La hija de Severus Snape (Fred Weasley y tu)

Capítulo 31: Una vacaciones en Hilandera

Vacaciones devuelta es increíble todo estoy ahora estoy en la casa de mi padre en la calle Hilandera ya que Matthew, Sebastián y Wanda se fueron a España así que decidí quedarme devuelta para pasar otra vacaciones con mi padre. 

Ahora estoy despertándome de  una pesadilla eran las cinco de la mañana y trate de dormir devuelta pero era imposible así que salí de mi cuarto y fui a la puerta donde está mi padre durmiendo así que toque la puerta varias veces y espere al minuto sale mi padre con cara de sueño.

-¿Por qué me despiertas a estas hora ?- dijo

- Tuve una pesadilla- dije -y no puedo dormir

-¿Me quieres contar lo que soñaste?- dijo

- Sobra Diana aparece para hacerme daño- dije

-No lo hará -dijo - vamos vete a tu cuarto a dormir 

-Esta bien-dije

-Escucha te pasa algo estoy cerca iré inmediatamente no te va a pasar nada- dijo

Me volví a mi cuarto donde me acosté en mi cama para tratar volver a dormir pero nada así que me pare devuelta y baje abajo donde agarre un libro de pociones y me senté en el sillón y me puse a leer. 

Ha pasado más o menos cuatro horas desde que estaba leyendo concentradamente el libro ahora eran las nueve de la mañana cuando de la nada mi libro es arrebatado de mis manos y miro el causante y veo que es mi padre.

-Se nota que no volviste a dormir ¿Desde que hora estas leyendo este libro?- dijo

- Desde la cinco de la mañana- dije

-Desde la hora que me despertaste, me hubiese dicho te habría dado una poción para el sueño- dijo

-No quería volver a molestarte-dije

-No puedes seguir así _______ te hará mal si no descansas- dijo

-Lo sé es que no sé- dije

-Bueno eso hablaremos luego ¿Comiste algo?- dijo

-Nop- dije

-Es raro que no tengas hambre- dijo con una risa

-En realidad tengo mucha hambre quiero comer mucho- dije

-Hay preparé el desayuno, tú sigues leyendo- dijo dándome el libro

Luego de acabar del desayuno me fui a mi cuarto donde seguí leyendo sobre el tema de los animagos, me interesa mucho así que me puse a leer sobre su poción y es algo complicada y a la vez peligrosa. Ya después de estar tres horas leyendo sobre el tema baje corriendo las escaleras pero como soy torpe de nacimiento me caí en el último escalón.

- ¿Qué te dije de andar corriendo?- dijo apareciendo mi padre

-Que no corra porque conociéndome me caigo y dicho y hecho- dije con una sonrisa

-Anda ¿Estás bien?- dijo

-Sipi-dije - Debo de hablar contigo

-¿Sobre qué?- dijo serio sentándose en el sillón

-Sobre una poción- dije 

-¿Y tú desde cuando te gustan las pociones?- dijo y yo reí nerviosamente

-Es que es una vergüenza- dije sentándome en el sillón enfrente suyo- siendo hija del profesor de pociones debo ir bien y como estoy yendo es por el mal camino

- Raro de ti querer aprender pero bueno ¿Qué pregunta exactamente quieres hacer?

- ¿Es muy complicado hacer la poción para animagos?- dije y este me vio mal