◖ 𝘚𝘐𝘕𝘕𝘌𝘙 ◗ - 𝙉𝙖𝙣𝙖𝙩𝙨𝙪 𝙉𝙤 𝙏𝙖𝙞𝙯𝙖𝙞 -

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[ Aviso cortito:
Antes que nada quiero desearos unas muy felices fiestas y un año nuevo estupendo,
no sabéis cuanto os quiero,
Y lo digo en serio <33333

Sois una parte indispensable en mi vida, así que muchas gracias por seguir aquí a pesar de todo y aún sabiendo que soy una vaga y una lenta del cuarto para actualizar JJSJS peRd0n

También vengo a avisar que este capítulo es medio largo y que me puse medio cursi y triste al final chau JSAJJAJA

Palabras utilizadas:
5864 ]

63 —
Ｅｌ　ｍｉｓｔｅｒｉｏ　ｄｅ　
ｕｎａ　ｆａｍｉｌｉａ．　
ネ尉ヅ若イ

" A escondidas de los llantos de mis ruinas, destruyendo lo que encontraba a su alcance. . .
Mi piel se ha vuelto gruesa
en mis ojos escampa, de todo saldré ilesa. "

Fue en ese momento, donde Meliodas pudo apreciar lo delicados y frágiles que la raza humana podía llegar a ser.
Tal vez era por que él había vivido durante tanto tiempo, aunque nadie lo supiera realmente, que ver como el joven hermano ciego de su compañera tocaba las paredes marcadas con leves raspones para guiarse, hacia que pareciera un joven tan frágil, que incluso con un solo soplido se rompería.

Mientras se adentraban en ese tranquilo hogar para Meliodas le fue imposible no fijarse en todo lo que su vista era capaz de ver, tan pronto entrabas, te encontrabas una mediana cuadricular donde había un antiguo zapatero y, incorporado a la pared, un armario para guardar ropajes tal como abrigos o bufandas. Parecía estar rebosante de ropa de invierno, entre ellos, en el suelo del medio abierto armario había unas pequeñas botas de goma que llamaron la atención del rubio al ser de un tono llamativo, pero parecían sucias y roídas, como si en su momento se hubieran utilizado mucho pero luego fueron totalmente abandonadas. Eso si, en el zapatero había botas y algunas zapatillas, algo usadas pero que se veían que eran más o menos nuevas.
A doble altura de la pequeña cuadrícula, comenzaba un suelo de madera limpio pero con algunas rayadas aquí y allá, dejando ver un amplio pasillo con unas escaleras pegadas a la derecha de todo.

Guiando al grupo de Pecados, una princesa y un cerdito rosa, menos Diane que para la desgracia de su tamaño no podía entrar por la puerta, se tuvo que quedar fuera, Némesis parecía estar más interesada en ayudar a su hermano a llegar a un destino en concreto que no se acordó que detrás de ella venían ellos, así que, cuando Bree se quedó quieto mirando hacia detrás de ella, su mente se centró por fin.

Sus hombros estaban tensos, su mandíbula también y parecía no querer mirar mucho todo el hogar donde se encontraba ahora mismo. Soltó un pequeño suspiro, separando su mano de su hermano, quien continuó su recorrido hasta perderse en la segunda puerta de pasillo, acariciando con sus dedos unas rojizas flores que se encontraban en un florero en la de una cómoda entre las 2 puertas. Cuando Ésis confirmó que había llegado sin problema, se sobo el puente de su nariz sin darse cuenta.

Hubo un minuto algo incómodo de silencio.

Bree trago saliva, poniendo una pequeña sonrisa hacia sus invitados, luego, giró su rostro, cruzándose de brazos hacia su hermana.– ¿Por que. . . No los llevas al salón mientras yo preparo un té o algo así?– Intento relajar el ambiente, pero el abrupto acento de su voz al hablar en un idioma que no era el suyo hizo algo bruto su hablar. Némesis lo miro, y al ver como este le sonreía sinceramente antes de marchar hacia la primera puerta del pasillo, unos pasos alejados de donde se encontraban, volvió a soltar un suspiro.