Hermanastros| Zach Herron

41. Patetica

Kendall's POV

-Estoy muy feliz por ti, Kendall.- dice Vanessa mientras yo desparramó los libros en mi casillero- Realmente te mereces lo que te está pasando.

-No estoy tan segura de eso.- murmuro lo suficientemente alto como para que me oiga.

-¿De que hablas?

Tomo un largo respiro antes de continuar.- Le complique la vida a mi madre por lo que hice...ella no está del todo feliz con los resultados y no puedo culparla, nada de esto estaba en sus planes cuando decido tener un embarazo artificial.

-De seguro es algo temporáneo, se le va a pasar en un par de días, o tal vez semanas...

-Si...no estoy tan segura de eso.- no más de unos segundos después de que termino de cerrar mi taquilla Zach dobla por el pasillo junto a Jonah.- Mierda.- masculló.

Tomo la muñeca de Vanessa y la arrastró hasta el salón que está más cerca junto a mi. Miro por el vidrio de la venta para verificar que Jonah y Zach hayan pasado de largo, solo cuando es seguro que ya no están cerca me relajo.

-¿Kendall, que fue eso?- pregunta confundida.

-¿Eh?

-¿Te estás escondiendo de Zach?¿Ocurrió algo entre ustedes dos que no me hayas contado o que?

-Yo...ugh.- arrastró la espalda por la pared hasta que terminó sentada en el suelo con las manos en la cabeza- Soy un caos, Ronnie.

-¿Por que dices eso?- cuestiona sentándose al lado mío.

-Creo que tengo que romper con Zach.

-¿QUE TIENES QUE HACER QUE?- grita en mi oído reventándome el tímpano.- ¿ESTAS DEMENTE? NO PUEDES ROMPER CON ZACH.

-¡No me grites!- exclamo pasando la mano por mi oreja.

-¡Bien!¿Estas loca? No puedes romper con Zach, dime, ¿por qué habría de romper con el?

-Porque no se como reaccionaría mi madre si se entera de que estoy saliendo con el hijo de su novio, ya tuvo demasiado con Steve y temo que lo mío con Zach pueda hacer que se vuelva demente. Además, por si ya lo olvidaste, Katherine sabe de nosotros, lo cual significa que no estamos a salvo.

-Tú no eres así, ¿desde cuando eres tan cobarde?

-Siempre lo he sido, solo que ahora ya no pretendo no serlo.

(•••)

Son las 5:45 pm cuando el entrenamiento de soccer acaba. Veo el auto de Steve aparcado en el estacionamiento y corro hacia el. Me subo en el asiento del acompañante pero no me doy cuanta hasta después de subirme que es Max quien está detrás del volante.

-Hola- digo con voz chillona.

-Hola. Mi padre no pudo venir así que vine yo en su lugar. Espero que no te moleste.

-¿Molestarme? C-claro q no, para nada.

Esto es incómodo

Max arranca el auto y se dirige hacia mi casa.

-Ya se que piensas que te odio- dice dejándome sorprendida- pero no es así.

-Yo...¿que?

-No te odio, puede que parezca que lo hago pero no es así. Eres mi hermana y estoy bien con eso.