Capítulo 35

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"Si, dime" *el tono de su voz hizo que yo deseara con todas mis fuerzas no haber hecho está llamada.

"Ehh, Hola Davie" *hablo nerviosa* te llamaba para... olvidalo.

Dicho esto cuelgo, pongo mi celular en silencio y lo dejo lo más lejos posible, para evitarlo si me devolvía la llamada.

Salgo de la habitación en dirección a la sala de estar, quiero despejar mi mente un rato viendo la serie que había iniciado anteriormente.

Son las 8, la fiesta se supone que es a las 9 y Marco aún no sé digna en aparecer.

- Hijito, creo que vamos a tener que ir a la fiesta los dos *sobo mi pancita, mientras sonrió con tristeza*.

Esperaba que por obra y gracia del espíritu santo se apareciera justo en ese momento, pero no, no fue así.

Termino de comer el pollo broaster que había pedido, llevo los restos a la cocina, la arreglo y me voy a mi habitación dispuesta a prepararme para la fiesta.

El día de hoy me pondré un vestido color beige, que deja mi espalda totalmente al descubierto, ya que tiene solo seis tiras brillantes, unos hermosos tacones del mismo tono brillante del cuello y de las tiras de mi espalda,el maquillaje no es demasiado exagerado, está perfecto para la ocasión.

Sonrió satisfecha al ver el resultado, debo admitirlo estoy irresistible el día de hoy.

Miro el reloj y son las 8:40, odio no tener auto, porque claro estoy lista, más que lista pero ahora el problema es con quien me voy a ir.

- Buenas, buenas *veo como Marco llega con una facha que no tiene nada que ver con una fiesta lo cual me impacienta demasiado*.

No respondo el saludo, sólo lo observo fijamente.

- Mi vida, pero que hermosa estás *me da un beso al que no correspondo*.

- ¿Por qué hasta está hora te apareces? Marco por Dios, mira la hora.

- Mira, hoy tuve demasiados asuntos que resolver, me llegaron trabajos de nuevos proyectos que hay en el club y no podía salir hasta terminar.

- ¿Y no podías solo llamar avisarme que te tardarías?.

- Si, lo siento, fue mi culpa.

- Claro que estu culpa.

- Mira esto es para ti, espero que no sigas enojada conmigo.

Me tiende una hermosa bolsa negra con letras doradas.

Dudo al comienzo, pero luego la recibo, saco lo que hay dentro y es una caja del mismo color y las mismas letras de la bolsa, al ver el contenido, me encuentro con una hermosa cartera con hermosos brillos plateados por todas partes y un bellísimo reloj del mismo color, con diamantes alrededor, odio que Marco piense que puede comprarme con cualquier cosa, pero debo admitir, que la sacó del estadio con este regalo y eso que no juega fútbol.

- Muchas gracias amor, están bellísimos, gracias de verdad.

- No es nada, te mereces eso y mucho más *toma mi rostro para depositar un beso en mis labios*

Viviendo Con Fc BayernDonde viven las historias. Descúbrelo ahora