Capitulo 50

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POV Aleksey
-Bien, respiro, respiro profundo.- sonreí, ella estaba nerviosa pero no tanto como en sus anteriores pruebas.
-Recuerda responder con la verdad.- le dije mientras besaba su cabeza.
-¿La señora Acker es buena?- apretó el abrazo, como si fuera una niña pequeña con miedo.
-La señora Acker es una gran profesional y por sobre todo gran persona, le conozco desde que era pequeño.- le brindé un poco de tranquilidad.
-¿Por que nunca había escuchado de ella?
-Porque no eres de aquí- sonrió.- y porque Wanda no le dejaba trabajar como psicóloga, ella no quería competencia.
-Bueno, entonces estoy segura de que es una buena profesional.- nos separamos levemente y conectamos nuestras miradas.
-Estás radiante hoy..-dije contento, estaba tranquilo como hacía muchas semanas no lo estaba, tenia a Leyna a mi lado y eso era lo único que me importaba ahora mismo.
-Tu no te quedas atrás..-me dedico una pequeña sonrisa- ven, dame un poco de seguridad.- acercó su rostro, y después de mucho tiempo, me beso en los labios. Fue como haber revivido, ese pequeño beso me dio la energía que necesitaba para seguir adelante, con ese beso pude saber que todo estaba bien entre nosotros.
-Al fin...-dije en un susurro, nos observamos y automáticamente soltamos una carcajada. Hoy era uno de esos días felices y no entendía por qué, pero lo disfrutaba.- bien, anda, que tienes que dar la prueba, no hagas que te empuje.- ella se volteo sonriente y camino con dificultad ya que aún seguía con su férula, a la entrada del despacho de la señora Acker.
-Te quiero..- me dijo volteándose levemente y con esas palabras me dejó más que bobo. Con una sonrisa en mi rostro y mis manos en mis bolsillos, observe cómo entraba al lugar. Sabía que iba a salvar esa prueba, ella estaba preparada para darla.
Después de que ella estuvo adentro salí del lugar, tome el coche y me dirigí a la oficina de Alois, el agente inmobiliario.
Habíamos elegido el lugar con Leyna, ya lo teníamos en mente. Era un terreno grande, tenía de todo y se parecía al lugar donde vivía Viveka, solo que un poco más verde. Aún no tenía ninguna construcción en él y habíamos planificado construir una gran casa en él.
Si bien ninguno de los dos había confirmado que teníamos una relación, planificar nuestro hogar nos ilusionó mucho sobre el futuro. Imaginamos cada rincón de la casa, cada plantación y cada animal que íbamos a tener. Sonreí al recordar como Leyna nombró a cada vaca lechera que íbamos a tener, mariposa, margarita, rosa...ella estaba realmente emocionada por todo esto. Aunque no sabía nada de trabajo rural, estaba dispuesta a aprender todo lo que fuera necesario y eso me encantaba de ella. Nos había llevado muchísimas horas imaginar cómo sería todo y a cada momento lo guardaba con mucho cariño en mi mente, esto sólo nos unía cada vez más.
-¿Que tal?- dije entrando al lugar. Adalia, la secretaria de Alois, me saludo contenta, con una mano.
-Alois está con el dueño del campo en estos momentos, déjame avisarle así ya entras con ellos.- asentí con la cabeza y me senté en una de las sillas que había allí para esperar.
Estaba ansioso y algo nervioso, sentía una pequeña molestia en mi abdomen pero sabía que era solo por el momento.
Me hubiese encantado hacer esto con Leyna pero los horarios se habían mezclado y no podíamos cambiarlos.
-Pasa, ya están listos.- dijo la mujer dejando la puerta abierta para mi. Me levante de mi lugar y camine apresurado hacia la oficina, entre y cerré la puerta tras de mi.
-Buenos dias.- dije saludando a cada hombre con un apretón de manos. Ellos estaban sonrientes, no lo sé, era un día raro, todo mundo estaba feliz.
-Siéntate Aleksey, comencemos con esto.- dijo Alois. Me senté junto al hombre en uno de los sillones azules que había en el lugar.- bien, ya conoces a Jakob, ¿no?- asentí con la cabeza.
-Hemos ido a la secundaría juntos.- ambos sonreímos. Él había heredado estas tierras de sus abuelos, pero le importaba poco el trabajo rural, él era el encargado de una rotisería, era una empresa familiar y eran unas personas muy tranquilas.
Estuvimos más de hora y media charlando y negociando, también recordamos buenos momentos de cuando éramos pequeños. Fue un rato muy ameno.
Firmamos los papeles y emocionado me retire de allí, al fin tenía los títulos en mis manos.
Conduje sonriente para ir a buscar a Leyna, solo faltaban los resultados de su prueba.
Al llegar vi a Meyer sentado fuera de la oficina de la señora Acker, me senté junto a él.
-¿Sabes algo?- pregunte. El negó con su cabeza mientras rellenaba lo último que le quedaba de la planilla de mi chica. Estaba esperando los resultados para finalizar todo.
No veía las horas de poder abrazarla y felicitarla por sus logros, me removía incómodo en mi lugar hasta que Meyer me observo con mala cara, sabía que lo estaba molestando pero no me importó.
Después de varios minutos la puerta se abrió, la señora Acker salió con varios papeles en sus manos y detrás Leyna con una gran sonrisa. Inmediatamente me contagio y estire las comisuras de mis labios como un desquiciado, era lo único que me faltaba para ser totalmente feliz ese día.
-¡Lo he hecho!- gritó corriendo hacia mi. Se colgó de mi cuello, la abrace lo más fuerte que pude y ella enrolló sus piernas en mi cintura.
-Felicidades cariño, muchas felicidades.- dije mientras besaba cada rincón de su rostro. Ella sonrió y me beso también.-También tenemos nuestro terreno, ¡podemos empezar a construir todo lo que imaginamos al fin!- gire varias veces en mi lugar. Ella se carcajeó fuertemente mientras Meyer y la señora Acker rellenaban los papeles que quedaban.
No quería olvidar esto nunca, jamás me había sentido así y quería hacerlo para siempre, ella me hacía tan feliz que no quería separarme en la vida de su lado.

ALEKSEY - Terminada. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora