Mi gran secreto {Terminada}

No te dejaré ir

Narra: Sabrina.

Me levanto por la luz del sol ¿esto es el cielo? Miro a mi alrededor y es una habitación masculina. Las paredes son negras y hay un muy hermoso candelabro en el techo.

-Por fin depiertas-me dice un Marco entrando a la habitación.

-¿Qué estoy haciendo aqui?-le pregunto confundida.

Me miro las muñecas y se encuentra bendadas.

-Estaba en tu casa, así que cuando te encontre en el suelo de tu habitación con las muñecas todas ensangretadas te traje aqui. Llame al médico de la familia y el te iso la cura y te puso las bendas-me dice el.

-¿Qué asias tu en mi casa?-le pregunto extrañada.

-Eso no importa, la pregunta aqui es ¿porqué lo isiste?-me dice el sentándose en la cama.

-¿De que hablas?-me hago la estúpida.

-Tu sabes muy bien a lo que me refiero ¿porqué te quisiste quitar la vida? Sabrina, el suicidio no es una solución. Pudiste morir ¿dime que es lo que esta pasando? Y quiero la verdad, no quiero más mentiras-me dice el serio.

-¿Que quieres que te diga? No me pasa nada, es sólo que odio ser invisible-miento.

-No le mientas a un mentiroso-me dice el serio.

-Amm... ¿me estas diciendo mentirosa?-pregunto una pregunta obvia.

-Si, ahora dime la verdad-me exige el serio.

-Heber Marco ¿Que mentira te e dicho?-le digo seria.

-Es obvio que esos golpes te lo estadan provocando alguien, es imposible que tu misma te los ocasiones. Y segúndo, dijistes que núnca avias besado y yo era el primero-me reclama el.

-Marco, yo no te e mentido. Yo núnca avia besado a un chico antes aúnque te cueste creerlo-le digo seria.

-Jajaja... no me hagas reir Sabrina, cuando tuvimos relaciónes sexuales fue obvio que no eras virgen. Soy un mujeriego y experto mintiendo, asi que no trates de engañarme porqué no lo vas a lograr-me dice el serio.

Yo me pongo nerviosa y me levanto de la cama.

-Ya me voy-le digo dirigiéndome a la puerta.

El me toma del brazo y me hace girar.

-No te dejare ir-me dice el serio.

-Puess...  te equivocas, me quiero ir. Así que me ire-le digo seria.

-No me retes niñita-me dice Marco penetrando mis ojos.

Yo trago saliva y me pongo tensa.

-Sueltame-le exijo.

-De acuerdo, pero primero te exijo que me contestes mi pregunta.

-¿Quien te crées para exiguirme algo?-le digo seria.

-Porqué gracias a mi estas con vida.

-Yo no te pedí que me salvarás la vida, asi que ya déjame ir-le digo aún más nerviosa.

-De acuerdo, pero quiero que sepas que no me alejaras, estare en tu vida por el resto de tu vida-me dice el con una sonrisa ladina.

El me suelta y yo solo lo miro.

-¿Porqué me salvastes?.

-Porqué eres mi amiga y mi chica-me dice el con una sonrisa.

-Ya va, aguarda un momento. Primero ¿cuando accedí hacer "Tu chica"?-le pregunto confundida.

-¿A poco no quieres preciosa? Tu eres mi chica, ya tome esa decísion.

-Ya va, ¿tu chica? ósea ¿soy tu novia?-pregunto confundida.

-Ummm..... Si y no-me dice el.

El se hacerca a mi, y se quita su camiseta roja.

Con sus fuertes y varoniles manos comienza a tocar mi piel.

-Nesesito saber que es lo que me ocultas-me susurra en el oido.

-No te ocultó nada.

Yo digo eso y el devora mis labios.

-Umm.... tan ricos labios, pero temo que son muy mentirosos. Te preguntaré de nuevo ¿Que es lo que me ocultas? O si no te juro que meteré mi lengua en tu deliciosa boca-me amenaza el con una sonrisa.

-No ocultó nada-vuelvo a repetir.

-De acuerdo. Tu lo pedistes-y me toma de la cintura.

Me tira a la cama con su mano izquierda acarisia mi rostro. Su lengua iso posesión de mi boca tal y como el dijo su mano izquierda que estába acariciando mi rostro baja asia mi ceno. El lo aprieta ligeramente.

-Aaaa...-no pude detener un gemido.

-Te juro que si no me dices que es lo que me acultas, te cojere muy duro ahora mismo-me dice el serio.

-No abras la boca Sabrina, nos podríamos meter en grandes problemas con nuestro padre y si hablas de igual manera nadie nos creerá. Asi que cierra la boca por nuestro bien-me recuerda mi conciencia.

-No tengo nada que decir. Marco, solo te lo estas imaguinando-digo ocultando mis nervios.

-Tururú... y yo que pensaba que eras mas lista, pero me equivoque. Sigues mintiendome, ¿que mas? Me tocará hacer la segunda opción-me dice el con una sonrisa pícara.

El devora mis labios y los muerde sin piedad alguna.

Dios, me declaró culpable de pecado.

-¿Y como no? Si este chico es el mismísimo Dios y un rey en la cama.

             💥(CORREGIDA)💥