Viviendo Con Fc Bayern

Capítulo 41

Al ver como se aleja, corro rapidamente tras el y veo como le dice algo a uno de los chicos que está en el auto, el chico le hace una seña al que está detrás de mí, este toma mis manos y el  otro se acerca a mí y me da un golpe tan fuerte en mi rostro que inmediatemete todo se vuelve negro.

(...)

GABI'S POV

Hace mas de 2 horas Luisa me dijo que vendría por Imma y nada que llega, le marco a se celular y no me responde realmente comienzo a preocuparme.  Además Imma en verdad parece estar extrañando a su mamá, lleva más de una hora llorando y no logro calmarla de ninguna manera.

La tomo en brazos y salgo hasta donde está James y me sorprendo mucho al ver que esta con Kimmich.

— Hola Joshua, no sabía que estabas aquí, ya ni pasas a saludar — digo mientras me acerco a él con la intención de saludarle.

— Hola Gabi, lo siento llegué hace un rato, de hecho ya iba a saludarte — dice sonriente mientras se levanta para darme un beso en la mejilla.

— Entiendo, no hay problema — respondo de la misma manera.

— ¿Es Imma verdad?.

— La misma.

— ¿Me dejas cargarla? Se ve muy linda y Luisa de ninguna manera me dejaría cargarla.

— Pues la verdad Joshua, no creo que sea una buena idea dejártela cargar sin el consentimiento de su madre.

— No pasa nada, ella no se dará cuenta.

— Está bien — digo y se la entrego y para mi sorpresa ella deja de llorar.

— Es muy hermosa, se parece mucho a su mamá — dice Kimmich sonriente mientras la mira con ternura y acaricia su pequeño rostro. Nos mira y ambos asentimos — Y hablando eso ¿dónde está Luisa?.

— De hecho eso te venía a decirte James, si podrías ir al club o a su casa, hace tiempo me dijo que vendría por Imma y no llega y tampoco contesta el celular y para rematar Imma ya parece extrañarla mucho.

— Si no hay problema Kimmich y yo podemos ir ver...

Las palabras de James se ven interrumpidas por el sonido del timbre del portón principal.

— Gracias a Dios apareció esta mujer — digo mientras me levanto rápidamente.

Salgo de la casa y mi sonrisa se borra al ver que no es Luisa de quién se trata, me acerco con la duda y al ver a Marco mi respiración se acelera.

— ¿Qué es lo que quieres Marco? — trato de sonar firme.

— Vengo por mi hija, dámela.

— Ehh, ehhmm ella no está aquí — respondo con la voz un poco temblorosa esta vez

— Sé que está aquí, QUE ME LA DES JODER — el tono de su voz aumenta de una manera considerable.

— Y a ti qué te hace pensar que está aquí, ella tiene su mamá.

— exáctamente por eso, ella me lo dijo.

De todas las maneras existentes trato de imaginar por qué Luisa le diría que está aquí pero aún así me empeño en negarlo todo.

— No mientas Marco, Luisa de ninguna manera te diría eso, y ya te dije que no está aquí, así que te puedes ir.

Dicho esto me doy vuelta para regresar a casa, abro la puerta y los chicos me miran expectantes.

— Si no me entregas a mi hija no respondo Gabriela — grita desde afuera.