SIMPLEMENTE TE ODIO

COMO VILLANO

En cuanto Bulma y Milk estuvieron de nuevo en casa de la hija del doctor Briefs, se sentaron en un solo sofá en la sala de estar mientras esperaban a que Panchy volviera con una bandeja de té y galletas. La madre de la joven científica era una amante de la moda y la belleza y quiso que tanto Bulma como su compañera le mostrarán sus recientes adquisiciones.
-Esta vez hice galletas de mantequilla - dijo la esposa del doctor Briefs, mientras les tendía la bandeja - espero que les gusten.
Sonriendo, las mujeres tomaron un par de aquel dulce postre.
-Solo espero entrar en el vestido - Milk comentó preocupada - hemos comido mucho hoy y espero no inflamarme para el evento.
-No pienses en eso mujer - Bulma la animó - todo saldrá bien.
Inmediato a su llegada a casa, las féminas se percataron de que sus esposos no se encontraban en casa, sin embargo no se alarmaron, conocían de sobra a los saiyajin y seguro habían huido de casa para tener alguna ridícula pelea.
-Con que el hermano de Goku no llegue tarde - comentó Bulma mientras sacaba de las bolsas de compra, los vestidos y también el calzado.
Apenas iban a relatar a Panchy la aventura que tuvieron que vivir para dar con las prendas correctas, cuando el sonido del teléfono las interrumpió.
Fue la esposa del príncipe de los saiyajin quien corrió a atender la llamada.
-Hola mujer - Vegeta pronunció molesto al teléfono.
-Hola Vegeta - contestó ella un tanto extrañada - ¿qué sucede?
-Por órdenes de Raditz - comenzó a decirle él - su aspecto tiene lucir diferente de lo habitual. Tienen que verse como delincuentes pero sin perder la elegancia ¿comprendes?
-Sí... sí.
-Bien, preocúpense por cumplir con ese requisito.
Raditz llegará y les explicará mejor el por qué de su exigencia.
-Comprendo.
-Nos vemos en un momento.
-Desde luego Vegeta, adiós.
Apenas terminar la llamada, las féminas volvieron al tema que trataban pero en esta ocasion, Bulma estuvo todavía más pendiente del reloj.
Si querían lucir distintas, tendrían que disponer de mucho tiempo.
Apenas terminar las galletas y el té, las muchachas dieron las gracias y se retiraron al cuarto de Bulma. Pero su madre - que era muy curiosa - le pidió que le explicaran a que se debía tanto misterio.
Milk se mordió los labios, dudando de que fuera buena idea el contarle a la mamá de su amiga lo que estaban por hacer. Pero en cuanto la joven de cabello azul abrió la boca, supo que era demasiado tarde.
-Hoy llevaremos a cabo una misión.
La señora Briefs se interesó aún más por el asunto.
-Resulta que Gohan no aparece aún, desde que se marchó a la cita con Videl, la asesina de su novia Mai.
Esta noche míster satan ofrece un banquete para todo el que quiera asistir, en honor a su hija. Nosotras queremos ir para ver si encontramos en esa fiesta al hijo de Milk.
Sé que puede sonar arriesgado pero te aseguro que lo tenemos todo bajo control.
Bulma agregó aquellas palabras para evitar que su madre se angustiara. Pero su preocupación se terminó en cuanto escuchó a Panchy comentar:
-Será una emocionante misión.
Me ofrecería a ayudar si no fuera tan despistada para esas cuestiones. Si me llevaran, acabaría metiendolas en problemas.
-No hable de esa forma, señora - intervino Milk - seguro que contar con usted nos sería de mucha utilidad pero preferimos no involucrar a más familia en esto.
Panchy sonrió con dulzura al notar que Milk en verdad sentía malestar al no poder hacerla parte del asunto por seguridad.
Con el dedo índice de la mano izquierda puesto en la comisura de sus labios, la esposa de Goku se mantuvo pensando durante un momento.
-Pensándolo bien, creo que sí habría una cosa en la que podría ayudarnos.
-¡Soy toda oídos! - exclamó Panchy dando palmadas silenciosas.
-Su hija y yo tenemos que lucir muy diferentes a como somos en realidad, esto para reducir el riesgo de que se nos reconozca. Aunque a decir verdad, pienso que sí Videl ha estado tras de mi hijo durante tanto tiempo, no le costará nada identificarnos.
Mientras hacía este comentario, empezaba a prepararse para entrar al cuarto de baño.
Tenía que darse prisa porque el arreglo personal de ambas seguro demoraría.
Hizo un mohín de disgusto.
No era que no le gustara el glamour o arreglarse demasiado para los eventos especiales. Pero es que ya se le había hecho costumbre no invertir tanto tiempo en su aspecto.
No se descuidaba físicamente pero el arreglo personal había pasado a segundo término desde que Gohan nació.
Se hundió en la bañera hasta que la mitad de su nariz quedó bajo agua, tratando de relajarse. Mientras ella ocupaba aquel cuarto de baño, Bulma estaría aseandose en otro.
En cuanto ambas estuvieron vestidas, la madre de Bulma se encargó de peinarlas.
Milk llevaría el largo cabello colocado tras las orejas, y en estas luciria unos aretes plateados largos pero con discreta pedrería.
A Bulma se le colocarían extensiones de cabello y estas serían pintadas del mismo tono que su cabellera natural. Una vez que el trabajo fue hecho, su peinado consistiría en un sofisticado recogido con mechones sutiles de cabello a los lados.
En las orejas llevaría aretes pequeños.
Una vez que estuvieron listas, las amigas se miraron  al espejo.
-Y bien muchachas - dijo Panchy - ¿Qué les parece su nuevo look?
Bulma y Milk estaban impresionadas.
-Ha hecho un gran trabajo, señora - contestó la esposa de Goku.
-Milk tiene razón mamá.
¡Has hecho un trabajo fantástico!
Justo entonces, uno de los robots que servían a la casa Briefs, llamó a la puerta.
-El señor Raditz ha llegado ya - anunció en cuanto se le permitió el acceso a la habitación - ahora está arreglandose.
Era hora de ir a la sala.
Ambas mujeres- con Panchy detrás - caminaron hasta la sala de estar y tomaron asiento.
Goku, quien observó a Milk apenas se apersonó en la sala, la miró mientras sonreía antes de hacerle un cumplido.
-Te ves maravillosa.
En respuesta ella inclinó la cabeza mientras sonreía con timidez.
-Te lo agradezco, Goku - caminó hasta quedar frente a él y colocándose en puntillas se estiró para besarlo en la mejilla.
Vegeta que había estado de espaldas hasta la entrada de Bulma, ahora la miraba con las cejas fruncidas.
-Te ves... diferente, mujer.
-¿Eso es todo lo que dirás? - Bulma preguntó enojada.
Vegeta pareció impresionado por la contestación.
Bulma era peligrosa cuando se enfadaba. Pero él tampoco estaba muy complacido de ver la forma en la que vestía.
-Solo espero que recuerdes que no estas soltera mujer.
Ella entonces soltó una pequeña carcajada.
-Estás celoso, Vegeta - se acercó a él sin dejar de mirarlo - si tan preocupado estás por mi aspecto, entonces deberías ir conmigo a la fiesta.
-Kakaroto no irá con Milk - objetó Vegeta en su defensa.
Goku se rascó la cabeza, incómodo.
Su esposa también deseaba que él la acompañara, pero no lo obligaría a asistir a un sitio en el que no se sentiría bien.
En eso estaban cuando las puertas automáticas de la habitación a la que había ingresado Raditz, se abrieron.
Todos los presentes escucharon los pesados pasos del villano recorriendo el pasillo, acercándose cada vez más a la sala de estar.
Con el cabello tan largo como cuando Bulma lo había visto por primera vez y con aquella dura y amenazante mirada, las mujeres presentes no pudieron evitar sentirse atraídas por él, a pesar de conocer su condición de malhechor.
Aquel traje le sentaba bastante bien y durante un momento, aquello fue en lo único en lo que pudieron pensar.
Consiente del efecto que había causado en el público femenino, una media sonrisa de triunfo se dibujo en su rostro.
-Para ser unas simples humanas, han entendido a la perfección mis órdenes. Espero que tal y como ha sido su arreglo personal, sea su comportamiento.
No creo que haya necesidad de explicarles que tampoco van a comportarse como lo hacen todos los días.
Ustedes son ahora personas distintas, tienen que portarse de acuerdo a como lucen.
Si están en compañía de un villano, conviertanse en las compañeras de uno.
Milk sonrió.
Tal y como lo esperaba, Raditz no jugaría el papel de asistente común a aquella celebracion. No se comportaria como un humano más.
Seguiría siendo lo que su naturaleza le dictaba ser.
Se mantendría siendo un villano, un hombre cruel y despiadado.
Justo a quien ella necesitaba para salvar a su hijo.