Si no lo haces... III.

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Ochako cerró la puerta del auto y se encaró a su director.
—Quiero que sea mi esclavo—, soltó, segura.

Ella odiaba a su madre.
Su padre se había ido de la casa cuando ella era pequeña por su madre había sido mala con él. Por su culpa, ella se perdió del amor de su perfecto padre.

Y quién mejor que el novio "secreto" de su madre para joderla.

—Bájate—, fue lo único que dijo y Ochako frunció el ceño.

—Vendrás a mí: mi madre no es a quien quieres.

Y tenía razón, porque esa noche, mientras tenía sexo con la madre de Ochako dentro de su auto aparcado delante de la casa de la castaña, Katsuki se distrajo.
Subió la mirada y se encontró con la chica mientras la mayor aún estaba debajo de él.

Llevaba una camisa como la del uniforme, pero en esa fría noche de mediados de otoño, sus pezones desnudos se marcaban en la tela.
El mayor se seguía moviendo dentro, viendo cómo la chica deshacía sus botones y acariciar sus senos.

Katsuki sintió su miembro endurecerse aún más.
Se movió más rápido, apretando a la mujer debajo contra su cuerpo, rememorando la imagen de la menor, eyaculando a un lado sobre el asiento.

Su orgasmo fue intenso, le llegó a lo más profundo de su ser y si ella estaba allí cuando devolviera la mirada hacia la ventana, estaba seguro que ni la presencia de la madre lo detendría para hacerla suya.

Pero la soledad le miraba desde afuera.

Kacchako 4 Ever IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora