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Capítulo 024.

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-Yoongi... - fue lo único que salió de su boca, no hacía falta ser experto para saber que estaba nervioso y muy pero muy asustado.

-Al fin tengo el placer de verte Namjoon, luego de cuanto ¿tres o cuatro años? – mi gesto de burla lo coloco más nervioso. – Si, bueno no me interesa cuanto paso, lo único es que recuerdo haberte escuchado decir que no te ibas a aparecer más en mi camino... ¿o me equivoco Kim?

Eso es lo que esperaba, silencio y cabizbajo. Siempre era predecible en cuanto a sus acciones.

- ¿No dirás nada? – ladee la cabeza y me levante lentamente del sofá. – ¿Los ratones te comieron la lengua Nam? – burla era todo lo que salía de mi boca.

- ¿Dónde está? – allí estaba, esa voz de preocupación.

-Eso es lo que debería de estar preguntando yo, ¿no es así? – me miro con miedo y confuso.

-No sé de qué hablas, ¿Dónde está la chica? – reí al punto de que Jin me miro extrañado por mi reacción. – Yoon... - pero lo interrumpí.

- ¡No tienes el derecho de llamarme así hijo de puta! – me estaba hartando de juegos. - ¡Hace años que no tienes derecho Kim!

-Entonces dime que hiciste con Momo. – me encantaba cuando se ponía en modo defensivo, eso aumentaba las ganas de arrancarle la cabeza con mis propias manos.

-Mmm, es linda, por cierto – me miro esperando -. Entonces, sesión de sexo ¿en serio? En mi hotel, de donde recuerdo haberte negado la entrada. Guao de verdad que eres fácil de atrapar. – su cara era un poema y yo estaba satisfecho de verlo así.

-No estoy para juegos Min, dime que le hiciste. – el chico es rudo.

- ¡Calma león! – reí mirando su reacción – Esto va ser muy divertido, - me volví a sentar en el sofá y lo miré con una sonrisa. – ¡Oh! Mis modales, por favor toma asiento Kim, que de lo que me digas va a depender la vida de esa dulce chica.

Sin más tomo asiento y Jin se colocó detrás de él, este lo miro con una cara de confusión y todo se volvió negro para el...

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-Lleven a la chica a la habitación del fondo, pueden dejar a Namjoon en esta. – una orden y todos los presentes acataron al momento.

Así es, nos habíamos largado del hotel y llegamos a una de mis propiedades un poco alejadas del centro.

-No estoy de acuerdo con esto, sabes que... - pero no lo deje terminar.

-Lo se Jin, joder. No quería pegarle pero necesitaba sacarlo sin que forzara. Si quieres vuelve a mi departamento y habla con Jimin, ya los chicos están llegando. – me miro por unos segundos y luego suspiro.

-Min – paso sus manos por el cabello desordenándolo un poco. – No apruebo tus técnicas, pero si esto nos llevara a Jungkook no me queda de otra. – lo entendía, nadie hacia el trabajo sucio.

-Y claro que nos llevara a el – dije seguro – Quiero que tengas todo preparado para cuando sepamos donde esta Jungkook.

Este asintió y se retiró del vestíbulo, había pedido que tuviera un equipo de enfermeros y tratamientos para lo que vendría luego de recuperar a Jungkook, también para llevar a la pobre Nae a tratamiento psicológico porque no me podría imaginar por lo que pasaba.