𝐄𝐒𝐂𝐀𝐑𝐋𝐀𝐓𝐀 | 𝗌𝖺𝗌𝗎𝗄𝖾 𝗎𝖼𝗁𝗂𝗁𝖺 ⸻EDITANDO

𝟦𝟥; 𝐕𝐞 𝐩𝐨𝐫 𝐞𝐥𝐥𝐚

スカーレット
-ˏˋescarlata | sasuke uchiha fanficˎˊ-
capítulo cuarenta y tres: ve por ella

nakumi

Desperté rodeada de los brazos de mi novio, no, ahora era mi esposo. Descansaba con una sonrisa en el rostro como si tuviera un buen sueño, eso me hizo sonreír también, lo amaba tanto.

Sabía que juntos podíamos lograr todo.

Salí de sus brazos con suavidad sin querer despertarlo, tenía que ir a casa por mi ropa, me quedaría aquí a partir de hoy —así él no me haya invitado, sabía que lo haría—, también tenía que alimentar a Senpū.

La casa que me había otorgado el Hokage no estaba muy lejos de aquí, llegue caminando en menos de quince minutos, la puerta estaba abierta, ¿qué? Mi espada apareció en mi mano, toque el piso lentamente, no parecía haber alguien dentro.

Bufé, estaba paranoica.

Entre a mi habitación, me quede en ropa interior y miré el espejo, mi cuerpo había cambiado por mi primera vez con Sasuke, sentía mis caderas más anchas, podía decir que mi busto aumentó un poco al igual que mi trasero, hasta sentía que mi barriga también estaba creciendo.

Dejare de comer dangos.

— Por favor tápate —habló alguien a mis espaldas.

Esa voz me causó escalofríos.

Rápidamente tome la bata del suelo y voltee para encontrarme con la mirada amenazante de mi tío.

— No creí que fueras tan inteligente como para descubrí el sello maldito —siguió hablando— te subestimé, querida.

— ¿Qué haces aquí?

— Bonito anillo, ¿ya es oficial?

— ¿Cómo entraste? —pregunte.

— Es muy fácil entrar a Konoha —explicó— si no pregúntale a Kai. Te diré un par de cosas, sobrina mía, espero recuerdes las bombas de la otra vez —las recordaba, empezó a enumerar— una esta en el departamento de tu noviecito, otra en la casa de tu hermano, donde también vive su esposa embarazada y la última justo debajo del escritorio del Hokage.

Mierda, no podía estar pasando, no hoy, no ahora cuando todo estaba bien.

— ¿Qué quieres?

— Volverás a Uzushio, pero antes te desharás de tu novio o esposo, como sea, y tu hermano —habló— no quiero que vayan a buscarte y si lo hacen...

Abrí los ojos, otra vez el recuerdo del momento cuando tuve que dejarlo todo. El reloj frente a mi anunciaban los dos y media de la madrugada, solo había podido dormir tres horas.

Me detuve frente al espejo antes de salir, suspire, hoy era el día.

Prepare mi jutsu de ocultamiento y salí de mi habitación, eran las tres de la mañana, las luces de la habitación de mi tío y su despacho estaban apagadas, baje cuidadosamente hacia el patio trasero y me encontré con cierto ojiverde.