ɴᴀʀᴜᴛᴏ sʜɪᴘᴘᴜᴅᴇɴ 𝖿𝖺𝗇𝖿𝗂𝖼
La aldea que todos creía perdida, cambiará el destino de más de uno.
→ escrita entre: O6.O1.2O2O - 31.O3.2O2O
━ primer libro de la saga Serendipity.
━ spin-off: Owari, Carmín y Ai.
━ segunda temporada: Ónix.
━ tercera t...
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— Quieta —ordenó Toshio, con el palo en su mano golpeó mis rodillas.
Lo que me hizo tambalear aún más, luego recibí otro golpe —no pararía hasta que estire mis piernas por completo—, llevaba parada diez horas en una esquina de la sala principal, concentre todas las fuerzas que tenía en mis rodillas para que no volvieran a doblarse.
— Tío, quiero ir al ba-
Golpeó mi boca.
Sentí la sangre bajar por mi mentón hacia mi cuello.
— No hables si no te lo he ordenado —habló, yo trague saliva.
No podía moverme, no podía hablar; mire hacia la ventana, el atardecer alumbraba el cielo —todavía me quedaban dos o tres horas más—, no iba a soportarlo. Salió de la habitación, tenia la necesitad de sentarme aunque sea por un segundo pero sabía que si lo hacía y él se daba cuenta, no me dejaría comer ni dormir hoy.
Shila, nuestra médico, entró corriendo a la habitación cuando ya no sentía rastro de mi tío dentro de la casa. Ella nunca hablaba conmigo —creo que no lo tenía permitido— pero siempre curaba mis heridas y hoy no sería la excepción, su rostro se tornó preocupado al ver mi labio, limpio la sangre que al parecer había llegado hasta mi blusa blanca —no volvería a vestirme de blanco—, coloco un parche en mi boca.
Se paró dispuesta a irse pero tome su mano antes que lo haga.
— Mis piernas —susurre— no puedo seguir de pie.
Ella movió su cabeza en desacuerdo.
— No puedo ayudarte —susurró igual que yo.
Ambas sabíamos que si nos descubrían hablando con la otra, iba a costarnos caro.
— Te lo ruego —pedí— por favor, Shila, dame cualquier cosa.
Lo pensó por unos instantes pero terminó negando, soltó mi mano con brusquedad y salió de la habitación.
Mis ojos se aguaron ligeramente, ¿por qué pensaba que iba a ayudarme? Si no lo hizo nunca en estos cuatro años, ni ella ni nadie, todos eran como el tío Toshio, todos eran crueles.
Sentí la presencia de mi tío otra vez dentro de la casa pero esta vez estaba acompañado, no distinguí el chakra de esa persona —definitivamente no era Danzō—, pero eso no me tranquilizaba en lo absoluto si no era ese ser, podía ser alguien peor.
Deje de preocuparme por eso cuando mis rodillas se doblaron, dolía mucho, caí al suelo sobre ellas, dolía aún más, tenia que pararme ahora antes que alguien entr-
Dos cabelleras pelirrojas se asomaron por la entrada de la sala, reconocí ambos rostros después de unos segundos, no los había visto en cuatro largos años.
