Más allá de los espejos [COMPLETA] ✔️ (Draco Malfoy, fanfic)

E P Í L O G O

EPÍLOGO

-Diecinueve años después-

Aquella mañana, Draco reaccionó con brusquedad, escuchando la alarma del despertador. Soltó un gruñido y se desperezó sin recordar por qué había puesto alarma ese día. 

Abrió los ojos con pesar y se giró en la cama, encontrándose nada más que el espacio vacío junto a él.

Suspiró y estiró el brazo hacia la mesita de luz para apagar el despertador que seguía sonando, pero en lugar de tomar el reloj, su mano cayó sobre un recipiente con moco.

Sí, moco. 

—¿Pero qué...? Oh, maldita sea, ¡Remus! Voy a matarlos... —gruñó levantándose de un salto.

Luego de asearse, bajó las amplias escaleras de la mansión Malfoy y caminó hacia la cocina, pero todo su enojo se esfumó al ver la escena que encontró allí: 

—¡Mamá, Remus no me entrega el cereal! —exclamó Georgie.

—Remus, dale su cereal a tu hermana —ordenó Hope sin dejar de hacer los panqueques.

Remus y Georgie tenían trece años y no eran hermanos normales. Además de ser mellizos, eran inseparables compañeros de travesuras. Tan sólo llevaban dos años estudiando en Hogwarts y ya disponían de una amplia reputación si de travesuras se trataba.

Remus era la viva imagen de Draco, con su mismo cabello rubio platinado y sus ojos grises. Georgie, en cambio, tenía el cabello castaño claro, como Hope, aunque compartía los ojos de su hermano.

—Buen día —saludó Draco adentrándose en la cocina. 

—Buen día, papá —respondieron los mellizos al unísono.

—Buen día, amor —lo saludó Hope con un beso en los labios. 

—¿Por qué no me despertarte, cariño? Sabes que amo abrir los ojos y verte a mi lado —susurró Draco acariciándole la cintura.

—¡Buaj! ¡Hay niños presentes, papá! —exclamó Remus.

—Scorpius despertó muy temprano, está nervioso —explicó Hope sonriendo—. ¿Qué traes en la mano...? —vió el tarro de moco que Draco echó a la basura y miró desafiante a sus dos hijos mayores.

Remus y Georgie agacharon la cabeza y comenzaron a comer su cereal con velocidad, intimidados por la dura mirada de su madre.

—¿Qué les dije sobre las bromas aquí en casa? —regañó la castaña poniendo los brazos en jarra.

—No importa, cariño —dijo Draco acercándose para besar las cabezas de sus hijos—. Al parecer, Remus y Georgie no podrán ir a Hogsmeade éste año.

—¡¿Qué?! —exclamaron ambos.

—¡No! —saltó Georgie—. ¡Papá, lo prometiste!

—¡Y ya firmaste nuestros permisos! —agregó Remus con una mirada indignada.

—Sí, firmé sus permisos —confirmó Draco—. Pero aún los tengo yo. Y si no quiero, no se los daré.

Hope apretó los labios para no reír ante las miradas de arrepentimiento de los mellizos.

—Lo sentimos, papá —dijo Remus.

—Mucho, mucho —dijo Georgie—. Pero es que el otro día nuestro padrino nos dió nuevos productos y teníamos que probarlos...

-—¡Yo sabía que Fred tenía algo que ver! —exclamó Hope. 

Draco salió de la cocina escuchando a Hope despotricar contra Fred Weasley por proveer a los mellizos con toda clase de artículos de bromas, y volvió a subir las escaleras hacia el piso superior.