Capítulo 039.

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"Quiero verte sonreír, quiero que me mires a los ojos y pienses: que jodido es el mundo, pero te tengo a mi lado haciéndome feliz y por eso, te amo."

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Me encontraba junto a Jin en el café frente al Golden's JJ, esperábamos a uno de los inversores más importantes de Seúl, además que debía hacer ciertos arreglos en el hotel.

-Oye Min, ¿Vamos a pedir algo? – este pregunto mirando su celular.

-Si, pide lo que sea. – seguí mirando la entrada del hotel, pronto vería a Jungkook pasar por allí.

-Buenas tardes, ¿desean algo de beber? – los dos volteamos al reconocer esa voz. Era Kim Nae. – Oh! Seokjin, h-hace tiempo que n-no te veo. – se les notaba a kilómetros de que estaba nerviosa, mire con cara asesina y este hizo un gesto de que no sabía que trabajaba allí.

-Hola Nae, bastante tiempo ¿eh? – ok, podíamos quedarnos tranquilos ella no me conocía. - ¿Cómo has estado?

-Voy bien, aunque a veces tengo lagunas de algunos recuerdos que no entiendo, pero supongo que es efecto de la medicina. – mire alarmado a Jin e hizo un gesto con la mano para que me tranquilizara.

-Eso debe ser, no te dejes engañar a veces solo son alucinaciones. – sí que sabía cómo calmar las cosas. – Dime, que nos tienes de bueno en el menú.

La chica se sonrojo y me miro, su piel había cambiado era más viva y los ojos perdidos estaban llenos de luz. Me alegro por ello.

-Disculpe, nunca lo había visto por aquí. – se dirigió a mí un poco tímida lo cual me saco una media sonrisa.

-Lo sé, digo, es primera vez que vengo. Un gusto. – jamás le diría mi nombre, por lo que me había dicho Jin ella quería saber quién era la persona detrás de la carta y sabía muy bien que ya sacaba conclusiones con las iniciales.

- ¿Señor...? – se quedó pensando y Jin dejo salir una carcajada.

-Lo siento Nae, por cuestiones de seguridad mi cliente no puede dar nombre al menos de que seas un socio o algo parecido. Son normas de integridad. – gracias al cielo que Jin estaba conmigo.

-Oh! Lo entiendo, lo siento mucho señor. – se sonrojo al instante e hizo una reverencia.

-No te preocupes. – dije. – Por favor, tráenos dos americanos y unos brownies.

-Claro, si me disculpan. – se retiró vuelta un lio.

-Casi la matas de la vergüenza, ¿en serio? ¿cuestiones de seguridad? – reí.

-Acaso... ¿Querías que le dijera "oye, él es la persona que te dio el apartamento, que deposito una gran cantidad de dinero en tu cuenta"? No me veas así, sabes que no debemos decirle nada.

-Lo se Jin, carajo me tratas como si fuera tu hijo. – suspire. – Además, ella no recuerda nada de Jeon.

-Si lo sé, pero has escuchado lo que me dijo, está teniendo lagunas de recuerdos que ni siquiera sabe que son de ella. – eso no estaba bien, en cualquier momento... - No te preocupes, le hare saber a la doctora espero y ella pueda aumentar la dosis del medicamento.

-Espera, ¿ella no está por terminarlo? – lo que me preocupada era que llegaran todos los recuerdos de Jeon y todo lo que paso.

-Si, pero creo que la última entrega de los medicamentos es dentro de una semana. Puedo hablar con la doctora y explicar el problema. – lo mire, tenía todo bajo control, pero...

- ¿Seguro? No quiero errores, por algo pague una gran cantidad de dinero para que se cumpliera todo al pie de la letra. – se que Jin no me fallaría, pero hay veces que no sabes si confiar.

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