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ögnare. 
温延謁

Ella se queda despierta todas las noches y se pregunta qué va ha matarla esta vez.

No es lindo, la están torturando.

Ella está atrapada en los dedos de un niño como si él estuviera pescando con una red.
Lo peor de estar encadenado es saber que es algo de lo que te vas a arrepentir.

Ella sopla anillos de humo y desea que sean sogas.
Ella ha hecho todo lo que le dijeron y todavía no se siente viva.

Némesis soltó todo su aire por la nariz mientras se levantaba, en sus vendadas manos reposaba enrollado un antiguo mapa de las áreas cercanas en donde se encontraban ahora mismo. Se dio la vuelta cuando se puso completamente recta, observando con algo de cansancio a dos cabezas entre las mesas, una rubia y otra albina, que charlaban entre sí en su espera, así que empezó a caminar con silenciosos pasos hacia ellos.
Había tenido una noche larga, sin poder conciliar del todo el sueño sin tener pesadillas o sueños por medio, acabando más cansada de lo que estaría si no hubiera podido dormir en 1 semana. Paso una de sus manos por su cabello, echándolo para atrás mientras se acercaba del todo a sus compañeros, desenrollando el mapa encima de la circular mesa de madera y colocando sus manos en los bordes de esta, dejando todo su peso en ellas. Meliodas y Ban la observaron durante un largo minuto mientras ella observaba analíticamente el mapa, situándose a si misma y en donde estuvieron en menos de un segundo.

– Ahora mismo estamos aquí.– Comenzó con su suave voz, dando pequeños toques con su vendado dedo a una parte norte del mapa, levantando su mirada para clavarla en ambos hombres delante suya.– En la montaña hacia el este de Dalmary. Y aquí...– Moviendo su dedo hacia la derecha, quedó encima de un pequeño dibujo con el nombre de "Aldea Canes"–...Es donde la Princesita nos encontró.– Meliodas se cruzó de brazos mientras Ban dejaba salir una pequeña sonrisa. Ésis levantó su mano para colocar un mechón detrás de su oreja, dejando ver una pequeña cicatriz color café recorrer desde su oreja hasta casi su ceja en su parte derecha del rostro, sin dejar de mirar el mapa. Pero, tanto su Capitán como su compañero observaron esa cicatriz con algo de sorpresa, nunca se habían dado cuenta de ella, tal vez era por el echo de que la azabache siempre llevaba el cabello delante de la cara o que, simplemente, nunca habían reparado en ella.– Y luego, aquí, es donde nos reunimos con Diane en el bosque de los sueños.– Volvió a su posición inicial, colocando todo su peso en sus manos apoyadas en la mesa. Sus azules ojos se volvieron a posar en ambos hombres delante de ella, quienes una pequeña corriente recorrió sus espaldas al notar esos analíticos ojos mirarlos fijamente, como si pudiera leer sus almas con ese azul hielo.

Ban y ella conectaron miradas antes de que él alzara su brazo para colocarlo en un punto a la izquierda del mapa, a un lado de un dibujo de la Prision de Baste– Pero, ¿acaso no íbamos a la capital del Reino?– Cuestionó– ¿No deberíamos estar en el Sureste del camino~🎶?–

El Capitán ladeó levemente su cabeza, colocando una de sus manos en su mentón, pensando. Soltó un suspiro antes de hablar– Mejor no.– Contestó, y Némesis asintió para su misma, rascándose su cuello– Nos alejaremos del reino por ahora.–

– Es la opción más inteligente.– Afirmó ella, recibiendo la mirada de ambos hombres de nuevo– Derribamos una fortaleza.– Aportó haciendo un círculo con su dedo en una parte del mapa– El Reino y los Caballeros Sagrados deben estar alerta en este momento, sería mejor, y lo más seguro, evitar hacer cualquier cosa que pueda llamar la atención.–

◖ 𝘚𝘐𝘕𝘕𝘌𝘙 ◗ - 𝙉𝙖𝙣𝙖𝙩𝙨𝙪 𝙉𝙤 𝙏𝙖𝙞𝙯𝙖𝙞 -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora