Sheldon escribía en su pizarra mientras Raj sostenía la cabeza entre las manos.
- Sheldon, creo que esa integral ahí no pinta nada. ¿Para qué necesitas hacer ese cálculo? Damos un rodeo innecesario.
El joven estaba a punto de rebatirle cuando, sin previo aviso, la puerta del despacho se abrió bruscamente. Un torbellino de pelo rubio apareció a toda velocidad y se quedó inmóvil un instante. Los dos físicos miraron sorprendidos a la recién llegada.
- Penny… ¿qué…- empezó Sheldon.
Pero no pudo terminar. La chica le miró casi con lágrimas de felicidad en los ojos y, sin más, se abalanzó sobre él. El pobre físico estuvo a punto de caer al suelo con semejante ímpetu, pero logró mantenerse en pie.
- ¡El doctor Miller me ha aceptado! Dice que quiere que empiece mañana mismo.- la emoción hizo temblar su voz, mientras se apretaba contra el pecho de Sheldon, abrazándolo como si quisiera fundirse con él. Raj miraba perplejo la escena, sin dar crédito. Sheldon tragó saliva. Otra vez sentía todo el cuerpo de la chica pegado al suyo, y otra vez el corazón empezaba a desbocarse. Empezó a temblar sin poder evitarlo. Pero Penny estaba tan exultante que no lo advirtió.
- Oh, cielo, ¿cómo voy a agradecerte esto?- ella se separó y le miró con los ojos verdes brillantes como dos esmeraldas.
- No…no tienes que agradecérmelo.- Sheldon tragó saliva.- Al fin y al cabo, tampoco… ha sido para… tanto.
- ¿Cómo qué no?- ella le miró admirada.- Ese buen hombre cree que soy la mejor de las mejores. No tenía ni idea de que supieras mentir hasta ese punto. Sea lo que sea lo que le has dicho de mí, lo has convencido de verdad.
- Yo…- Sheldon intentaba comportarse y hablar normalmente, pero ella seguía aún demasiado cerca y convertía esas intenciones en algo imposible.- Yo… no tuve que mentirle. Simplemente dije que eras una joven inteligente, leal, despierta y capaz de ser muy eficiente en un relativamente corto período de tiempo. Y… bueno, eso no es… ninguna mentira.
Penny le miró con tanta adoración que el joven físico sintió un vacío poderoso en el estómago, seguido de un desagradable hormigueo. A su mente vino la conversación con Leonard y la expresión de "mariposas en el estómago". Tragó saliva, procurando eliminar esas extrañas reacciones. Penny le sonrió llena de emoción y, sin más, se colgó de su cuello y le dio un largo y tierno beso en la mejilla.
- Gracias, Moonpie…- el susurro de la chica en su oído hizo que las malditas mariposas volasen desde su estómago hasta su nuca, erizando toda la piel a su paso.
Penny le miró. Pudo sentir su corazón retumbando en su pecho cuando le abrazó y también podía ver ahora la turbación que ella le causaba. Turbación que ahora parecía contagiarle a ella. Otra vez vino a su mente la idea de que no existía hombre más irresistible y deseó con toda su alma repetir el beso de ayer. Eso era una locura que tenía que parar. Pero no podía encontrar fuerzas cuando él la miraba como lo estaba haciendo ahora. Sheldon de nuevo hizo un sobrehumano esfuerzo y dio un paso atrás, muy consciente de que un atónito Raj estaba siendo testigo de la escena.
- Bueno, Penny, permíteme… felicitarte por tu nuevo puesto.- consiguió mantener la calma, mientras le dedicaba una cortés inclinación.- Y ahora, supongo que… estarás pensando en ponerte al día rápidamente.
Ella le miró, entre sorprendida y pesarosa, al ver la súbita distancia que estaba poniendo Sheldon de por medio. Miró a Raj, algo confusa.
- Eh, bueno, sí, lo cierto es que eso sería estupendo.
El físico teórico se irguió.
- Muy bien. Raj podrá enseñarte el Caltech, así como los programas informáticos que más utilizamos en nuestro trabajo.
- ¿Yo?
- ¿Raj?
Los dos se miraron un tanto sorprendidos, no sólo por haber hablado a la vez, sino por la sugerencia de Sheldon.
- Sí, usted, doctor Koothrappali.- se volvió hacia la chica.- No te inquietes, Penny. Ahora es perfectamente capaz de hablar con una mujer. Aunque todavía le cuesta mirar a la cara mientras mantiene la conversación.- dijo, un tanto irritado, al ver cómo Raj miraba embobado a la chica, sin fijarse precisamente en su rostro.
Penny meneó la cabeza.
- Oye… esto… y ¿no podrías ser tú quien me pusiera un poco al tanto de este sitio? Al fin y al cabo, estoy aquí gracias a ti.
Sheldon intentó evitar un tic nervioso al ver la carita de súplica de la chica. Tenía que ser firme… ¡Por Spock, que tenía que serlo!
- Lo… lamento, Penny, pero yo… estoy muy ocupado. Tengo que…- miró a su pizarra.-… resolver esta integral.
Raj alzó una ceja.
- Pero si ya la has…
- Muchísimas gracias por tu amabilidad, Raj,- le interrumpió el físico alto, abriendo la puerta y casi sacándolo a empujones de su despacho. Se volvió hacia la sorprendida chica, haciendo una media reverencia para que saliera por la puerta.- No tienes nada de qué preocuparte. Estoy seguro de que Raj te tratará con la debida cortesía y te lo explicará todo perfectamente.
Raj pareció olvidarse momentáneamente del errático comportamiento de su jefe y miró a Penny, dedicándole una sonrisa entre embobada y seductora…
- Por supuesto. Por aquí, mademoiselle.
Sheldon le fulminó con la mirada, pero el joven indio le ignoró y condujo a Penny hacia fuera. Ella se volvió para mirarle. Sheldon le devolvió la mirada con una expresión indescifrable. Después cerró la puerta y se apoyó en ella. Apretó los dientes, sin saber cómo gestionar todo aquello que le invadía. Por un lado, se arrepentía al instante de haber dejado a Penny con Raj. Por otro lado, sabía que había hecho lo correcto. Sin embargo, deseaba con toda su alma ser él quién enseñase a la chica el Caltech. Pero en parte racional de su cerebro no hacía sino enviar cada vez alarmas más estridentes, urgiéndole a que se apartara de ella. Y la otra parte, su maldito sistema límbico, sólo deseaba en ese momento matar a Raj, a Howard, a quienquiera que se acercara a ella.
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La teoría es más sencilla que la realidad
RomancePenny se siente vacía, mientras que el resto de la pandilla vive su vida. Siente que su existencia se reduce a ir de la Cheescake Factory a su apartamento y volver de nuevo a su apática jornada laboral. Su soledad sólo puede aliviarla una persona qu...