𝐄𝐒𝐂𝐀𝐑𝐋𝐀𝐓𝐀 | スカーレット
✧ memorias i ✧𝐃𝐎𝐂𝐄 𝐀𝐍̃𝐎𝐒 𝐀𝐓𝐑𝐀́𝐒
La pérdida de un grande se hacía sentir entre los civiles y shinobis de la Aldea del Remolino, pues su líder y hasta sus últimos momentos, protector, Ryû Uzumaki, había fallecido por circunstancias desconocidas sin que nadie pudiera predecirlo, pues el hombre rebozaba de fortaleza y ganas de vivir. Sin embargo, nadie se sentía desamparado, puesto que detrás de un gran shinobi como lo fue el mayor de los Uzumaki, estaban sus dos hijos, ninjas de élite que habían demostrado en más de una ocasión su amor a la aldea y su compromiso con ella. No había duda que ellos seguirían con el legado impecable de su progenitor.
Claro, esa era una cara de la moneda.
Por otro lado, el abuelo de Nakumi había perdido la vida de un momento para otro, dejando desamparada a la hija de su fallecida hija, su nieta. La niña de seis años, la cual a su corta edad no comprendía del todo el fallecimiento de la persona que ocupó el lugar de un padre en su vida, en ese momento se preguntaba que seguía. ¿Qué pasaría al día siguiente cuando no tuviera a su abuelo al lado? ¿Quién la cuidaría o enseñaría cosas nuevas?
Esperaba, con todas sus fuerzas, poder integrarse a la familia de su tío Yuudai. Ellos siempre viajaban y Nakumi nunca había salido de su aldea, es decir que podría conocer lugares nuevos; asimismo, se divertía mucho con sus primos a pesar de la notoria diferencia de edad.
La pequeña pelirroja, desde el balcón del segundo piso, observaba con confusión al mayor de sus tíos, quien, a comparación del resto de su familia, mantenía su actitud pedante y su mal humor dando órdenes para sus sirvientes como cualquier otro día.
Salió de la habitación una vez su tía terminó de vestirla, la cual había insistido en que llevara un vestido negro a pesar que la menor había intentado negarse, el color la hacía sentir triste y su abuelo siempre le pidió que fuera alguien feliz. No obstante, una de las razones por la que había aceptado a regañines era porque su tía Dai dijo que siempre soñó en vestirla igual que Hanae, su prima, por su inmenso parecido, aunque se llevaran seis años de diferencia.
—Naku —llamó su tía— es hora de irnos, cariño. —La más joven de familia asintió y corrió hacia la mayor.
Quería que la llevase de la mano como solía hacer con sus primos gemelos; al no tener padres, Nakumi apreciaba esos pequeños detalles y deseaba en lo más profundo de su ser, poder ser experimentarlos en algún momento. Taro, el mayor de los gemelos, le ganó la mano de su mamá.
La de ojos celestes camino detrás de su tía y sus primos hasta llegar al cementerio donde los miembros de los siete clanes los esperaban, todos vestidos de negro que profundizaban más la tristeza que la niña sentía. Sus tíos ya se encontraban ahí, hablando tranquilamente con las cabezas de los clanes que conformaban Uzushio.
—Ella es Nakumi —presentó Yuudai ante los siete hombres que lo rodeaban a la niña pelirroja tan parecida a su difunta hermana—. Taro, mi hijo. Ellos serán los próximos líderes de la aldea.
Los ancianos, con su clásica mentalidad anticuada, le dedicaron una mala mirada a la menor de los dos niños, mientras elogiaban al mayor. Nakumi frunció el ceño, no era justo que la menospreciaran solo por ser una niña de seis años y Taro, doce. Ella aún tenía mucho que aprender y por su abuelo, estaba decidida a ser la mejor.
Se ganaría el derecho de ser líder de Uzushiogakure.
La ceremonia empezó, el llanto de los presentes y el no poder abrazar a alguien, le recordó a Nakumi lo que sucedió la noche anterior cuando se enteró de la fatídica noticia. En ese momento se sentía peor, lo que había pasado en las últimas horas parecía haber sido un sueño. Recién caía en cuenta que su abuelo Ryû, se había ido para siempre.
Al terminar el homenaje, volvieron a la mansión para una pequeña reunión juntos a los asistentes a la ceremonia. La pequeña pelirroja notó que sus tíos se dirigieron al despacho de su abuelo, lugar donde nadie podía entrar sin su permiso, por lo que decidió ir tras ellos para decirles algo, sin embargo, al escuchar que hablaban de ella... no dijo nada.
—Creo que la niña necesita distraerse, Nii-san —se escuchó la voz de Yuudai—. Mañana partiré a Otogakure con Dai y los niños, Nakumi puede acompañarnos. En esta edad, es donde debe aprender todo lo que pueda.
—La niña se va a quedar aquí —sentenció Toshio—. Yuudai, tú tienes tu familia y la familia de Nakumi, es la aldea.
—¿Te encargarás de ella? —cuestionó el contrario, a lo que su hermano asintió.
—Así es —afirmó—. La entrenare y la convertiré en la kunoichi más fuerte de Uzushiogakure.
El pelirrojo más joven presionó los labios dudando de las palabras de su hermano, tenía un mal presentimiento desde hace días, pero en momentos como ese, lo mejor sería dejar los pleitos familiares. La unión era la base de su familia.
—Entonces te quedas a su cargo, Toshio. No olvides que antes de ser tu aprendiz, es tu sobrina, la hija de nuestra difunta hermana.
—Nunca lo olvido, Yuudai.
La menor de los Uzumaki retrocedió de su escondite asustada después de escuchar la conversación entre el par de hermanos. Eso no era lo que quería. Salió corriendo en dirección a la sala principal, necesitaba buscar a su tía, ella no la dejaría con su tío Toshio.
La mañana siguiente, en el pórtico que marcaba el inicio del territorio del remolino, la familia principal se despedía una vez más.
—Te vamos a extrañar, Nakucchin —dijo Hanae mientras entregaba a la más bonita de sus muñecas a su prima—. Ko te cuidará hasta que volvamos.
—Te queremos, piojosa —pronunció Taro despeinando el cabello escarlata de la menor.
No se irían por tanto tiempo, era lo que le había dicho a Nakumi.
Y sin saberlo, despidiéndose con una sonrisa de su familia, ese era el comienzo de su tortura.
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𝐄𝐒𝐂𝐀𝐑𝐋𝐀𝐓𝐀 | 𝗌𝖺𝗌𝗎𝗄𝖾 𝗎𝖼𝗁𝗂𝗁𝖺 ⸻EDITANDO
Fanficɴᴀʀᴜᴛᴏ sʜɪᴘᴘᴜᴅᴇɴ 𝖿𝖺𝗇𝖿𝗂𝖼 La aldea que todos creía perdida, cambiará el destino de más de uno. → escrita entre: O6.O1.2O2O - 31.O3.2O2O ━ primer libro de la saga Serendipity. ━ spin-off: Owari, Carmín y Ai. ━ segunda temporada: Ónix. ━ tercera t...