ɴᴀʀᴜᴛᴏ sʜɪᴘᴘᴜᴅᴇɴ 𝖿𝖺𝗇𝖿𝗂𝖼
La aldea que todos creía perdida, cambiará el destino de más de uno.
→ escrita entre: O6.O1.2O2O - 31.O3.2O2O
━ primer libro de la saga Serendipity.
━ spin-off: Owari, Carmín y Ai.
━ segunda temporada: Ónix.
━ tercera t...
Cruce los muros que marcaban la entrada de Sunagakure, la seguridad en esta aldea había mejorada desde la guerra. Hace más de cien metros que me venían siguiendo para tratar de identificarme, si no estuviera preparando mi puño para alguien más, ya les habría dado una paliza.
Al terminar el recorrido del muro dos shinobis, por fin, se atrevieron a interceptarme.
— Alto ahí —habló uno de ellos.
Me detuve antes de ser acusado como criminal.
— ¿Nombre y de donde vienes? —preguntó el otro.
Bufé.
— Sasuke Uchiha de Konoha.
Ambos ninjas de la arena se miraron entre ellos.
— Lo sentim-
— Déjenlo entrar —interrumpió alguien a sus espaldas.
Dirigí mi mirada hacia el titiritero con pintura en el rostro, los dos ninjas se asustaron al ver a Kankuro.
— Pe-pero Kankuro-sama está en el lib-
— El libro Bingo fue invalidado hace más de dos años —respondió el arenero.
Despejaron mi camino.
— Uchiha, ¿qué te trae por este lado del mundo? —preguntó el no Subaku.
— ¿Dónde está mi novia, Kankuro?
Volver a Konoha después de cinco días seguro de que encontraría a Nakumi esperándome y descubrir que no estaba ahí, fue como si cayera un balde de agua fría sobre mi.
Lo peor fueron los siguientes dos días donde no sabía en qué lugar se había metido mi chica, Naruto se negaba a decírmelo para hacerme sufrir, estaba casi seguro que regresó a Uzushio hasta que a Kakashi se le escapó que el Kazekage de la Arena había quedado encantado con el desempeño de cierta pelirroja en los asuntos diplomáticos.
Luego fue inevitable para Sai soltar que había partido a Suna junto a Temari un día antes que yo llegara.
— Gaara debe estar llevándola a las aguas termales —rió.
— Espero, por el bien de tu hermano, que sea solo una broma —hable con frialdad.
— Cuida tus palabras, Uchiha —pauso— estas hablando del Kazekage.
Fruncí el ceño.
— Me corrijo —pause— espero, por tu bien y el de tu hermano, que sea una broma.
