Me encontraba en un callejón sin salida. Podía oír como llamaban mi nombre, pero me era imposible avanzar, volteé a la derecha y vi una puerta esta se encontraba medio abierta.
-Nae... - alguien llamo a mi nombre. – Kim Nae...
Esa voz, sabía que era Jungkookie, pero...
- ¡Jungkook! – grite entrando por la puerta. - ¡Jungkookie! – todo estaba absolutamente oscuro y pasaba una corriente de frio horrorosa.
- ¡Nae! – otra vez... - ¡Despierta Kim Nae! – y....
°
°- ¡Kim Nae, despierta por favor! – mis ojos se fueron acostumbrando a la luz de la habitación. - ¡Gracias a Dios! – un suspiro de alivio salió de la boca de alguien.
-Doctor Jung, las medicinas... - ¿doctor? ¿medicinas? ¿Dónde estoy?
-Déjenme a solas con la paciente. – escuche como unas cinco personas se iban de la habitación. – Señorita Kim Nae, ¿sabe dónde está?
Sin dejar de mirarlo negué con la cabeza sin entender todavía la situación en que me encontraba.
-Bien. – se levantó con cuidado de mi lado. – Quiero que te recuestes del respaldo de la cama...
Mi mente quedo en blanco al escuchar aquello y recordé...
-Te quiero recostada del respaldo de la cama. – dijo mirándome serio.
-Kookie, no me hagas daño... - le suplique aun de rodillas.
-Cariño, jamás te haría daño alguno. – siempre con esa mirada que lograba convencerme hasta de lo más mínimo. – Ahora ve, antes de que pierda la paciencia...
Volví a la puta realidad cuando sentí el toque del doctor en mi pierna.
-Hey! – estaba muy agitada. – Tranquila, solo te estaba sacando de un trance. – respire profundo mirándolo con cautela. – No tienes por qué dudar de mi Nae, soy yo quien te cuidara.
Ladee la cabeza hacia un lado sin entender un él porque estaba allí.
-Yo... ¿q-que hago a-aquí? – perfecto tartamudeando.
-De eso te quería hablar. – mire como hizo una seña a una esquina de la habitación y voltee rápidamente, una cámara. – El señor Min entrara para supervisarme y quedar como testigo de lo que te diré.
- ¿Señor Min? – pregunte más confundida que nunca.
-Sí, el responsable de Jeon Jungkook. – y recordé todo. Las personas que entraron a la casa, aquellos dos chicos que me drogaron, los movimientos de avión que sentí, pero luego me volvieron a drogar. No estaba secuestrada... ¿o sí?
Mi siguiente pregunta quedo interrumpida por el sonido de la puerta abriéndose. Un chico unos cinco años mayor que yo –suponía–, pálido como un papel y con una cara de matón que no sabía si confiar o no.
-Buenas noches doctor Jung. – hizo una reverencia y me miro. – Nae, ¿Cómo te encuentras? – esto era súper raro para mí, nunca lo había visto en mi vida y me hablaba como si fuéramos amigos.
-Bien... - me limite a responder mirando hacia la ventana.
-Ok, entonces empecemos. – coloqué toda mi atención en el doctor, pero antes de reojo vi como el señor Min me veía con algo de... ¿lastima tal vez? – Señorita Kim, debo decirle que usted consiguió llegar aquí en un buen estado físico, aunque con algún hematoma cerca de la clavícula y el cuello. –la caída–. Bueno vayamos al grano, usted se encuentra en el psiquiátrico en las afueras del centro de Corea.
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Misterio / SuspensoAtractiva, sensual, carismática, sensible, responsable y podría seguir todo el día así... Kim Nae, la delegada de su clase y líder del club de deportes. Es simplemente perfecta y sé absolutamente todo sobre ella... Inicio 10/11/2019 Final 15/03/202...