Capítulo 009.

4.5K 301 11
                                    

Nae~

Mi semana fue desde el instituto hasta mi casa, todos los malditos días. Esto de ser presidenta es un jodido problema y demasiado trabajo, además mi tía llamo para decirme el recordatorio de siempre "tus padres están bien, si bajas tus calificaciones te quitaran la herencia" y colgó, lo único que me dice de ellos. Es una historia larga así que en otro momento se las contare.

Me encontraba entrando a casa cuando percibí un olor bastante familiar. "ese perfume" lo único que pude recordar fue esa noche donde disfruté más de lo que debía. Aún recuerdo como me agarraba y me besaba...

"Tuviste sexo con un desconocido, estúpida" pensé tocándome la frente.

- Definitivamente, estoy loca – dije mirándome en el espejo y quitándome el suéter.

Había llegado de estar con Kihyun, el nuevo chico que conocí. Fue un poco loco nuestro encuentro, pero tranquilo, aunque no sé si fue idea mía haber visto a alguien que conozco allí en el café, pero no le importancia. Me termine de desvestir para darme una ducha.

Más tarde...

Eran casi la una de la mañana cuando decidí dar por terminado mis reportes semanales y por fin acostarme a dormir. Me quite la camisa y me quede en shorts "ventajas de vivir sola, puedes dormir desnuda y nadie te dirá nada". Terminé de acomodar mi escritorio y me acosté, lo que no sabía es que en menos de unos minutos de haber terminado sentí como alguien pasaba su mano por mi espalda...

- Eres preciosa – dijo siguiendo el camino de mi columna hasta llegar al borde de mis shorts.

- ¿Quién eres? – pregunte con cierto miedo en mi voz.

- ¿Linda, ya me olvidaste tan rápido? – esa voz... sabía que la conocía y esa manera de hablar, pero nada llegaba a mi mente solo aquella noche que me hizo sentir en las nubes.

- ¿C-como entraste? – aun de espaldas a él estaba temblando de miedo.

- No tienes por qué temer – dijo acercándose a mi oído – Yo siempre voy a cuidarte – mordió mi oreja y empezó a jugar con ella.

- ¡Ah! – un gemido involuntario salió cuando sentí como agarraba mis glúteos y los masajeaba.

- Eres tan preciosa – beso mi cuello – Ponte en cuatro.

Me quede sin aire cuando lo escuche decir aquello con tanta seguridad. Cegada por la lujuria y sus suaves caricias me coloque como me pidió.

- Así me gusta que seas, obediente – me beso la espalda mientras sus manos tocaban mi cintura. – Puedo quitarte esto, ¿verdad? – su mano paso por el elástico del shorts.

- ¡Mmm! – me removí con la intención de seducirlo.

- ¡Oh princesa! – coloco ambas manos en mis glúteos y los masajeo mientras su gran bulto estaba entre estos. – No sabes lo que haces. – dicho esto quito el short y la braga de encaje en menos de un segundo.

- ¡Dios! – gemí cuando su lengua paso por toda mi feminidad sin ningún aviso – ¡Aff! – mordí la almohada cuando sentí que introducía dos dedos en mí.

- Estas tan apretaba.

Un entra y sale con sus dedos me tenía en las nubes, podía escuchar como suspiraba pesadamente mientras yo estaba al borde de la locura. De repente saco sus dedos de mí.

- ¡Oye! – extasiada reclame por aquella repentina salida.

- Calma gatita – beso mi cuelo – Apenas comenzamos.

Y ahí estaba, su gran bulto paseándose por toda mi feminidad, cuando sentí esta rozar con mi clítoris tuve un escalofrió.

- Estas tan mojada – se posiciono en mi entrada – No creo que haga falta una lubricación.

Y entro, sin más y sin previo aviso ya lo tenía dentro de mí.

- ¡Oh por Dios! – mordí la almohada - Eres tan grande – sentí mis mejillas arder cuando lo escuché reír cerca de mi oído.

- No te asombres princesa – beso mi cuello nuevamente – Aún no lo es todo. – susurro en mi oído antes de entrar completamente.

Un gemido fuerte salió de mi boca al sentirlo, mordí la almohada intentando no gritar. Sentí como agarraba mis senos mientras empezó un vaivén lento, pero gratamente satisfactorio.

- Más, por favor – logre decir a duras penas, mi nivel de excitación era mayor a mi conciencia.

- Mi chiquita quiere más.... – beso mi oreja, mientras suspiraba – Voy a darte lo que me pides preciosa.

Y sin más, comenzó cada vez más rápido. Sus gruñidos eran una hermosa melodía para mí, mis gemidos eran la composición perfecta entre lo que sucedía. Sudor, gemidos, suplicas, era todo lo que se podía escuchar en aquella habitación.

- Me corr... - mordí la almohada soltando un gemido.

- Ven, ven, hazlo para mí – dijo mientras me penetraba con todas sus fuerzas. Fue en ese momento cuando sentí mis paredes presionar alrededor de su miembro y sin más esperar ya estaba juntando mis fluidos con los de él.

- ¡Oh My God! – lo escuche gemir por lo bajo – Eres magnifica, me tienes loco Nae.

Sin tiempo de responder comenzó a besarme y fue en ese momento que pude notar su lunar de bajo del labio, "creo que lo he visto en alguien" pensé, pero lejos de sacar teorías me envolví en el lujurioso juego de nuestras lenguas.

- Me dirás quien eres – una afirmación fue lo que salió de mi boca – Necesito saberlo.

- Aún no, - me volvió a besar – Pronto lo sabrás amor mío.

Y sin más sentí como me volteaba para dormir, mi espalda pegada a su pecho era la mejor sensación del mundo...

- Descansa, mañana seguro tendrás un día muy largo.

Fue lo último que escuche antes de caer rendida en los brazos de Morfeo.

~~

Lo que nadie se espera, es que la vida de Kim Nae pueda cambiar en menos de unos meses o días...

•₮ØӾł₵ ₴₮₳Ⱡ₭ɆⱤ•JJ₭•COMPLETE•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora