Capitulo 27

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POV Leyna
-Estírala..- dijo Aleksey mientras cargaba otra manguera enrollada en uno de sus hombros.- debemos esperar a que se seque para poder guardarla. Sino se reseca y se rompe.
-Ok.- dije mientras estiraba una de las mangueras que habíamos utilizado. Eran las tres y media de la mañana y había mucha actividad en el destacamento.
-No irás ahora.- dijo Meyer mientras caminaba hacia su oficina. Herman caminaba apresuradamente a su lado.
-Pero no tiene nada de malo, déjame ir a cargar agua.
-¡Que no irás ahora Herman! ¡Son las tres de la mañana, deja de molestar!- siguieron de largo mientras seguían discutiendo. Herman hacía aproximadamente cuarenta y cinco minutos insistía en querer ir a llenar el tanque del camión.
-Siempre se pone imbecil después de cada incendio, creo que trata de liberar adrenalina o algo así.- dijo Alek colgando el rollo que tenía en sus hombros. Él estaba más tranquilo de lo normal, creo que tenía sueño.
Ancel había desaparecido, no del lugar, pero no sabíamos en qué parte del destacamento estaba. Creo que el castigo de Meyer le estaba saliendo demasiado caro.
-Hay que limpiar las boquillas para que estén preparadas en otra ocasión.- me acerqué a él y observe cómo lo hacía. Aleksey era un gran maestro, si bien le importaba mucho lo teórico, en el ejercicio siempre estaba presionando para que piense y eso me ayudaba mucho más que leer.
-¿Que tal?- dijo Herman acercándose.-¿que hacen?
-Trabajar..-respondió Alek concentrado en lo que hacía.
-¿En que los ayudo?- dijo hiperactivo. Lo observe con una sonrisa en el rostro, parecía un niño pequeño.
-Limpia lo que has usado.- ordenó Aleksey. Herman se movió rápidamente y en unos segundos ya tenía todas las herramientas desplegadas en el piso. No había sido capaz de darme cuenta de todas las cosas que se habían utilizado hasta que las vi. Nuestro compañero se puso a canturrear una canción mientras se concentraba en limpiar y ordenar todo. Ellos tenían una gran coordinación y nadie se quejaba por hacer su trabajo, lo que me sorprendía ya que estaba acostumbrada a otro tipo de ambiente laboral.
-Debemos limpiar el camión.- dijo Alek observándome. En determinado momento me guiño un ojo haciéndome sonrojar levemente.
-No lo harán hasta que yo no vaya a cargarlo, después se ensucia otra vez.- medio gritó Herman. Alek rodó los ojos y terminó con las boquillas.
-¿Quieres comer algo? - le pregunte.
-Si, pero lo que quiero no puedo comerlo ahora mismo.- él estaba tratando de provocarme.
-Ya.. en serio- dije divertida.
-Si, vamos.- dejó los trapos que había utilizado a un lado y caminamos juntos hacia la cocina. Él se sentó mientras yo preparaba unos sándwiches, algo simple para al menos tener algo en el estómago hasta el desayuno.
Puse el plato frente a él y nos dispusimos a comer en un silencio para nada incómodo.
-Debemos comprar una pastilla.- hable después de tragar la comida.
-Lo se, iremos temprano.- mordió su sándwich y me observo. Le sonreí y me volvió a guiñar un ojo.
-Deja de hacer eso.- hable divertida.
-¿Por que?
-Me pones nerviosa.- soltó una carcajada.
-Pues a mi me pareces una ternura cuando te poner nerviosa.- dijo tranquilo.- preparare café, ¿Quieres un poco?- asentí.- será un día largo y necesitaremos energía extra.- dijo mientras se levantaba de su lugar. Se movió sigilosamente dentro de la cocina. Ancel al fin apareció en el lugar.
-¿Que haces? Deja eso.- le dijo a su compañero.  Alek lo observo confundido.- Meyer me ha ordenado preparar el desayuno para todo el equipo, llega a ver qué haces algo tú y mi castigo empeorará. Sal de aquí.- sonreí. Él estaba mucho mejor, se le notaba. Empujó con facilidad al chico que preparaba café fuera de la cocina. Alek restregó su rostro con sus manos algo exasperado. Supongo que estaba acostumbrado al comportamiento de sus compañeros pero como a todos, en algún momento se llegaba a irritar solo un poco.
-Iré a leer un poco.- dije bostezando. Él se sentó en donde estaba y suspiró fuertemente. Le dejaría tranquilo, si algo le sucedía entonces era mejor no molestarlo.
Salí de la cocina y me dirigí a la sala de lectura, camine frente a la gran estantería que había en el lugar. Observe todos los libros que había, desde cuentos infantiles hasta grandes libros de matemáticas. Había una gran variedad de temas para elegir.
-Muchos de ellos son donados.- dijo Herman detrás de mi.- él único que ha leído casi toda la biblioteca ha sido Alek, yo me conformo con estos.- camino hacia donde yo estaba y tomó un libro de historietas. Observe cómo leía la portada.- Son entretenidos.- pronunció y camino hacia uno de los sillones para luego sentarse a leer. Busque algún libro que me entretuviera un rato, era una decisión difícil pero después de unos minutos, tome uno.
Me senté frente a Herman en otro sillón y me dispuse a leer tranquilamente. El silencio inundó la sala y los minutos pasaron, estaba tan concentrada que no me di cuenta que mi compañero se había dormido frente a mi. Sonreí levemente y le quite el libro que estaba por caerse de sus manos, lo deje sobre una pequeña mesa que había allí y salí del lugar. Busque a Alek por varios lugares pero no le encontré, ya eran casi las cinco y el sueño se estaba adueñando de mi.
Camine hacia las habitaciones con camas y entre a una, pude ver un gran bulto arriba de una de ellas y me di cuenta que era Alek, estaba durmiendo.
Me recosté a su lado y acaricie una de sus mejillas con uno de mis índices.
-Ven aquí..-dijo en un susurro y me envolvió con sus brazos. Se sentía tan bien estar junto a él. Beso levemente mi frente y siguió durmiendo. Después de varios minutos mirándole maravillada me quede dormida sobre el. Me sentía contenida, nunca estuve así con alguien.

ALEKSEY - Terminada. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora