Monstruosa Atracción.

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Ochako levantó la mirada.
La tierra temblaba debajo de las patas de la bestia. La cola removía la nieve a su paso.
El tronco de cinco metros de largo dejaba ramas detrás de su andar.

La madera tronó cuando "Katsuki", como le habían nombrado de cariño, dejó caer el árbol unos metros adelante.

Se movieron las manchas de los hombros, como olas en el mar de piel peluda.
Las orejas y el collar tintinearon a dos metros sobre el suelo cuando Katsuki meneó su cabeza, quitándose la nieve desde la melena hasta los bigotes.

Katsuki significaba la victoria.
La victoria del Hombre.

Años antes, el calentamiento global había derribado cada rasca cielo en las ciudades.
El clima domó la humanidad y cuando la onda de calor menguó, la temperatura se estabilizó varios grados bajo cero, debido a que la nube de ceniza provocada por la explosión de una súper volcán impidió la entrada de luz solar, generando una estepa que cubrió desde la Antigüa Rusia hasta los cuernos septentrionales de África, Guatemala y conectó desde las islas de Taiwán hasta Australia con fina capa de hielo.

La economía quedó como lo último importante.
Las esferas de poder se centraron en limpiar el terreno: remover montañas de escombros, de árboles muertos, de animales muertos, con tal de establecer bases para el nuevo desarrollo en esa tierra sin dueño.

Ochako se licenció como Ingeniera Novoagrícola, especialidad en Arquitectura de Experimentación.
Vivía entre las estepas en lo más profundo de la Antigüa Rusia, lejos de los condominios de New Petersburg, analizando los suelos, buscando entre los metros de nieve el suelo firme que se necesita para poder construir.

Construir invernaderos para la plantación, reforestación y creación de villas para que la sociedad pueda sobrevivir un poco más.

Pero había un problema: nadie podía soportar las bajas temperaturas como para hacer ese trabajo físico de limpieza con eficiencia.
Ante la baja de fauna, los científicos y los empresarios de condominios llegaron a un acuerdo: experimentar con el ADN y crear bestias capaces de resistir las temperaturas.

El padre de Katsuki había sido capturado a pocos kilómetros de donde su hijo ahora trabajaba.
Era un leopardo de Amur, de cuatro patas, cola, fauces, pero que cuando fue capturado, fue usado como semental y se logró crear una bestia entre humano y animal.

Katsuki fue el espécimen funcional de la cría del leopardo de Amur.
Fue "la victoria" de la humanidad ante la adversidad por primera vez desde que la nube de ceniza menguó.

Y para la mala suerte de Ochako, Katsuki le parecía demasiado sensual como para poner atención al análisis de suelos.

Todo su cuerpo era como esculpido, y su piel se muraba como lo más cálido cuando dormía dentro de su jaula.
Katsuki tenía ya veinte años, según los biólogos, estaba ya en edad de aparearse, así que había presenciado días en su miembro se hinchaba, andaba en cuatro patas y bufaba excitado.
Hasta hacía los movimientos y Ochako sentía cómo ella se humedecía de sólo imaginarse ser la víctima del apareamiento de la bestia.

-¡Ingeniera, cuidado!-, escuchó pero sólo logró virar la mirada. La reciente tala dejó débil las raíces de un árbol. Se le venía encima.

Se cubrió y la estela le rozó la mejilla.
El estruendo la despertó y sólo vio la mota blanca de pelo en la cola felina.
Katsuki respiraba agitado, con la cadera rota en su cuello.

Se giró, viéndola, y le dedicó una mirada que poco a poco, la pupila se le dilataba.
-Cuidado, ingeniera.

Kacchako 4 Ever IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora