Más allá de los espejos [COMPLETA] ✔️ (Draco Malfoy, fanfic)

Capítulo 02 | Una visita inesperada, parte 2

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-Una visita inesperada, parte 2-

—¿Te vas a quedar ahí parada toda la noche o vas a venir a darme un beso? —sonrió Draco recostado en la cama, con las manos tras la cabeza.

Hope abrió la boca sin saber qué decir, formando una "o" casi cómica con sus labios.

—¿D... Draco...?

—No, ahora me llamo Juan —dijo el rubio con sarcasmo. Hope soltó una leve risita, escondiendo un nuevo sollozo y rápidamente Draco se puso de pie, corrió hacia ella y la envolvió en sus brazos. 

—¿Es normal extrañar tanto a alguien como lo he hecho contigo, Hope? —murmuró Draco sobre sus labios. 

Se unieron en un beso lento, cargado de emociones y sólo se separaban para decirse cuánto se habían extrañado y cuánto se amaban. Hope se sintió transportada nuevamente a los pasillos de Hogwarts en los que solían besarse a escondidas, a lo alto de la torre de astronomía donde pasaban largas horas abrazados mirando las estrellas; se perdió sintiendo las caricias de Draco en su cintura, mientras ella le rodeaba el cuello con sus brazos y enredaba sus dedos en el fino cabello rubio de su novio... ¡cómo lo había extrañado! 

Se sentaron en la cama y continuaron besándose, hasta que Hope recuperó el habla:

—¿Qué haces aquí? —le preguntó con la respiración agitada por los besos—. Puede ser peligroso, si alguien nos ve...

—Lo sé —la interrumpió Draco acariciándole la mejilla—, pero necesitaba verte, saber que estabas bien y no podía dejarte sola ésta noche. Tranquila, tomé mis precauciones; nadie sabe que estoy aquí... además de mi madre.

—¿Tu madre...? ¿Ella sabe... lo nuestro?

—Sí. Esa mujer me conoce demasiado bien. Sabe cuando miento, y... necesitaba su ayuda para salir de la mansión. No fué fácil convencerla, créeme, pero terminó aceptando.

—¿Y... está de acuerdo en que nos veamos? —preguntó Hope sin poder creer que la señora Malfoy aceptara su relación con Draco.

El rubio hizo una mueca.

—Ese ya es otro tema. No, no lo acepta, pero sabes que soy un chico rudo y rebelde, me encanta romper las normas.

—Sí, claro.

Hope se puso seria y miró a Draco con detenimiento: estaba muy delgado, con ojeras y se veía mucho más abatido que en los pasados meses en Hogwarts. Ella creyó que al estar en su casa, el rubio se recuperaría, pero al parecer no había sido así.

—Draco... ¿qué está ocurriendo en tu casa? —le preguntó con suavidad; el chico se tensó.

—Eso no importa.

—Pero...

—Hope, ésta noche no vine a hablar de mí sino a acompañarte.

—¿Y ni siquiera vas a darme una explicación? ¿Acaso no crees que la merezco?

—¿Explicación sobre qué?

—¡Sobre lo que ocurrió la noche que huíste de Hogwarts! ¡La noche que me abandonaste!

—Hija, ¿está todo bien? —se escuchó la voz de la señora Davis desde el primer piso.

—¡Sí, mamá, es la televisión! —respondió Hope, y luego cerró la puerta para enfrentar nuevamente a Draco—. ¿Y bien?

El rubio se fregó la cara con ambas manos.

—No vine a discutir contigo. Vine porque... Mira, le dije a mi madre que me necesitabas, pero la verdad es que soy yo quien te necesita... —los ojos de Draco se aguaron—. No tienes idea de todas las cosas horribles que ocurren día a día en esa casa... Mi padre sigue en prisión y nadie respeta a mi madre, mucho menos a mí... Esa ya no es nuestra casa, Hope. El... el Señor Tenebroso va y... y se pasea como si... —Hope se sentó junto a él y le tomó las manos: Draco temblaba.