unos pantalones rotos con unas medias de rejilla y una camiseta abierta por delante para dejar ver la parte superior de las medias, además unas botas con algo de tacón en color negro.

-Te espero abajo.

-Esta bien.

Se sentó en la cama para empezar a vestirse, baje las escaleras y entré al baño para lavarme las manos, haber no me molesta la sangre pero cocinar manchado pues no es plan, al volver vi a Angi sentada sobre el sofá leyendo uno de los libros que había en el salón. Entre en la despensa y vi demasiada comida, pero tampoco quiero tardar mucho así que cogí unas patatas, chuletas y huevos para los tres. Salí y me senté sobre el fogón para pelar las patatas de manera que la piel caía en el cubo de la basura, después las corte, la verdad todo ello me llevó quince minutos. Cuando termine prepare el aceite metí las patatas, después las chuletas y por último los huevos, hice dos para cada uno. Me dirigí al salón a avisar a Angélica y preguntarla por su hermana pues esta tardando mucho en bajar, a medida que caminaba por el pasillo escuchaba dos voces, una de ellas la reconocí inmediatamente, la otra supuse que era de mi cuñada me quedé un segundo quieto, la verdad siempre me dio curiosidad saber de qué hablan las mujeres entre ellas.

D: Creeme lo encontraras?- que encontrara que

A: No creo, tú te has criado con él, te conoce a la perfección- con quien se a criado?

D: No tienes por que conocerle de siempre. Solo necesitas que te entienda- hablan de mí?

A: Pero quién me va a entender a mí, si un cincuenta por ciento del tiempo tengo que estar actuando prácticamente.- Vaya ahora me da pena.

D: Y por que actuas?

A: Porque si hablo contigo por telequinesia me miran mal, si intento ser como los demás me siento rara, pero si no lo hago pienso que no es lo que una reina debe hacer.

D: Tranquila, a partir de ahora yo voy a ser el bicho raro. A todos les pareceras un cielo, es decir, vas a conseguir que un demonio sea buena persona.

Pasó un instante, pero justo antes de que yo entrase Angi preguntó.

A: D?- D? A qué coño viene D?

D: Dime?

A: Tú cambias por tus emociones?

D: Cambiar?

A: Si, así- salió una luz que me dejó medio ciego.

D: Yo doy más miedo, pero sí.

A: Das más miedo?

D: Si, tu lo unico que tienes son alas y cuernos, lo mio es un poco más escandaloso.

A: Puedo verlo?

D: Te asustaras.

A: No, te lo prometo.- Ok esta vez ya me dejaron ciego.- Valla!

D: Sabía que tardaría miedo.

A: No, no te conviertas. Me gusta te queda bien.

D: Watashi wa uso o kiraimasu [odio las mentiras].

A: No es mentira.

D: Sabes japonés?!?!

A: No, aunque en el cielo es muy importante, te lo enseñan en una especie de escuela que tenemos.

D: ¿Escuela?, ¿qué es una escuela?

A: Nunca has ido?

D: No, parece mentira que hayas visto a través de mis ojos.

A: Siempre pensé que lo que no me dejabas ver era la escuela del infierno.

[Os explico, ellas llevan hablando juntas desde siempre, pero no sabían que la otra era real. Cuando se enteraron fue cuando tú ya te habías escapado del castillo. En este tiempo que no sabían la verdad, ellas se ayudaban Angelica te enseño a leer y escribir, ahora estara el listo o lista que dice pero Angélica no sabe japonés y Diabla sí, bueno pues eso es porque Jeff, Gimiko y Isaac si saben y ella de escucharles lo acabo aprendiendo y cuando tenía tiempo "libre" aprovechaba para aprender a escribir, tu a ella (Angélica) la enseñabas formas de defensa, ataque y respuestas que ella necesitaba, pues en la escuela del cielo también estudian cosas sobre el infierno y les obligan a saber combatir a los enemigos. Y creo que no me falta nada, si no entendeis algo lo poneis en los comentarios, pues entiendo que es un tanto difícil de entender].

D: Lo que no te dejaba ver era cuando me llevaban al cuarto rojo.

A: Qué es eso?

D: El cuarto de las torturas.

A: (Ahogó un grito) Lo siento, yo no sabía que...

D: Tranquila prefiero que te hayas enterado ahora que cuando pasaba, te hubieses preocupado más.

A: Entonces las heridas que tienes son de eso?

D: Si, pero tranquila ya ha pasado todo.- Habló desanimada, por lo que entre en la sala para decirles que ya estaba la cena.

J: Chicas, vamos a cenar.

Angélica se quedó mirando a su hermana, esta se levantó y dijo:

-Genial, me muero de hambre.

Yo se que es para quitar el tema de la mente de su hermana porque hasta hace unos meses solo comia un par de veces al mes, cuando probaban químicos en la comida.

Yo salí el primero, Diabla me seguía y Angélica hiba la última. Llegamos a la cocina y nos sentamos a cenar. Angélica tardó en empezar, para mi que creía que estaba envenenado, su hermana también lo notó, así que cogió su plato comió un trozo de cada chuleta (también eran dos para cada uno) y cuando los trago cambio su plato por el de Angélica.

-Las dos estan bien, no te pasará nada si las comes.

La peli-morado miró el plato, a su hermana y a mí, entonces cogió sus cubiertos y empezó a comer.

(1167 palabras).