ɴᴀʀᴜᴛᴏ sʜɪᴘᴘᴜᴅᴇɴ 𝖿𝖺𝗇𝖿𝗂𝖼
La aldea que todos creía perdida, cambiará el destino de más de uno.
→ escrita entre: O6.O1.2O2O - 31.O3.2O2O
━ primer libro de la saga Serendipity.
━ spin-off: Owari, Carmín y Ai.
━ segunda temporada: Ónix.
━ tercera t...
No tenía idea a donde me estaba llevando. Casi cuatro meses alejada de mi pequeño hizo que quiera estar con él cada segundo apenas lo volví a tener en mis brazos.
Konoha era enorme, tan solo conocía el camino de la casa que el Sexto nos había dado hacia la de Nakumi y su esposo, ah y hacía el ramen tan famoso de Ichiraku, luego de eso, estaba completamente perdida.
Tanto así que mi hijo de seis años me estaba paseando a mí en vez que yo a él.
— Ozuru, ¿a dónde me llevas?
— Ahí —señaló un árbol en medio del gran parque— vamos mamá.
Soltó mi mano y empezó a correr en esa direccion, no tuve mas remedio que seguirlo.
Me daba nervios perderlo de vista.
Ozuru rodeó el roble y se detuvo frente a él, no pude ver frente a quien estaba pero sabía que era una persona sentada en la orilla del árbol, esos zapatos eran de shinobi. Cuando llegue me di cuenta que el hombre frente a mi hijo sostenía un libro de tapa verde en su mano, su rostro estaba cubierto por una máscara, traía la banda de shinobi y su cabello plateado estaba despeinado.
Detuve mi mirada en la cicatriz que se extendía por su ojo izquierdo y se perdía en el pedazo de tela, sentía que lo había visto antes.
Maldita sea era el Hokage.
— Rokudaime —susurre, me había quedado mirándolo por mucho tiempo— Buen día.
No lo reconocí sin su gorro de Hokage o su túnica.
— Hola, hola —achinó sus ojos— ¿tú eres la mamá de Ozuru?
Asentí suavemente.
— Lamento la interrupción a su lectora, Hokage-sama —me incline frente a él avergonzada, Ozuru había venido a molestarlo— nos iremos en este momento.
— Vaya —suspiró— sí que los Uzumakis son educados, no entiendo qué pasó con Naruto.
Naruto es muy dulce.
— Kakashi-sensei —habló Ozuru— ¿almorzaría con nosotros?
¿Eh? ¿Kakashi-sensei? ¡¿Kakashi-sensei?!
— Ozuru —susurre— muéstrale más respeto al Hokage, cariño.
— Me encantaría almorzar con ustedes —respondió el Sexto— si a tu mamá no le molesta.
Sentí como mis mejillas empezaron a sonrojarse, mire a mi hijo a un lado, ¿qué demonios estaba pensando para invitar al Hokage a almorzar sin decirme antes?