Color rosa.

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Sabía que lo tenía en la mochila, se lo vi guardar al principio de la reunión, así que me acerqué y se lo saqué. Lo abrí y metí una contraseña en el que yo estaba usando. Todos miraron el portátil del viejo, este empezó a entrar en páginas, su historial apareció en mi pantalla y algo de él me llamó la atención una de las páginas que más ha visitado en las últimas semanas es la deep-web.

-Vaya, así que te viene bien que me esté callada- le miré.

-No sé de que hablas- afirmó él.

-¿A tí no te han dicho que mentir es malo? Este link da a un sitio que aquí está prohibido ver- señale el link en lo que hablaba.

En eso su ordenador empezó a pitar y posteriormente empezó a apagarse y encenderse.

-Para detenlo.

-No se puede.

-¡Como no se va a poder!- estaba histérico y eso me hacía feliz.

-Solo no se puede, el virus romperá tu ordenador y pasará todos los datos a la nube, a mi nube.

Entró en pánico.

-¡Pero esos datos son míos! ¡Son cosas personales! ¡NO LAS PUEDES VER!

-Sinceramente, creo que sí, al fin y al cabo lo que estás viendo es mi infancia- respondí en lo que leía el historial-. Él que está indagando en la intimidad de otros eres tú no yo.

-Creo que la prueba ya se ha terminado- dijo la directora-. Ha demostrado que puede estar en el curso sin problemas. Vamos a por sus libros señorita- trató de que el ambiente se relajara.

Me levanté, miré a mi tutor, me agaché a su lado y le susurré con una voz tétrica.

-Tienes suerte de haberme caído bien, por ahora no voy a dejar que vean los archivos, puedes ser mi juguete un poco más- reí suave pero le dio miedo y le causó un temblor.

Me acerqué a mi hermana y nos retiramos de la sala junto a Thor y Helena. Caminamos por el pasillo con todos los que habíamos venido en un principio, la mujer entró en un cuarto, se acercó a una mesa y cogió una pila de libros, un guardia se acercó y los cogió, todos venían en una mochila rosa, en la parte delantera ponía ANGÉLICA en letras blancas con el borde dorado. Puso dicha mochila al hombro y salimos del centro despidiendo a la mujer en las puertas de este, ella dijo que nos esperaba mañana a primera hora.

El guardia que recogió los libros se montó en un caballo y se marchó. Nosotros caminamos hacia el lado contrario pasando entre casas y comercios, mucha gente nos vio, todos hacían reverencias a nuestro paso excepto un grupo de niños que estaban demasiado concentrados en el balón como para enterarse de nuestra presencia, entonces un niño de unos seis años se acercó a nosotros.

-Buenos días majestades, ¿quién de vosotras es la nueva princesa?- dijo señalando a nosotras dos.

-Yo, yo soy la nueva.

-Vaya, eres muy guapa para ser un demonio.

El resto de personas se asombraron de su osadía, a mi por el contrario me hizo gracia y me agaché para quedar a su altura.

-Y tu muy listo para ser del cielo- revolví su pelo.

-Pero ser del cielo es ser de los buenos

-¿Seguro? Yo no lo creo. Y si quieres para dentro de una semana te traigo una lista con los pros y los contras de aquí, ¿te parece?

-¡Sí!- dijo muy ilusionado.

Llegó una mujer vestida con un viejo vestido azul, era bonito aunque estaba manchado, se inclinó al llegar a nosotros.

Whims of fate.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora