UNA DECISIÓN PRECIPITADA

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Desperezandose, Goku se levantó de la cama y salió acompañado de Milk hacia la cocina. No estaba acostumbrado a levantarse a esas horas de la noche pero en cuanto su esposa le había hecho saber que Gohan no estaba en la cama, supo que habia problemas.
Se sirvió un vaso de leche helada para despertar mejor y enseguida hizo saber a su esposa que contactar con Raditz no era una tarea fácil. Para empezar el villano lo odiaba y no lo consideraba su sangre y el segundo motivo por el que la situación se complicaba, era porque lo último que supo de su hermano, era que se había revelado contra Freezer, emprendiendo una guerra en la que junto con sus aliados logró matar a la criatura que antes servía.
Ahora él se había convertido en el dueño y señor de los planetas que el extraterrestres había conquistado y por eso no estaba seguro de sí lograría traerlo al planeta tierra aunque le hiciera una muy buena oferta.
-No comprendo por qué piensas que acudir a Raditz es una buena idea. En el mejor de los casos él se alegraría de que Videl lograra aniquilar a Gohan de alguna forma. De hecho creo que hasta sería capaz de aliarse con ella si la muchacha supiera de su existencia.
-Pero no sabe de él - se apresuró a contestar Milk - ni ella se atrevería a contactarlo aunque lo supiera. No creo que esa muchacha sea tan tonta como para buscar aliarse con un saiyajin.
La hija de Ox Satan hizo un gesto desdeñoso con la mano y continuó hablando.
Dejémonos ya de tonterías y enfócate en lo que nos interesa.
-¿Pero como voy a contactar a Raditz?
No tengo idea de dónde encontrarlo.
-Podrías empezar por llamar a Vegeta ¿no? puede ser que él esté mejor informado que tú en lo que se refiere a tu hermano.
Goku dejó el vaso de cristal en la encimera de la cocina y se encaminó a la puerta.
-Entonces volveré después - declaró levantando la mano en señal de despedida para su esposa.
-¿¡A dónde crees que vas sin mi!?
Mi hijo está allá afuera, yendo como oveja al matadero por culpa de una mujer que está loca ¿y tú esperas que me quede aquí sentada?
¡De ninguna manera!
Llévame contigo ahora.
Fue así como Goku esperó a que Milk fuera por su abrigo para elevarse por los cielos con ella en brazos, yendo hasta la casa que Bulma compartía con Vegeta.
En cuando los Son anunciaron su llegada, las puertas de su vivienda se abrieron para ellos de inmediato.
Uno de los más modernos robots sirvientes fue quien los condujo por el interior de la casa hasta llegar al comedor en el que la familia Briefs disfrutaba de un pastel de fresas.
-Perdona que hayamos venido sin avisar pero es que sucedió algo terrible y creemos que Vegeta es el único que nos puede ayudar.
La familia ofreció asiento al matrimonio para que les hablaran sobre lo que ocurría. Mientras Bulma hacia una seña a Vegeta para que se acercara al comedor.
-Espero que no hayan olvidado aún el incidente del asesinato de Mai - comenzó diciendo una nerviosa Milk - porque lo que tengo que decirles está relacionado con el tema.
Desde hace varios meses se puso en duda el lugar en el que Videl estaba escondiéndose.
De pronto ni siquiera los medios supieron informar si su padre continuaba protegiendola dentro de la mansión o si de un momento a otro ella escapó a quien sabe donde.
Todos los presentes asintieron al mismo tiempo porque todavía recordaban aquel caso. De hecho dudaban de que alguien en la ciudad lo hubiera olvidado.
-Pues esta mañana llegó una carta para Gohan.
Él la tomó y se metió a su habitación. Desde entonces no salió de ella para nada, no quiso comer y eso me angustió.
Como no podía dormir debido a la preocupación, me levanté con la esperanza de que estuviera dormido y hubiera descuidado la correspondencia.
Encontré la carta pero él no estaba en su cuarto.
No tuve que pensar mucho para tomar la carta entre mis manos y leer lo que decía.
Bulma la escuchaba ansiosa, con los ojos bien abiertos.
Videl le escribió a Gohan.
Le hace saber que estaba enamorada de él pero que ahora lo odia.
Por sí eso  fuera poco, lo ha citado en un restaurante de lujo. Ella quiere que Gohan la mate para vengar la muerte de Mai.
Goku escuchó las nerviosas palabras de su esposa pero dedujo que si continuaba con el tema de esa forma, jamás llegarían a tratar el asunto por el que se habían presentado en la casa. Por lo que decidió hablar.
Fijó la mirada en Vegeta y el príncipe mantuvo sus ojos clavados en los de su compañero.
-Sé que no te gusta que te den molestias, Vegeta - empezó diciendo Goku - mucho menos si se trata de mi o de mi familia. Pero recurrimos a ti porque eres nuestra única opción.
-No tengo idea de lo que estás hablando Kakaroto - contestó Vegeta cortante.
-Necesito que me pongas en contacto con Raditz.
-¿Por qué seguiría en contacto con ese imbecil?
Vegeta ladeó la cabeza con fastidio y enseguida dio media vuelta.
-Siganme - pidió.
La madre de Bulma juntó las palmas, gustosa porque su yerno hubiera accedido a ayudar.
Su hija se puso de pie al mismo tiempo que los Son, y acompañaron a Vegeta hasta el inmenso laboratorio, en donde se encontraban variedad de máquinas terminadas y otros proyectos todavía sin finalizar.
Mientras avanzaban contemplando las creaciones, siguieron al saiyajin hasta que este se colocó al frente de lo que se asemejaba a un ordenador gigante.
-Cuando Vegeta se resistía a creer que estaba enamorado - inició diciendo Bulma, Vegeta le pidió a mi padre que lo ayudara a construir algo que le permitiera comunicarse con sus aliados fuera del planeta.
Fue una tarea difícil pero lo consiguieron.
Mientras Bulma hablaba, Vegeta se encargaba de encender la máquina.
-No sé si funcionará - se sinceró el saiyajin - hace mucho tiempo que no busco relacionarme con los otros.
-En el tiempo en el que la máquina se mantenía encendida todos los días, me di cuenta de que Vegeta y Raditz evaluaban la posibilidad de conquistar la tierra. Pero el entusiasmo no les duró demasiado váyase a saber por qué.
De pronto comencé a verla apagada todos los días y no supe el motivo por el que eso ocurrió tan abruptamente.
La realidad era que tanto Raditz como Vegeta habían echado por la borda los planes de conquista debido a una guerra de egos. En cuanto se llegó al momento de elegir a quien gobernaria el planeta, ambos se eligieron a si mismos y eso los condujo a una pelea.
Ninguno de los dos volvió a buscar hablar con él otro.
-Cómo te darás cuenta, no será sencillo rastrear a ese imbecil y mucho menos lo será comunicarnos - le decía Vegeta a Goku.
Teniendo a sus mujeres como testigos, los guerreros se mantuvieron trabajando en conjunto hasta que la máquina pareció comenzar a emitir señales.
-Parece que el idiota no ha cambiado su radar.
Tampoco ha destruido su comunicador.
Tienes suerte Kakaroto. Pero el verdadero problema no acaba aquí, al contrario.
Espero que ya tengas bien pensada la oferta que le harás a tu hermano para que acepte venir a ayudarte.
-La verdad es que no he tenido tiempo de pensarlo Vegeta - respondió Goku con el tono atarantado de siempre.
-Era de esperarse de alguien como tú - le reprochó Vegeta.
-No es mi culpa.
La idea de localizar a Raditz fue de Milk.
-Tu mujer debe pensar que tu hermano y tú se llevan bastante bien - se burló el príncipe.
Milk lo fulminó con la mirada.
Goku se rascó la cabeza y Vegeta sintió que un escalofrío recorría su cuerpo.
-Ella sabe que somos enemigos - respondió Goku un rato después - pero aún sabiéndolo a insistido en buscarlo.
-Ustedes solo encarguense de la parte que les toca. Nosotras sabremos como negociar con él.
Ahora Bulma se involucraba en el asunto y con ello Vegeta se veía obligado a cooperar con la operación.
En cuanto la pantalla mostró que era posible establecer conexión con Raditz, Vegeta aprovechó la oportunidad para entablar conversación.
Se olvidó de formalismos.
-Tengo una propuesta que podría interesarte. Sin embargo, como debes esperar, no es a cambio de nada.
¿Lo tomas o lo dejas?
La respuesta demoró en llegar.
Tanto que todos los presentes habían perdido las esperanzas.
-Vaya - se escuchó a la oscura voz de Raditz decir - Vegeta, tan arrogante como siempre.
Me pedirás algo que de seguro te convendrá más a ti que a mí y a pesar de eso te atreves a hablarme de esa forma.
Que falta de respeto.
-Jum.
El que comete una insolencia hablándome de esa forma eres tú.
Estás dirigiendote al príncipe de los saiyajin, no a un soldado como los de tu rango.
-Escucha bastardo - Raditz hizo énfasis en su insulto - si continuas con tus vejaciones apagaré este cacharro y entonces perderás cualquier oportunidad de obtener mi ayuda.
Las venas de la frente de Vegeta se marcaron tanto en ella que dieron la impresión de que estallarian.
-No soy yo quien necesita de ti.
-¿Ah no, entonces quien?
-El estúpido de Kakaroto.
-Estas jugandome una broma ¿cierto?
El tono de voz del villano evidenció tan poca paciencia y tanta malicia que todos los que escuchaban la conversación, sintieron como los vellos de la nuca se erizaban.
-No - Vegeta aseguró con firmeza.
-Entonces dile que te ha hecho perder el tiempo.
-Al menos deberías escuchar la oferta que te hacen por el favor que te piden.
Podrías estar desperdiciando una gran oportunidad.
-Alguien con el intelecto de Kakaroto no puede hacer buenas ofertas.
-¿Ni siquiera si te ofrece su vida?
Raditz enmudeció por un buen rato.
-¿De qué se trata?
Entonces fue Goku quién tomó el control de la comunicación.
-Tendrás que ayudar a mi esposa e hijo.
-¿Qué? - inquirió incrédulo.
-Una chica ha matado a la novia de mi hijo y ahora es posible que esté interesada en matarlo a él.
-Excelente.
Esa muchacha le haría un favor al mundo.
Goku hizo caso omiso de sus palabras y continuó
-Tu función será proteger a Gohan y ayudar a su madre a capturarla sin que él advierta las intenciones de ustedes.
-Me parece ridículo que siendo saiyans, tengan problemas para quitarse de encima a una humana.
-Eso es por qué no queremos que la gente sepa que no somos simples humanos y tampoco tenemos en mente dañar a la chica, si no solo entregarla a la justicia.
Raditz hizo un mohín de asco.
Sentía vergüenza ajena porque alguien que tenía su sangre fuera tan considerado con la raza humana. Pero en fin, aquello no era problema suyo.
Tenía que centrar su atención en aquella oferta.
Obtener la vida de su hermano a cambio de ayudarlo con aquella estupidez.
-Me tomará un tiempo llegar a su asqueroso planeta. Pero en cuanto lo haga, lo sabrán.
Llegaré a la casa de Vegeta.

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