Voy Por Ti, Mi Rey...

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Cap 34

T/n: Gracias Señora Choi, gracias a usted, haré de todo por reconstruir mi familia.

Choi: Bien pensado hija.-ella me quiere como si fuera su verdadera hija.- Ahora, no esperes más, buscarlo y comiencen de nuevo.

La abracé y al ser ella mi última paciente, cerré en consultorio y le pedí que le avisara a los pobladores que ya no abriría más el consultorio.

Abracé a mi hija, con mi corazón, porque era quien me recordaba a su padre, por lo que la amaba más que a mi vida. Regresé a casa y empaqué mis cosas, o lo necesario.

Comida, eso no faltó. Sabía que solo la carroza real podía trasladar a las personas de un lugar a otro. Por lo que esta vez, caminaría, lo que me llevaría mucho tiempo, al menos, más de seis horas.

Una bolsa llena de mis pertenencias, las de Sae Mi y comidas, iba en mi hombro, mientras mi hija, la llevaba dormida en brazos.

El camino fue largo. Caminé mucho y Sae Mi, siempre se despertaba y lloraba, por frío, por lo que la apegaba más a mi cuerpo.

Le di de comer varias veces, pero aún toma leche materna, por lo que me detuve en el camino un par de veces para sentarme y darle de comer.

Me alimenté con un poco de pan que llevaba, para tener fuerzas para seguir mi camino. Mi hija pesa mucho, pero aún no sabe caminar, ni gatear. Balbucea un par de cosas, pero ni una sílaba coherente.

Liego de unas tres horas de viaje, ella estaba más despierta y traviesa que nunca, por lo que la senté en mis hombros, agarrada de mi cabeza.

Balbuceo de todo y se divirtió bastante amando los cabellos, lo que me dio gracia, porque me imaginé varias veces a un hijo de Tae y sabía que sería muy intranquilo.

Horas después, vi algo que me hizo llorar. El río en el que tantas veces me bañe, el río de la Capital. Recordé esa tarde en la que me monté en el caballo de Tae y liego me quedé en el palacio, para ser su esposa.

Añoré tanto regresar, que estar aquí, me dio sosiego. Recordé cada instante en el que lloré por el motivo de tener que casarme con Tae, además de lo que sufrí por no quieres hacerlo.

Después de todo, ahora podía sonreír. Logré ser feliz a su lado, y tener una hermosa hija con él.

Llegué a la puerta del palacio, como siempre, llena de guardias. Pedí que llamaran al Rey, por suerte uno de los guardias aceptó hacerlo. Me senté en el suelo, sin fuerzas para nada más.

Las grandes puertas de madera se abrieron y de allí salió la persona que más extrañe en el mundo.

T/n: Tae...-dije sin poder levantarme del suelo, casi sin poder articular una palabra por la falta de aliento y Sae Mi estaba en mis brazos, nuevamente dormida.

TaeHyung: T/n...- no tuvo la intención de ayudarme.

Una lágrima resbaló por mi mejilla. Me decepcionó tanto presenciar esa escena.

TaeHyung: Qué quieres?

T/n: Vine porque, esta es tu hija y yo su madre.

POR TAEHYUNG...

El guardia me dijo que una señora llamada T/n con una pequeña estaba en la entrada del palacio pidiendo verme.

No tardó en aparecer una lágrima en mis ojos porque por fin, había venido.

La amo tanto como antes, y aún más cada día. Corrí a su encuentro, tenía deseos de verla, abrazarla, besarla, porque es la única que ha estado en mi mente estos años.

Al abrirse el gran portón, allí estaba ella, sudada, se veía agotada. Sae Mi, estaba dormida en sus brazos, tan crecida y hermosa.

Quería ir a ayudarla, pero después de todo lo que pasó, creo que debo dejar que T/n pase por lo mismo que yo.

T/n: Tae...

Pronunció sin fuerzas, lo que me hizo sentir impotente, no aguanto verla sufrir.

TaeHyung: T/n...

Era casi de noche, estaba tan preocupado por lo que les pudo haber sucedido en el camino.

Me pregunté en qué pudo venir hasta aquí, pero su semblante lo decía todo. Ella caminó hasta aquí.

Nuevamente, mi corazón se rompió en miles de pedazos. Vi salir una lágrima de decepción de sus ojos que provocó que mi mundo se viniera a bajo como un castillo de cartas.

TaeHyung: Que quieres?

T/n: Vine porque, esta es tu hija y yo soy su madre.

Esas palabras difícilmente pronunciadas, me dolieron como una agua que destruye mi corazón.

Mandé a los guardias que la ayudaran a levantarse. La llevamos a el lavado para que se bañara. Aún tengo algunas de sus ropas en mi armario, por lo que envié lo primero que vi.

A mi pequeña Sae Mi, la envié con la mucama para que la bañara y cambiara sus ropas, gracias a T/n, que traía algunas ropas de mi hija, pudimos vestirla rápidamente.

Colocaron a mi hija, que es demasiado traviesa, como yo, en mi cama, o sea, estaba en mi habitación.

No resistí más y la tomé en brazos, era muy suave y su piel, sus brazos, rostro, todo estaba en perfecto estado, por lo que me enorgullezco de T/n, que ha cuidado de nuestra hija de la mejor manera.

Comencé a hacerle cosquillas, por lo que ella rió tiernamente, lo que me hizo sonreír muchísimo, feliz por tener a las dos personas que más amo en la vida, de vuelta en mi casa.

POR T/N...

Me di un baño a duras penas porque me dolía todo el cuerpo. Pregunté por Sae Mi y dijeron que estaba en la habitación principal, la cual recuerdo como si la hubiera visto ayer.

Me asomé por la puerta y una ola de felicidad vino a mi al ver a TaeHyung jugando con nuestra hija.

Se veía tan feliz e inofensivo. Ni parecía ese hombre tan serio que vi al regresar al castillo.

T/n: Ella es igual a ti.

Él se sorprendió al verme llegar, por lo que dejó a Sae Mi encima de la cama, dejando de jugar con ella.

TaeHyung:-cambió de tema.- Tú y ella dormirán en la habitación que antecede a esta. Que es la...-lo interrumpí.

T/n: Es la habitación en la que estuve antes de que nos casáramos.-tengo que reconstruir mi matrimonio, sea como sea, porque lo amo.

TaeHyung: De cualquier forma, sacala de aquí y llevátela contigo.-dijo señalando a Sae Mi como si fuera poca cosa, pero entendí su juego.

T/n: Y porqué? Ella también es tu hija, así que encargate de ella.

Salí de la habitación. Mi plan sería, acercarlo a Sae Mi y que se diera cuenta de cuanto nos necesita.

Serás Mi Reina.*Tae y TnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora